11

6K 233 8
                                    

—Obviamente quiero saber. —dije haciendo énfasis en cada palabra. —ya que le quite de las manos el pastel y la botella a Caitlin quien no lo dejara pasar.

—¿Hiciste qué? —contesto abriendo los ojos a tope.

—¿Qué? Necesitabas azúcar, aun deberías ir a la enfermería, esto no es normal. Aunque ahora pareces bien y no entiendo por que, parecías apunto de... eso no es normal.

—Es normal... para mí al menos es normal, no quería que nunca me vieras asi. —dijo frotándose la cara con frustración.

—¿Por qué? No me burlare, Justin no me burlaría de esto. Que no se que fue. —respondí sincera.

El cerró sus ojos y puso su mano sobre la de ella, no se había dado cuenta que aun tenía la mano en su brazo, el seguía con los ojos cerrados cuando hablo.

—Soy diabético.

(Chicas todas sabemos que nuestro Biebs no es diabético, pero debido a que es una adaptación Niley, tuve que poner eso, no se me venía otra cosa a la mente, sorry de verdad. N del A.)

Silencio.

Se quedaron en silencio, ¿diabético? ¿Era diabético? ¿Diabetes? No sabia mucho del tema... ¿era esa enfermedad del azúcar?
Rayos ya lo viste Anne, se suponía que no podían consumir azúcar los diabéticos... maldición piensa. Diabetes es cuando ese órgano que controla el azúcar no funciona y por eso no pueden consumir azúcar pero a veces les baja y deben comer... bien después averiguaría que es la diabetes.

—¿No vas a decir nada?

—Tengo una baja noción de lo que es la diabetes —dije, tratando de pensar y asimilar esta información —Por eso eres tan sano. No eres sano, eres diabético.

—Prefiero que todo el mundo crea que soy sano para comer,  que cuido mi cuerpo, mis carbohidratos por vanidad. Prefiero que todos crean que soy un maldito egocéntrico a que soy enfermo, es mi maldita debilidad y ahora lo sabes tu. —artículo, cada palabra acercándose más y más, mirándome directamente a los ojos.

—Por eso tus hermanos estaban subiéndose por las paredes cuando desapareciste...

—Por eso me sobreprotegen. —contesto agarrandose el cabello con frustracion. —Bien me voy a clases.

Y la dejo parada en el pasillo.

Él estaba... estaba sufriendo por la diabetes, él realmente estaba afectado, su secreto, su debilidad, si era vanidoso, y si es un egocéntrico, pero la diabetes era mas un problema psicológico para él , debía aceptarlo y no sentirse debilitado o limitado o deficiente por eso... maldición debía saber mas de esa enfermedad.

Salió corriendo pero ya había empezado la clase, Justin no la miro pero no importaba ella se fue hasta el final de la sala, estaban todos con sus instrumentos favoritos mientras Jason hablaba de la música.

Se acerco a Taylor tratando de que él profesor no se diera cuenta. —Taylor ¿préstame tu laptop por favor?

La chica frunció el ceño por el favor, ella no solía pedirle favores a Tay ni viceversa pero se lo entrego, sin que nadie viera lo que hacia puso en el buscador "diabetes".

Bien ahora lo sabia... no era una experta pero lo sabia: El páncreas dejo de funcionarle y no producía insulina, lo que controlaba el azúcar en su sangre; por eso el chico consumía productos light o de dieta, y todos pensaban que era de fino paladar y se preocupaba de su condición física, FALSO... y no por eso ella le consideraba un egocéntrico asi que, que no se justifique, también sabia que era una enfermedad crónica ósea para siempre... una condición de vida.

La clase estaba por terminar y todos seguían haciendo música con Jason y ella empezó a avanzar de asiento en asiento hasta quedar tras Justin, sabia que muchos ojos la seguían pero no le importaba, no iba a empezar ahora a importarle los demás cuando durante tres años le había valido el resto.

Se acerco bajo la atenta mirada de casi todas las chicas de la sala a la espalda de Justin, hasta casi apoyar su barbilla en el hombro del chico, sin hacerlo, le susurro al oído y él se tenso, casi podía escuchar como se detuvo su respiración y su corazón y como volvían a funcionar rápidamente después, como los propios diablos el no podía estar provocando todo esto. —Condición de vida... así la definen los tuyos, lo averigüe en internet, y no justifiques tu egolatría con tu forma de comer Justy. Egocéntrico, ególatra, mimado, misógino, narcisista y mañoso, por favor no me vengas a justificar con la simple diabetes. —susurre.

Volvió a apoyar su espalda en el respaldo de la silla mientras el perdía varias notas en su guitarra, Jason alzo una ceja pero siguió impartiendo la clase, cuando la dio por terminada le pidió a Justin que se quedara en la sala y este no se levanto de la silla, ella con una sonrisa en el rostro partió a la cafetería, ansiaba comerse una ensalada y un helado, tenía ganas de helado, se lo merecía, un premio.

—¿Qué fue eso Anne? —preguntó Sophia al momento que salieron de clase.

—¿Qué cosa? —pregunté, fingiendo que no sabía nada.

—No te hagas la boba, te secreteaste con Justin. —dijo Taylor apuntando hacia la sala de música.

—Le dije lo que se merecía por fastidiarme antes y nada más.

—¿Estas segura? Te digo una cosa Deep, ese chico es como una víbora, te encandila con sus ojos de niño bueno y endulzar el oído es su mejor talento. —mascullo Taylor cruzándose de brazos.

Sophia se giro a ver a Taylor confusa por lo que acababa de decir. —¿De que hablas Tay?

—Anne entiende y espero que no te creas más por que el mundo esta lleno de pedazos por esa creencia.

Taylor sabia algo, ahora como, a pesar de ser rubia la chica era lista, confiaba en que no diría nada, no debía culparla, ella era testigo directo de los pecados de Justin Bieber.
Taylor  había caído con él, como muchas, no debía sentirse mal por eso, el chico era peligroso, Taylor no era como las otras patéticas chicas, pero había caído como estaba a punto de caer ella, el problema era como detenerlo ¿cómo hacerle frente a algo más grande que ella? algo irracional, no quería sufrir por el, no quería sufrir por nadie.

Taylor había llorado en silencio, había sufrido y visto como el chico destruía los sueños de princesa que todas tenían, el sueño de su principe azul, por que Justin no podía ser otra cosa que el príncipe del cuento, solo que este príncipe no quería una princesa, las quería a todas, maldición Anne bloquéalo antes que él.

—Vas a escucharme Deep. —dijo Justin detrás de ella.

Él la jalaba del brazo bruscamente, él jamás fue delicado con ella, nunca desde que lo conocía. Sophia y Mackenzie los miraban con la boca abierta al igual que muchos mas en la atestada cafetería pero Taylor con rabia, Jason negaba como asumiendo que era inevitable.

—Quítame las manos de encima animal. —dije tratando de liberarme de su agarre.

—¡Justin! —grito Caitlin, pero él no volteo a mirar a la chica, no le importaba.

Él no la soltó, ahora la arrastraba por el pasillo, todo el mundo se volteaba a mirarlos, diablos estaban dando un lindo espectáculo, el se veía tan... era difícil creer que lo había visto casi moribundo hacia unas horas, pero él la arrastro sin contemplaciones, le dedicaba una mirada tan calientemente furiosa, él miro para todos lados y luego la metió por una puerta. El cuarto de la limpieza, lo supo por que choco contra un cubo lleno de escobas, ¿había dejado de gritarle? ¿Por qué no luchaba contra el para escapar?

Acéptalo, Eres mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora