ONE-SHOT DE FAMOSAS - II (Historias Cortas)

Sadie Sink

SADIE

El avión termine de aterrizar, en la base aérea, todo empezaron a recoger sus cosas para irnos prepararnos para la misión. Me hice a un lado para que todos bajaran primero, quería que todo el equipo suba antes a las camionetas.

—Para nosotros ¿verdad?— pregunto Berlín bajando primero del avión.

—¿Son el equipo CAG?

—No se que significa eso— le dice Olivia pasando por su lado subiéndose a una de las camionetas.

—¿Delta?

—Nunca he oído de ellos.

Sonreí por lo que dijo Olivia que pasaba al lado del teniente o quien carajos que sea, para luego subirse a la camioneta, mire a Millie solo éramos las dos que quedábamos para bajar.

—Cualquier mierda que se llamen ustedes.

Termine de bajar el avión parándome donde estaba el tipo que se estaba aguantando las ganas de mandarnos a todos a comer mierda.

—Mi amigo no nos llamamos nada. Y tampoco tu.

—Usted tampoco, señorita— respondió— Soy teniente para ustedes.

—Me importa un carajo.

Me termine de poner los lentes para subir mis cosas a la camioneta, Caleb me enseña la computadora, de malas tuve que volver a bajar para verle la cara de culo a ese tipo.

—¿Cuál es nuestro hangar?

—El 17.

—Bien— di la vuelta para irme, pero detuve mis pasos y gire sobre ellos para verle una ultima vez— ¿Prepararon la comida y donde dormir?

—Están listos.

—Espero que haya buena comida— abro la puerta del copiloto y entro rápidamente— No quiero llegar y ver un montón de comida charrara.

El me observa furioso.

—El catering de los oficiales esta listo en el hangar, tienen sofás, televisión por cable y paredes de madera. Parece salón de puros.

—Al fin hacen algo bueno, son unos lame botas

Escucho la risa de Berlín y Millie ambos venían todo desde adentro y se aguantaba la risa.

—Te estoy escuchando moreno.

—¿A quién fue que tú le llamaste moreno?

Caleb salió del auto molesto.

—Hay perdón— sonrió de manera falsa— Es que no me había fijado que eres Brad Pitt, ojos azules y cabello rubio.

—Mira imbécil...

—Caleb— intervine.

—Yo si te voy a fijar.

—Qué ya estuvo bueno— cerré la puerta del copiloto, dándole la orden al conductor de que maneje.

Espero ver a Liana mas tarde, desde que salimos a noche para preparar el operativo, además de que me ignora desde hace unas semanas, me dolía su actitud.