25

5.2K 254 13
                                    

—No vuelvas a dirigirme la palabra en tu vida, si me vez has como si no existiera y si me tienes que hablar, trágate las palabras, no existo para ti, ni en clases, no hay tregua.

Hablo con los dientes apretados, con toda la rabia acumulada durante esos años, vio la transformación en su rostro, como tensaba la mandíbula y como alzaba el rostro furioso, pero que le importaba a ella si él dejaba de existir al terminar sus palabras, avanzo rumbo a la casa consciente de todas las miradas, estaban dando un espectáculo, demonios solo se escuchaba el mar, estupidos fisgones.

La mano de Justin salió tan rápida como el aleteo de un colibrí, sus dedos se clavaron en su piel y el tirón la desestabilizo y la mando directo a sus brazos.

—Enójate si quieres pero tú eres la responsable de esto, eres tú la que no me permite echarlo a patadas por molestar a mi chica, eres tú la quiere esconderse y yo ya te advertí que al parecer soy un maldito celoso, enójate, patalea y muere de rabia pero nunca mas vuelvas a pegarme, esta vez te lo dejare pasar pero lo haces otra vez y te voy a castigar ¿quedo claro?

—Suéltame ahora si no quieres probar mi mano otra vez. —hable tratando de zafarse de su agarre.

—Inténtalo por que estoy rogando que lo hagas.

Y la soltó, casi se fue de espalda pero logro estabilizarse antes de que él maldito la ayudara, por el radillo del ojo vio a todo el mundo pendiente, seguro daban la impresión de estar peleando a muerte y bueno eso era lo que hacían.

Él ahora tenia una sonrisa torcida sin mostrar los dientes, de arrogancia y se veía ridículo con su mano marcada en la mejilla ¿La estaba desafiando? Si lo estaba haciendo el cretino, la estaba desafiando, iba a explotar en cualquier momento, quería gritar y quería pegarle, quería correr lejos, dios sus emociones chocaban entre ellas.

Alzo la mano para pegarle, pero no le daría una bofetada otra vez, le pegaría puñetazos, por todas partes, pero él le agarro la mano antes que pudiera tocarlo y luego le agarro la otra y las puso a su espalda, no podía moverse y él seguía riendo cuando le tomo del cuello y la beso, un beso brutal, violento... la mordió antes de terminar el beso, la soltó pero antes le susurro que corriera a esconderse si quería.

-

Se tiro sobre el colchón sin saber si gritar, si reír o si llorar, estaba conmocionada y no sabía como reaccionar, sus amigas entraron corriendo unos minutos después. Sophia se sentó a su lado y la abrazo, Sophi era asi, tierna cariñosa, contenedora, era una buena amiga, Ken le acariciaba un brazo y suponía que la que bufaba de lejos era Taylor.

—Oh dios Anne ¿Estas bien? —pregunto Sophia preocupada.

—Obvio no Sophia —contesto Mackenzie —aunque siempre estén pelando él no debía...

—No me asombra, es un cretino. Aunque no estaría tan segura de emitir un veredicto. —bufo Taylor.

Se sentó y rompió a llorar, era el cumulo de emociones, pero diablos quería llorar.

—Lo odio, lo odio. —balbuceé —él no tiene derecho a tratarme así, desde que llegue a este lugar e tenido que lidiar con su antipatía y ya no lo soporto más, siempre se sale con la suya, deben estar hablando de mi, de la loca marimacho de la Deep, dios lo odio.

—No, no me odias. —hablo Justin entrando en la habitación.

—Lárgate de aquí. —grite.

—Ya la oíste Bieber, lárgate. —contesto Taylor interponiéndose.

—Es que no tienes corazón, vamos sal de aquí. —dijo Mackenzie

—Si Justin, no puedo creer que te atrevas a venir aquí. —la secundo Sophia.

Ella dejo de llorar y se limpio la cara ¿De donde había salido? Le gusto ver a sus amigas defenderla, dejaría que ellas lo echaran, tomaría el primer bus y se largaría del paseo.

—Vine por que... tengo que hablar con Anne. —contesto el —a solas, necesito tener una conversación privada con ella y luego les permito que me saquen a patadas.

—Yo no quiero hablar contigo. —dije.

—Hay Anne... Por favor no te cierres, necesito hablar contigo, con ellas aquí o sin ellas tu escoges pero que sea rápido.

—Hey, tu no vienes a dar ordenes. —sentencio Mackenzie.

—No tranquila Ken. —hable parandome —por favor chicas déjenme sola con él, les aseguro que se como defenderme.

—No me gusta esto. Ok vamos chicas. —dijo Sophia jalandolas fuera de la habitación.

—Me voy a quedar cerca así que grita por cualquier cosa ok Anne. —dijo Mackenzie tomandome del brazo.

—No temas por ella, más bien teme por mí, ya la conoces. —balbuceo Justin.

Sus amigas desfilaron fuera del cuarto, Sophia parecía no querer salir y Ken le hizo señas de que la defendería, pero la ultima en salir fue Taylor, que se paro frente a Justin.

—Te odio con toda mi alma... tenia que ser ella cierto.

Ella se quedo mirando a Taylor correr fuera, pero Justin cerró los ojos y apretó los labios, estuvo así varios segundos antes de ir y cerrar la puerta, se apoyo en ella y la miro, pero ella seguía mirando sorprendida y confundida.

—Ella sabe que...

—Que eres el diablo, otro corazón roto. —lo interrumpí.

—Yo no sabía... diablos Anne cuando uno es joven hace tonterías, nunca miento... Yo no les prometo nada, nunca he engañado a una chica...

—Todas entran con la promesa de un príncipe azul...

—Si pero yo les dejo claro que no quiero compromisos. —contesto él —Maldición si hubiera sabido antes que era tu amiga, si me hubiera dado cuenta jamás...

—No te comprendo, pero Taylor sabe lo traicionero...

—No ella esta dolida. —me interrumpio —ella sabe que eres diferente, ella sabe que tú me pones de rodillas cuando quieres, ella esta dolida como lo esta Caitlin, ellas no me quieren ni tienen el corazón roto, es orgullo, puro y simple orgullo.

—No te comprendo. La verdad... ¿Qué haces aquí? —pregunte sentandome.

—¿No me comprendes? Bueno ellas están dolidas por no ser la que me volvió loco, por no ser la chica que me tiro al piso, por no ser la chica que haría temblar a Justin Bieber, ¿quieres la verdad? La verdad Anne es que... Dios me gustaste desde el primer día, y tu no querías nada conmigo. Me mataba y me volvió amargo, te hice pagar por cada desprecio tuyo, me dolía aquí dentro cada vez que me mirabas con asco, cada vez que me insultabas... es gracioso pero es un verdadero infierno estar enamorado de la única chica que te desprecia. ¿Qué hago aquí? Vine por que no soporto ver tus ojos con lagrimas, vine por que no puedo soportar que te alejes de mi...

Acéptalo, Eres mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora