4

7.3K 292 0
                                    

—Ponme un dedo encima y...

—¿Qué? Me vas a demandar, tú crees que me importa. —lo interrumpió Kyle.

Bien eso si era peligroso, el puerco Bieber tenia el poder para vengarse de su hermano de la peor forma y no lo permitiría, ella le haría algo feo después para vengarse pero ahora debía rescatar a Kyle.

—No vas a golpear a nadie esta tarde Kyle, vamos cariño yo se como puedes botar esa energía. Deja al junior ir a jugar con sus millones y comprar todo lo que quiera, incluso una salvaje para el solito. —hable.

Se metió al cuarto con la furiosa mirada de Justin, su hermano no estaba mejor, la siguió con esa mirada asesina hasta la cocina.

—Explícate Anne o salgo y lo muelo a golpes. ¿Que mierda fue eso? —pregunto el alterado.

—Justin Bieber, de la familia Bieber... es el chico...

—¿Ese es Justin? —me interrumpió él—¿él Justin que odias? Oh ya se quienes son los Bieber, interesante, pero no me gusto lo que dijo.

—Es un puerco ya te lo había dicho pero no te conviene golpearlo, el puerco es famoso y rico. ¿Qué haces aquí hermanito? —le pregunte.

Tenia que cambiar de tema, Kyle podía ser un intenso cuando quería, su hermano tenia una sonrisa extraña en su rostro, parecía divertido, pero no parecía dispuesto a decir por que.

—El miércoles tengo una presentación, perdí el móvil, Max vendrá por ti ¿si es que quieres ir a verme? —dijo él.

—Si, dile a Max que venga. —respondí emocionada.

—El cree que tú y yo... es algo lento ósea el parecido... —hablo Kyle claramente divertido.

Era cierto, el parecido era... bueno son hermanos ¿Cómo no lo había visto?

-

Paso el resto de su semana, obviamente su mala suerte sumaba y seguía, él la vio con Max y ahora le adjudicaba dos chicos, y eso si que era ridículo por que podía entender que a Kyle... pero Max, vamos si parecían mellizos o algo parecido, en fin el era un estúpido y no pensaba discutir con él.

—Anne... ¡Anne! —se detuvo, iba atrasada a una clase de baile clásico pero Sophia era una de las pocas chicas que le agradaba de la universidad por lo que la espero.

—El viernes por la tarde daré una fiesta en la terraza, es privada y secreta, ya sabes... me gustaría que subieras, Mackenzie ya me juro que subía ¿tu que me dices? Es mi cumpleaños. —dijo ella.

Fiestas en la terraza, no estaban permitidas, pero con un buen incentivo los guardias hacían la vista gorda, además los administrativos se retiraban temprano los viernes y quedaban algunos profesores como Jason que iba a todas las fiestas. ¿Cómo decirle que no? después de oirle que era su cumpleaños.

Mackenzie rompió con su novio el jueves y estaba empecinada en que la fiesta seria grandiosa, incluso intentaba convencerla de ir en cita a ciegas con unos chicos que conoció en el chat de la academia pero ella le dijo NO de forma rotunda. Se suponía que irían juntas, para defenderla de su ex si era necesario.

-

Llevaba tres horas en la terraza, y ya quería largarse, el aire estaba saturado de alcohol y humo de cigarrillo, los chicos se volvían insistentes y las chicas fáciles. Los hombres, diablos todos querían bailar y poner sus manos por tu cuerpo con o sin permiso, eran unos cretinos, bien era el momento de irse.

—Anne amiga ven a jugar. —hablo Mackenzie

Ella fijo la vista en su amiga, Ken ya estaba un poco borracha, después de todo si le afecto la ruptura con su novio, miro el grupo en el que estaba Mackenzie, la botella giraba y todos le gritaron a su amiga.

—Te toco besar a Liam. Vamos Mackenzie tienes que hacerlo. —le dijo Taylor burlonamente.

Y su amiga beso a Liam, el tan famoso juego de la botella, Sophia y Mackenzie la jalaron de los brazos hasta sentarla en el círculo, pero ella reclamo, el jueguito era, demonios porque no se ponían de repartir besos y ya.

Chelsey giro la botella en ese momento y le salió Chaz, el primito del cretino, el empresario que siempre estaba en las fiesta de colado, en fin se besaron. Ella solo intentaba convencer a Mackenzie que se fuera con ella, Chaz giro la botella y le salió Sophia, los alientos se contuvieron mientras esos dos se besaban. La botella giro y se detuvo frente a Sterling... la peor pesadilla de Sophia.

—Ni modo amiga el juego es el juego. —hablo Taylor.

—Cállate Tay... después de todo Anne tiene razón, esto es absurdo. —se defendió ella.

—Oh no, no me uses. —le conteste. —bien que estabas divertida hace un rato.

Todos rieron mientras Sophia y Stan se besaron y el chico sin esperar un segundo mas hizo girar la botella, pero mientras esta giraba apareció su novia y le armo un escándalo mientras se lo llevaba arrastrando.

—Vaya esa chica no tiene ni una pizca de clase. —hablo Caitlin.

Todos voltearon a mirar a la súper diva, que venia colgada del brazo del cretino, si veías a Caitlin sabias que cerca estaba Justin, esa zorra no se le alejaba por nada del mundo.

—¿Juegas a la botella? No es un poco infantil primo. —hablo Justin dirigiéndose a Chaz.

—Si no quieres jugar vete... pero antes mira lo que te pierdes primito. —contestó él.

—Interesante... —hablo Justin mirando a todos los que se encontraban en el círculo.

—Yo quiero girar la botella. —hablo Caitlin.

Hizo rodar los ojos, lo que esa quería era besar a Justin, comérselo con ropa y todo.

—Va por orden cariño. —respondió Tay.

—Anne. —dijo Sophia.

Miro a Sophia y esta alzo una ceja, oh no, no, oh no, la botella la apuntaba a ella, demonios debería haber escapado mientras pudo, todos empezaron a insistir en que le tocaba, y claro solo porque nadie quería jugar con la arrastradita de Caitlin, de mala gana hizo girar la botella, la que giro varios segundos hasta ir más lento, más lento, más lento hasta detenerse. No tuvo que levantar la vista para saber donde se detuvo la maldita botella.

Acéptalo, Eres mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora