Capítulo 34

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No podemos elegir a nuestra familia, pero a los amigos sí.

No podemos elegir a la familia, los amigos que elegimos son nuestra responsabilidad, hay amigos que son familia y familia que son desconocidos.

Dos escenarios se desarrollaban en ese momento en aquella edificación, los chicos dentro de casa no podían usar sus poderes, si querían someter a aquellos soldados debían salir y enfrentarlos, tenían poderes ganadores o eso creían.

En aquel cuarto oscuro Amanda estaba teniendo una visión, el cuerpo de Amanda era sacudido, en su mente imágenes rápidas pasaban, se propuso respirar para controlar su poder, eso le enseñó Thot.

Amanda en esa habitación pudo calmarse para que la visión fuera más fluida y ella pudiera entenderla, rápidamente identificó a una mujer de las dos que se encontraban, su abuela Kayla y la otra quizá era la soberana de Cignus.

—Eli, amor vete, corre. —la voz de Kayla salía bastante preocupada.

—Ja, no vengas con tonterías, ella es la heredera del trono de Cignus. —contrataco la otra mujer.

Amanda solo quería que esto terminará, su cabeza dolía, dolía mucho, cuando de pronto un grito.

—¡AMANDA! —la voz de su madre se escuchó a lo lejos.

Sin saber porque, la chica de ojos grises, cerró los ojos cayendo en un sueño, o quizá se desmayo, pero al despertar le dolía todo, no habían pasado más de cinco minutos, estaba sola en ese lugar.'

Mientras tanto afuera, los tres salieron, una gran cantidad de sombras se encontraban en ese lugar, los aliados estaban preparados para empezar un enfrentamiento, hasta ese momento solo se habían defendido.

—Entreguen a la chica. —Vociferó una de las sombras.

—Vayan con Farida y díganle que se olvide de Amanda. —dijo Thot con voz firme,

Tras lo dicho Nix y Tyr lo vieron como si le hubiese salido dos cabezas más, ¿se confundió al llamar a la Soberna Farida? Thot no veía a nadie, simplemente estaba concentrado para poder defender de cualquier ataque a la chica que se había robado su sentido.

Una sombra lanzó una bola de fuego a lo alto de aquella edificación, pero un aliado de los chico pudo convertirla en agua y redigirla hasta donde las sombras estaban, ellas no podían tener poderes como los demás pero sí controlar algunos elementos naturales, por ello solo pudieron esquivar el contraataque.

Ellas gruñeron tan alto que posiblemente a kilómetros se escuchó, lo que los no pertenecientes a Cignus escuchaban como leones, panteras, jaguares o cualquier otro felino eran las sombras de la soberana, era su sonido distintivo.

Tyr levantó unas piedras que se encontraban cerca poniendo una encima de lo que supone serían las cabezas de las sombras, listo para escuchar el permiso de Thot para atacar esta vez ellos primeros.

—Vayan con Farida y díganle que se olvide de Amanda, no volveré a repetirlo. —sentenció Thot con rostro serio y aura temible.

Los tres sabían que no sería tan fácil que las sombras de la soberana se fueran, por ello estaban preparados para cualquier ataque que estas quisieran perpetuar contra ellos, pero no hizo falta las sombras se esfumaron frente a sus ojos.

Aun con la confusión presente entraron a la casa, Thot de inmediato fue en busca de Amanda, ella permanecía en una esquina de la habitación abrazada a sus piernas como si la vida dependiese de ello.

Thot con cautela llegó hasta ponerse de rodillas frente a Amanda, se notaba que Amanda estaba afectada, debía tratarla con delicadeza.

Ella sin pensarlo se lanzó a los brazos de Thot, él la recibió con gusto, rodeando a Amanda en un abrazo que trasmitía comprensión y fuerza.

—No te preocupes, toda va estar bien, no dejaré que nada te pase, lo prometo. —la consoló Thot acariciando su cabellera castaña.

—Salva a mamá. —fue la respuesta de Amanda.

—Daré mi vida para que estén bien.

Ambos salieron de esa habitación, Amanda aun con el rastro de lagrimas en sus mejillas, Thot con su gesto imperturbable como siempre, nadie podía decir con exactitud que pasaba por su mente.

Se reunieron los cuatro en la sala, ya la soberana los había encontrado era cuestión de tiempo para fuera ella por ellos, debían tener un plan para enfrentarse a ella, todos sabían lo poderosa que era pero nunca habían presencia sus increíbles poderes.

—Les dijiste a las sombras que fueran con Farida ¿Por qué? —empezó Nix.

Ella y Tyr se habían quedado confundidos por el nombre que Thot pronunció, la soberana era Deneb, no sabían porque se había confundido, Farida fue el origen de Cignus pero ella había fallecido hacía años atrás, mucho años, ¿Por qué Thot se confundió?

—Farida es Deneb.

Los tres se quedaron más mareados de lo que ya estaban, Amanda sabía que Farida era la fundadora de Cignus la primera que tuvo poderes, Thurno le contó la historia de ella, y Thot también, pero esa confesión era muy extraña, no sabía que en Cignus existía la reencarnación ¿Cómo era posible?

—¿De qué estás hablando? —interrogó Tyr igual de descolocado que las dos chicas.

—Farida no ha muerto, ella ha permanecido.

—¿Cómo? —Amanda no podía quedarse callada, ella debía saber cómo eso era posible.

—Cuando su hija nació, descubrió que podía trasformar su energía para ella tener más vida, aunque fue un accidente ella descubrió la forma de vivir para siempre o al menos hasta que su linaje muera.

—¿Cómo lo se han dado cuenta que ella es Farida?

—Porque ella les borra la memoria y les pone el recuerdo de funerales de antiguas soberanas y coronaciones de nuevas soberanas.

—Por eso se deshizo de su hijo.

—Sí, ella puede transformar la energía de las mujeres de su linaje no de los hombre.

Todo esto era mucho, Amanda solo quería regresar, poner a salvo a su familia y luego matar de una vez por todas a la causante de sus pesadillas, llevarse a Alessandro con ella y desaparecer de por vida, lejos de esta locura de Cignus, ella solo quería su vida normal, simple y feliz de antes.

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El secreto de Cignus [Terminado✅️]Where stories live. Discover now