Cincuenta y dos

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Penúltimo capítulo :')

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Antes

Después que Celeste se marchó, Thiago siguió con la vida que tenía antes de conocerla.

Al parecer, los robos en el pueblo aumentaron así que las personas se hallaban enfurecidas, y desataron toda su ira en contra de Thiago una noche, cuando un ruido lo sobresaltó despertándolo de una sacudida.

Vidrios rompiéndose, golpes, ruidos sordos, gritos..., se sintió desorientado hasta que se asomó por la ventana y sus ojos casi se salían de sus órbitas al darse cuenta de que más de diez hombres atacaban su casa lanzando piedras, sosteniendo garrotes de madera, mientras escupían amenazas.

Él solo alcanzó agradecerle al cielo, a Dios y a cualquier ser todopoderoso, por permitir que Celeste se hubiese ido antes de aquel desastre.

Thiago tuvo que escabullirse fuera de su hogar y no mirar atrás. Se llevó el poco dinero que tenía y huyó, viajando a la ciudad, donde probó suerte buscando trabajo; pero por más que él lo intentaba, nada salía bien, siempre terminaban echándolo, reemplazándolo por alguien mejor. Con todo, permaneció meses perdido y sin rumbo, olvidando a Celeste y pensando más en sí mismo.

Dos años transcurrieron, vivió en una ciudad que no conocía y sin un trabajo fijo. De pie, siguió adelante, pasó hambre, durmió en lugares desagradables, limpió autos, arregló coches..., todo sin rechistar, planeando un futuro mejor.

Hasta que un día, todo cambió.

Ella era una chica diminuta que curiosamente caminaba a través de la oscura calle donde se encontraban los contenedores de basura detrás del restaurante donde Thiago trabajaba en aquel entonces. Él estuvo a punto de hablarle, sin embargo advirtió en las sombras de varios hombres persiguiendo a aquella joven que vestía un uniforme de enfermera.

Thiago la tomó de la mano, instándola a correr, conforme los hombres hacían lo posible para alcanzarlos, gritando obscenidades. Suspiraron aliviados al encontrarse a salvo, pero la paz los abandonó demasiado pronto, porque justo cuando esa chica le iba a agradecer lo que había hecho por ella, oyeron los disparos.

Thiago perdió el conocimiento después de eso.

Y cuando despertó, se encontró frente a esa misma hermosa enfermera que le sonreía, como un ángel, por lo que él supuso que, si había muerto, había ido al cielo... o tal vez aún había ángeles en la tierra y ella de alguna manera lo había rescatado.

Bliss, se llamaba.

Su nombre significaba felicidad.


Entre Versos y Lágrimas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora