—Hola Mary, gracias por tus palabras. Según Astrid la rompimos en el en vivo, así que ya te puedes imaginar.

—!Yo sabía que les iba a ir muy bien¡ Aquí estuvimos muy atentos a la entrevista... ¡Alan casi llora! Maricé lo hizo —del otro lado Alan bufó y murmuro para sí unas negativas. Ambas mujeres rieron.— ¡Y ni decir de las ventas! Hoy especialmente tuvimos un día movido... Hasta hace poco acabamos de cerrar.

—¿De verdad? Wow, es increible como todo se mueve por una simple entrevista.

—No es una simple entrevista —la corrige.—Evi es una de las influencer más importantes de méxico... Creo que del mundo. Se dice que todo lo que esa mujer toca lo convierte en oro y para la muestra de un botón lo de hoy. Pero que yo te cuente es diferente a lo que vivimos.  A Evi se le resa. Ni muy bien abrimos cuando las personas se estaban agrupando y todo el día estuvo entrando y saliendo personas dispuestas a adquirir algunas prendas, algunas se llevaron muchas cosas —suelta un suspiro tras hablar sin pausa.

Adamaris no la contradice.

—Me imagino que debes estar cansada ¿ ya estas en el hotel?

—No, voy camino a la casa.

—¿Qué? —la vos de Alan se escucha desde la otra linea., fuerte y llena de escepticismo. Se escucha un estruendo, Alan le ha arrebatado el aparato a María. Adamaris suspira quedado, maldiciéndose mentalmente por haber respondido a esa pregunta teniendo a su familia tan cerca. — ¿Por qué no esperaste hasta mañana para irte en avión como lo tenías planeado? ¿¡Acaso estas loca, mujer?! ¿Eres consciente la hora en que es para estar manejando? ¿De los peligros que acarrea ir sola en la carretera a plana nueve de la noche? ¡Sólo movilizarte en México es un peligro! ¿Por donde vienes? ¿Estás manejando? ¿En qué carro vienes? Deten el vehículo y quedate ahí, ya salgo para allá —ordena ya con llaves en la mano.

—¡Ey! —lo detiene Adamaris. Alan  estaba por colocarse el chaleco. —estoy bien, ¿Vale? El motivo por el cual decidí esto a último momento es porque no iba a poder dormir sola en una habitación de hotel y sin mis instrumentos para plasmar la tremenda inspiración que cargo. Manejar me distrae y me hace bien. Además sería un desperdicio total que vinieras hacía mi, te tardarías un monton y ya yo voy por la mitad del camino así que relajate un poco.

—No le pidas que me relaje, estoy haciendo los calculos y vendrías en plena madrugada. ¡Vas acabar con mis nervios!.

—Pues manten tus nervios a raya porque yo voy a continuar y si me sigues fastidiando seguro terminaré en un barranco por no estar concentrada.

—¡Serás...!

Otro estruendo se escucha provocando que la linea se quede en silencio. Maricé le había arrebatado el telefono a su sobrino.

—¡Querida estaré rogándole a todos mis santos para que te protejan! Voy a encender muchas velas por ti, mijita. Ten cuidado que nosotros estaremos muy pendientes —dice en voz conciliadora, pero sin poder ocultar la preocupación que su rostro también intentó ocultar.—y no le hagas caso al tonto de tu hermano. Maneja con cuidado y tomate tu tiempo. Cada tanto mándanos tu ubicación y si encuentras pertinente descansar así sea en un hotel avisanos.

—Gracias tía.

Rápidamente se despiden para que esta le pudiera mandar su ubicación en tiempo real. Después de hacerlo, solo esperaba que estuvieran más tranquilos así como se encontraba ella en esos momentos. Tras el recorrido se dio cuenta que disfruta el hecho de manejar de noche porque se encontraba en constante alerta de la carretera y sus numerosos peligros lo que le enviaba una corriente electrica por todo su cuerpo que resultaban en sensaciones emocionantes, hasta mantenía una sonrisa an su rostro, coreando las canciones que en la radio colocaban. 

Los Cambios En El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora