ONE-SHOT DE FAMOSAS - II (Historias Cortas)

Iamferv

ALISON

—Qué malos gustos tienes.

Alce las cejas y mire a Fernanda que se quedó a mi lado de brazos cruzados, viendo por donde se iba la chica con la que estaba hablando hace un rato.

—Malos gustos no tengo, porque salí contigo.

Golpe bajo.

Toma esa mi vida. Su cara fue un poema total.

Ella solo entreabrió los labios un par de veces, pero no dijo nada más y siguió avanzando. Sonreí maliciosa por eso, hay lo que es la vida con esta chica, siempre me encanta molestarla, me da años de vida, porque soy la única que le aguanta todo y ella soporta mi humor.

Somos una dupla perfecta que por azares de la vida terminamos pero que las cenizas pudo más que nos volvimos a juntas quedando solo como amigas y con eso estoy un poco bien servida.

—Ya decía yo que en el supermercado no había zorras— dice después de unos segundos— Pues hay ¿no? Si desde que entramos ninguna te quita el ojo de encima.

Trataba de no echarme a reír por esta situación, es que simplemente ver a Fernanda celosa me daba mil años de vida a mi sobre todo ella que según ya me superó.

—Amore mío...

—Hasta se le salía los ojos de solo verte.

Me dio la espalda y comenzó a caminar con la carretilla para seguir echando las cosas que se necesitan. Para el cumpleaños de mi hermana que se le ocurrió festejarlo en las playas de Miami. Después de un largo camino de viaje nadie quería venir hacer las compras porque no había nada en la despensa en la cocina.

Qué decidí venir yo y Fernanda se ofreció acompañarme y ahora lo único que llevo escuchando desde que llegue son sus quejas.

—Tranquila cariño— la tome de los brazos para que me viera a los ojos— Relájate un poquito, yo no tengo la culpa en ser tan irresistible que por eso no me quitan los ojos de encima.

—Y tu feliz ¿no? Es que no viste como te comía con la mirada esa naca de quinta— asentí divertida— Puedes dejar de hacer esas caras.

—Cuantos celos por dios.

—A ver, no estoy celosa ¿sí?— me río divertida— Solo digo que esas perras calientes no pueden estar quietas un segundo, no tenemos ni una hora de a ver llegado a la ciudad y ya andan coqueteándote.

—Si, claro que no estas celosa.

Resopla.

Mientras pasaba por mi lado con la carretilla furiosa, como me encanta la condenada. No puedo para de sonríe, se que ella pidió que regresaremos, pero yo le dije que no porque ella fue la que me termino y quería hacerla sufrir un poquito pa' que vea lo que sentí yo cuando me termino.

*******

A los veinte minutos después la fiesta comenzó y todos ya estaban casi borrachos, además de que la gente llegaba sin parar a la fiesta, incluso gente que no se conocía llegó a la fiesta, todo la estábamos pasando bien relajados, hasta que la chica con la que hablaba pidió que fuéramos a otro lado.

No quería pero su insistencia me hizo aceptar que... solo le pedí un chance para poder ir hacer una cosa antes, entre a la casa y subí escaleras buscando una chamarra y algo más que necesitaba.

—¿A dónde vas?

Pare en seco al escuchar la pregunta de Fernanda, giro sobre mis pies con una sonrisa maliciosa,camino hasta donde está ella.