Acéptalo, Eres mía.

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Mientras Jason y Chaz le decían estas palabras ella estuvo en sus ojos, se miraron y se dijeron todo lo que necesitaban, él la necesitaba y estaría para él, aunque después se rompiera, aunque el cruel destino se lo arrebatara, ella ahora estaría con él, para él, seria su pilar por un tiempo.

El la tiro de la cintura y aunque la posición era bastante incomoda le permitió abrazarla, le permitió aferrarse a ella, pero como dijo Chaz tenían que sacarlo antes que la gata esa lo embaucara, le dieron ganas de reír, unas semanas atrás hubiera jurado que nadie podría embaucar a Justin Bieber pero ahora que había visto su corazón sabia que podrían hacerlo, que es noble, que es bueno, que es honesto y un buen chico, se levanto y lo llevo con ella.

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Se quedo toda la noche despierta, dándole vueltas al asunto una y otra vez, Justin tenia la cabeza apoyada en su pecho y era lo único que la tranquilizaba, lo único que le daba paz ¿Justin iba a ser padre? ¿Seria posible?

Después de todo él juro que siempre tomaba precauciones, con ella no, con ella se olvido de su protección, con ella a veces tenia protección y otras no ¿seria ese su modo de protección?

Y además esa niña si tenía una mala reputación pero ella era digna de juzgarla ¿y como sabia que Justin era el padre? Según los rumores de pasillo la tipa esa tenia anotado su número de teléfono en todas las cabinas publicas, bien podría ser cualquiera el padre. ¿Por qué Justin?

Diablos él se busco esto, el por meterse con ella, pero cada vez que lo pensaba mas se convencía de que las dudas eran bien fundadas, se le conocían varios amantes, cualquiera de ellos podría ser el padre de ese bebé, además según los comentarios de Chaz debería estar en el segundo trimestre y tenia una cintura diminuta, debía averiguar que pasaba, no podía confiarse en ella totalmente, necesitaba pruebas.

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Al alba salió del departamento de Chaz, tuvo que esperar alrededor de una hora para entrar a la academia pero no le importo, aprovecho de tomar un café y pensar bien sus movimientos, este era justo él momento en el que necesitaba su cabeza más fría que nunca, y sabia muy bien con quien debía ir primero.

—¡¿Anne?! Rayos chica que cara traes. —dijo Sophia acercándose a ella.

—¿Qué rayos fue lo de anoche Anne? ¿Dónde te metiste? ¿Vamos dinos? —pregunto Mackenzie preocupada sentándose frente a ella.

—Yo no puedo con esto ahora Mackenzie ¿Dónde esta Taylor?

—Oh no señorita, no uses ese tono conmigo, te desapareces todo el fin de semana y luego se forma un caos y desapareces otra vez y...

—Esta en la ducha. —contesto Sophia.

—Gracias Sophi, eres un cielo y tu no te enfades luego te explico todo... solo dame tiempo.

Se metió al cuarto de baño y vio la figura de Tay tras la cortina, se apoyo en el lavabo y respiro hondo, no era fácil tener esta conversación precisamente con Taylor pero era la única que...

—Necesito tu ayuda.

—¡¿Anne?! —mascullo.

La cortina se corrió y apareció la cara húmeda de Taylor, parecía sorprendida y algo molesta.

—Estoy tomando una ducha y no somos amigas para que te metas a charlar, la verdad esto es raro.

—Lo se, créeme que no es lo que quiero.

—Amen ¿Por qué sigues ahí? —pregunto ella.

—Ayer... ¿Se dieron cuenta que yo...?

—¿Llegaste con Justin? No... y los que los vieron no lo creyeron de todos modos.