ONE-SHOT DE FAMOSAS - II (Historias Cortas)

Zendaya

JENNA

—Pregunta sería Jenna.

Observo lentamente a mi amigo, estaba sonriendo de manera divertida y traviesa mientras se acomodaba mejor para hacerme la pregunta, estábamos en la cafetería de la universidad almorzando, después de las cuatro horas seguidas de una clase que era pesada y yo estaba muerta.

—¿Qué pregunta sería?

—¿Juegas o no?

—No tengo de otra ¿cierto?— asintió feliz— Adelante pregunta lo que quieras o bueno hazme la pregunta esa que quieres.

Austin guardo silencio. Parecía que estaba analizando su pregunta, lo cual me causaba miedo, porque no sabía con qué me iba a salir o preguntar y no sé si iba ser capaz de responder cualquier cosa que me diga.

—Te estado observando estos días...

—Ajá y que con eso.

Le reste importancia mientras bebía de mi jugo tranquilamente.

—Qué me he dado cuenta de que a ti te gusta alguien...— casi me ahogo con el jugo, no esperaba eso, tan obvia soy, según yo no lo soy. Porque soy discreta ¿cierto?

—No, como crees.

—Si, a ti te gusta una persona.

Me tense, estaba de los nervios, no sabía que responderle o decirle. No iba ser tan tonta de confesarle quien me gustaba en realidad, no sabía cómo reaccionaría si lo supiera, seguro nuestra amistad se acabaría.

—¿Quién es el afortunado?

—Nadie.

—¿O es una afortunada?— insinuó.

—Yo creo que mejor deberíamos irnos a clases, ya va a ser la hora de la última clase y no me quiero llegar tarde sabes que odio la impuntualidad.

—Tú no te vas a ningún lado. 

Trague saliva.

—Ven— señala la silla— Siéntate por favor.

—Austin...

—Te vi...— frunci el ceño confusa— Te vi, a ti y a Zendaya juntas en la cama, envueltas en sabanas, yo ese día me había despertado más temprano que todos, después de la fiesta que se hizo en la casa de playa, todos cayeron muertos del sueño y de goma, pero yo las vi con estos ojos.

Ahí caí en cuenta a que se refería.

—Y-yo te puedo explicar...

—No tranqui que no hace falta, solo cuenta.

—Es complicado— hago una mueca.

—Así que tú y Zendaya están juntas.

Qué más quisiera eso yo.

—No, no estamos juntas— aclaro— De echo no creo que pase algo entre nosotras, lo de la vez pasada fue porque tu hermana estaba muy borracha que se lanzó a besarme y pasaron las cosas, hice de todo para detenerla, pero verla de esa manera vulnerable...

—Te entiendo lo que me dices.

—Ella solo quiso dejar de pensar en Tom por una noche y yo se lo cumplí, aunque eso a mi hizo daño— confieso— Jamás me ha gustado ver que lloré o que se sienta mal y se cumple que su relación con Tom va mal por ella.

Él sonríe leve.

Ese día Zen estaba demasiada borracha, estaba ahogando sus penas por culpa de Tom, se que fui su paño de lágrimas como siempre. La estana consolando y de un momento ella me beso y se tiro encima mío, quise con todas mis fuerza detenerla, pero su insistencia y su vulnerabilidad hicieron que se diera. Yo era muy consciente cuando nos enrollamos ese día, sabía que al día siguiente ella no se iba acordar de nada y que iba a estar igual como siempre.