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Anne.

Dio vueltas por la ciudad pero tenia que ir a algún lugar, no podía seguir caminando sin rumbo, necesitaba un lugar solitario, se fue a la academia y se metió en un armario en la azotea, se sentó sobre una maquina para lavar el piso y se quedo mirando a la gente, estuvo hay mirando sin sentir nada, ningún malestar por la incomoda posición, ninguna necesidad, solo deseando que todos desaparecieran, recién a las dos de la madrugada se quedo vacio y en silencio, salió de su escondite y camino por la azotea terraza, se apoyo contra la baranda y dejo salir una lagrima, un error pues no pudo parar el torrente que lo siguió, estuvo llorando por horas, y luego se apoyo contra el arbusto y miro sin ver la ciudad, la placita abajo, estuvo hay por horas, hecha un asco, debía tener los ojos hinchados, la nariz roja y la cara tirante por las lagrimas, le dolía la cabeza y el corazón.

El alba estaba casi en su gloria cuando lo vio pasar, lo vio en la azotea del edificio a, y luego lo vio pasar al edificio c, desde su lugar no podía ver esa azotea, luego paso por la placita al edificio dormitorio, venia a su azotea terraza, pero no pudo moverse y esconderse, no podía mover sus músculos, pensaba en escapar pero su cuerpo no respondía, bien tendría que enfrentarlo, miro sus manos, estaban sucias, sus brazos, tenia la piel contraída y los poros, piel de gallina, claro tenia frio, sus piernas estaban igual y sucias, el vestido estaba sucio, con lagrimas y tierra, polvo, pelusas, dios era la peor imagen de su vida, y se enfrentaría a él, la puerta se abrió, sintió los pasos, estaba parado a dos metros de ella, no dijo nada, el se sentó a medio metro de ella.

-Llevo toda la noche buscándote.

Quería gritar, quería desaparecer, aun no estaba preparada para escucharlo, para, perderlo, dios no quería ni que la mirara en este momento.

-Estaba asustado por ti, necesitaba encontrarte, tu llamada a Sophia, Anne mírame.

-No puedo.

-¿Por qué? ¿Qué tienes? ¿Por qué escapaste?

-Parecías molesto... ¿Cómo esta Jasmine?

-Tuve que ir al hospital... se hizo un aborto.

-¿Qué? ¿Cuándo? ¿Por la caída...? Justin yo no...

-Ya se que no tuviste que ver. -me interrumpió. -no fue la caída, después de que mi madre la echara de la casa por engañarnos... Anne el bebe no era mío, ella... fui a verla al hospital... vengo del hospital... me dijo que si no era mío no le servía que no estropearía su físico por el bebe de un don nadie.

-No, no pudo hacerlo, eso es cruel, es malvado...

-Ella enfrentara sus culpas en algún momento... cuando supe que el bebe no era mío sentí alivio, alegría, quería abrazarte, te quería conmigo pero, no estabas... y cuando supe que ella había terminado su embarazo, dios sentí dolor, tristeza, ven abrázame.

Y él se acerco y la obligo a levantarse para poder abrazarla, la apretó fuerte entre sus brazos pero no podía disfrutarlo, simplemente no podía.

-Se siente bien... lo necesitaba...

El empezó a rosar su nariz por su cuello, eso siempre le hacia estremecer, luego empezó a darle pequeños besos como aleteos de mariposas, la hizo gemir, dios esto era adictivo, atrapo sus labios, los lamio y succiono para luego jugar con su lengua, frotar su lengua contra la suya, no podía pensar cuando el la besaba pero necesitaba pensar, necesitaba ser sincera con él, aunque la odiara no podía mentir mas.

-Justin yo debo decirte, Justin tengo que decirte...

Pero la lengua de Justin recorría su cuello y era realmente difícil concentrarse, el puso sus manos en su trasero y la alzo hasta dejarla a horcajadas sobre su cadera, era algo que ya no podía evitar, le agarro del pelo sin piedad y lo beso, él avanzaba, sabia que avanzaba y cuando tuvo la pared en su espalda sintió que el se alejaba del control, las manos de Justin acariciaban sus muslos, la tela rompiéndose le hizo estremecer.

Acéptalo, Eres mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora