ONE-SHOT DE FAMOSAS - II (Historias Cortas)

Nicole Wallace 4/4

NICOLE

No entiendo quien invento las clases de deporte. Son una tortura para mí, no es que las odie, pero no me gusta sudar... por andar distraía no me fije que choque con alguien más.

—Cuidado tía— sentí unas manos rodearme la cintura y sostenerme con firmeza— No crees que me merezco un beso por salvarte de casi caerte.

—Tú no te cansas de seguirme.

—No querida yo no te estaba siguiendo— Alena se ríe divertida— Simplemente veía con la mirada en el móvil que no me fije que tu venias.

—Ya y tú me crees tonta— me cruzo se brazos— No se supone que tu no vendrías a clases ¿hoy?

—Parece que alguien me extraño.

—Para que te extrañase yo a ti— respondo irritada— Hazme el favor, yo jamás te extrañaría querida. Eres un fastidió.

Intento apartar su mano de mi cintura. Pero me es imposible porque ha puesto más fuerte su agarra.

—Por si no sabias, hago atletismo no puedo faltar a clases de deporte— como quisiera borrarle su sonrisa— Tal parece que mis clases están a la misma hora que la tuya. Pero no teme hagas ilusiones querida.

Me guiña el ojo.

—Ya quisieras tú...— su mirada fija me estaba poniendo nerviosa— Qué yo te hiciera caso.

—Tienes algo en la cara.

—¿Qué cosa?— pregunto preocupada

—La sonrisa más hermosa del mundo entero.

Todo mi cuerpo se estremeció al escuchar eso, desde que la conocí hace un mes Alena no hace nada más que pedirme oportunidad de ser algo más, ella no entiende la frase de que no quiero nada absoluto nada con ella.

—Me imagino que eso es lo que les dices a todas siempre, para que caigan en tus redes.

Alena se ríe.

—Yo solo quiero que alguien nada más caiga mis redes— sentí sus manos suaves tocar mis mejillas— Pero te confieso que no sé qué me pasa contigo qué no puedo dejar de pensar en ti.

—Conmigo tus palabras bonitas no van— digo apartando su mano con brusquedad— ¿Quieres soltarme por favor?

—Lo haré con una condición.

—No gracias, no quiero saber que estupidez se te ocurre ahora.

—Solo quiero un beso...— negué ante su petición— Un beso te pido nada más y te aseguro que cambiaras de opinión.

No aguante más y me hecho a reír a carcajadas burlándome de ella. Es que de verdad que ella si me sorprende cada día.

—¿Cuáles el chiste ahora?

—Es que eso de pedirme un beso... donde están las cámaras escondidas— digo sin poder dejar reírme— Muy bueno tu chistecito, diles que salgan ya.

—No es ningún chiste Nicole...— dijo con seriedad— Te lo estoy pidiendo enserió. Me muero por probar tus labios hermosos.

—Sabes lo que pasa— comento— Es que resulta que no eres mi tipo.

—Eso es lo que crees tú, porque sé que te mueres por probar mis labios también— susurra— Pero está bien... te aseguro que un día de estos te voy a robar un beso, qué te dejará sin aliento y serás tú la que me ruegue para que te vuelva a besar.

Sentía pequeñas corrientes electicas correr por todo mi cuerpo, al sentir su aliento golpear mi cara.

—Sigue soñando— un jadeo se escapa de mis labios cuando se inclina más— Alena ¿Qué estás...?