El secreto de Cignus [Terminado✅️]

Capítulo 15

♧♧♧

El pasado frente al presente.

Los ojos color miel de Realle y los grises de Amanda conectaron, sin tregua alguna.

Una sonrisa ladina se formó en los labios de Realle, Amanda la retó, por primera vez en dos años y luego de aquel primer encuentro en esta misma entrada, Amanda la desafío con la mirada, no flaqueó, se mantuvo firme.

Ambas estaban en un duelo, si las miradas matarán ellas dos hubieran muerto más de quince veces.

Largos minutos pasaron en la misma acción, ninguna quería perder, ninguna quería abandonar, y menos para la satisfacción de la otra.

Después de minutos agotadores, de un silencio agonizante, una voz que no provenía de ninguna de las retadoras, se escuchó.

—¡Amanda! Tyr y Thot quieren vernos en el... —Nix se detuvo al ver a la misma chica del bosque con la mirada fija en Amanda.

La molestia de Realle se hizo sentir por todo el lugar al reír sin humor, esa risa vacía que la había poseído hacía dos años, esa misma que desde aquel fatídico día se dibujo en los labios de Realle, tatuándose con sangre en ellos.

—¿Qué mierda fue lo que ocurrió con el tipo del bosque? —soltó Realle.

—Realle —advirtió Amanda con voz firme—. Creo que deberías irte de aquí.

Nix se mantuvo al margen de todo, ese no era asunto suyo, era de las dos que se veían de manera amenazante.

Amanda se acercó a Realle la tomó de su antebrazo haciéndola retroceder lo suficiente para azotar la puerta de su casa en la cara de Realle lo que hizo que Realle quedara estupefacta por el gesto de Amanda.

La cara de Realle era un poema, pues desde hace dos años, Amanda no se atrevía ni a verla, la misma chica asustadiza, la misma chica que se rompió y que la misma Realle se encargaba de tomar pedazo a pedazo su alma y destruirla más, la misma chica que la última vez que la vio estaba llorando, esa misma chica... fue la misma... Amanda le tiró la puerta en la cara.

Una sonrisa de alivio, felicidad quizá orgullo, se posó en los labios de Realle, pues fue ese gesto... ese simple gesto, hizo reconocer a la Amanda que una vez fue.

La mañana llegaba junto a las rayos de sol que se colaron en la ventana del dormitorio de Amanda, a Nix y a ella les importó un rábano el hecho que Thot y Tyr las estuvieran esperando ayer en el bosque.

Mientras la noche llegaba un nuevo apagón se devoró el pueblo, sumiendo a las casas del pueblo de Metis en oscuridad, por algunos segundos no se veía nada, la luz volvió y ella despejó su mente para ir a la cama.

Ambas prefirieron dormir y estar descansadas para enfrentar un día más.

Amanda tenía un presentimiento, uno muy grande, algo iba a suceder. Al despertar revisó su móvil, encontrando un mensaje de su padre. Pues ambos padres habían decidió pasar un día en una playa, por ello invitaban a la chica a ir con ellos junto con Simone y Tommy.

Claro estaba que eso no iba a suceder, pues la última vez que estuvo en la playa fue con él y Realle... No, no podía, aunque fuera una diferente a aquella playa, aún no estaba lista, no para eso.

Tras decirle a su padre que no tenía deseos de ir, se dirigió al número de su madre, cada día hablaba con ella pero eso no significaba que la extrañará menos, cada día extrañaba su casa, con su madre, extrañaba sus besos y abrazos, Amanda extrañaba aquel hogar que habían creado juntas.

Su madre luego de unos minutos respondió a la llamada hecha por su hija.

—¡Amor mío! —sonó la voz de su madre, tan alegre y dulce, «hasta parece que no me extraña» pensó Amanda, pero estaba equivocada su madre la extrañaba horrores, sus días sin su amada hija eran grises aunque con un toque de azul.