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—¡Basta! ¡Caitlin, Anne! Basta las dos, Anne sigue tu camino y por favor no abras tu boca. Y tu Caitlin sígueme. —hablo dándose la vuelta.

Maldito, estupido engreído ¿Qué se creía? Todo el resto de su grupo la estaba mirando, Ken abría y cerraba la boca igual que un pescado, Sophia miraba alucinada por donde se fue Justin y a ella, todos parecían sin saber que hacer pero no dejaban de mirarla.

—Bravo Anne estuvo estupenda tu replica —hablo Taylor aplaudiendo y acercandose a ella —gracias chica, dios como odio que le restregaras tú y no yo lo puta que es esa, ha pero con clase.

—Vamos chicas —dijo Sophia —y tu Tay no le des alas a Anne.

Sintió como Sophia la jalaba del brazo y sus pies avanzaron, odiaba a Justin, lo odiaba con toda su alma, que se creía que era para callarla, que se creía para retarla, se sentó enfurruñada sobre su cama, estaba dolida, tenia ganas de llorar, Dios seguro que le venia el periodo por lo sensible que estaba.

—Anne te adoro, como desearía poder decirle unas cuantas a esa. —dijo Taylor sentándose en un lado de la cama.

—Ya Taylor, no es lindo. —susurro Sophia tocándole el hombro.

—Yo aún no puedo creer que Anne fuera capaz, esa la va a tomar contigo, te va a hacer la vida de cuadritos. —contesto Mackenzie sentándose a un lado de ella en la cama.

—No le tengo miedo a la Reina de las gatas.

—¿Reina de las gatas? Dios eres genial. —dijo Tay riendose —desearía tener tu ingenio... reina de las gatas, me gusta, asi le voy a decir de ahora en adelante.

—Mejor bien ¿Qué se cree ese para callarme? —bufe regresando a lo qué había sucedido.

—Oh dios Anne no empieces con eso. —dijo Sophia poniendo una mano en su rodilla.

—Él empezó, siento ganas de estrangularlo a él y a su...

—Por favor amiga quédate tranquila, no me gusta ver como se meten contigo... por favor no les des motivos para que te lastimen. —me rogó Mackenzie.

—A ella no la van a lastimar Ken, Anne es fuerte, no se deja intimidar y no les da en el gusto, yo tengo hambre ¿Quién viene conmigo a la cafetería? —hablo Taylor levantándose de la cama.

Sophia se levanto inmediatamente y todas la quedamos mirando.

—¿Qué? Estoy muerta de hambre ya que me salte el almuerzo. —se escuso ella.

—Bueno yo...

—Yo no quiero comer. —dije al instante —no quiero nada... me voy a dar una ducha.

Pero cuando todas salieron a la cafetería ella se fue a su lugar favorito, la terraza-azotea, tenía que pensar, tenía que planear su venganza por que no lo dejaría pasar, dios estaba tan... afectada, quería llorar, quería gritar, quería dar golpes y quería reír también, pero sobre todas las cosas odiaba a esos dos, odiaba la situación, odiaba que Justin estuviera... no seguiría por ese camino, se apoyo en el barandal y miro los edificios, pensó en sus amigas, Mackenzie estaba preocupada por ella, Sophia no sabia que decirle y Tay la felicitaba.

Sophia era una chica que siempre estuvo en una burbuja y era tan dulce y agradable, ella no soportaba los gritos, Dios mataría a quien la lastimara por que sospechaba que era la chica mas buena del mundo, Ken, bueno era su mejor amiga, una amistad hermosa, siempre la apoyaba y aconsejaba, era un poco cobarde pero debía admitir que también quería protegerla, Ken era la única que la había visto de verdad, cuando estuvo mal por las cosas que le hacia Justin o la estúpida de Caitlin y su sequito de lagartijas, ella la había visto caer y por eso intentaba protegerla. Y Tay, bueno Taylor tenía sus propias razones para animarla a insultar a Caitlin y Justin, después de todo el se metió con ella.

En una de las fiestas el se hizo el listo y se liaron, pero Caitlin humillo y ridiculizo a Taylor, aún recordaba cuando entro al cuarto y la vio llorar con su amiga. Ella no estuvo presente cuando esa la insulto, ni cuando el imbécil la despreció, ni siquiera se hubiese enterado si no fuera por su amistad con Sophia. Había ido al cuarto de Sophia, con Harper y Abby por unas notas que tenia Sophia cuando la vio llorar, Taylor estaba mal; el semestre siguiente compartieron cuarto con ella, Amber y Chelsea pidieron cambio de habitación para no contaminarse con la desgracia de la Deep, no debía olvidar nunca lo que hacia Justin Bieber.

—¡Aquí estas! ¿Estas contenta con lo que provocaste? —hablo Justin apoyándose en la barandilla junto a ella.

—Esta respirando asi que no te quejes. —espete sin mirarlo.

—¿Es que tu especialidad es meterte en broncas? —pregunto volteandose a mirarla.

—Si así que aléjate. Aléjate por que no respondo por los daños, te odio a ti y a tu noviecita, los odio a los dos.

—¿Celosa Deep? —contesto mirándola con una sonrisa.

—Jaja oh si —dije sarcastica —¿Por qué debería estarlo? ¿Qué tienes tu o ella que yo quiera? ¡nada! Absolutamente nada, son tal para cual solo que deberían dejar a los demás en paz y hablando de pasatiempos ¿Cuál es el tuyo? ¿Ser la desgracia para cualquier chica que te mire?

El dio unos pasos furioso hacia ella, alzo una mano un poco desesperada.

—No des un paso más, no te atrevas a acercarte por que puedo morder...

—No me molestaría demasiado que me muerdas. —dijo él, tratando de acortar la distancia.

—Y arañar además de gritar, no me des razón para golpearte por que ya lo deseo demasiado. —hable irritada.

—El ofendido aquí soy yo.

Y el dio los pasos que faltaban pero ella escapo, nada inteligente a decir verdad ya que el salió tras ella y a solo unos pasos la agarro de la cintura y la alzo en el aire, ella grito del susto pero él ya la tenia pegada a la pared, le quito el cabello del cuello y le hablo al oído.

Acéptalo, Eres mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora