—Muchas gracias Evi, para mí es muy bueno estar aquí, es realmente maravilloso la gran cantidad de personas que se sienten identificados con el concepto de mi marca y es un orgullo para mí que tu seas una de esas.

—Eso es exactamente lo que te iba a preguntar, ¿cómo te sientes al saber que estas revolucionando de este modo el mundo de la moda, y sobretodo enfocado en lo que hoy conocemos como plus size? Porque hemos visto el impacto de tu trabajo, la gran cantidad de resultados positivos que se han realizados tras su reciente apertura, que aunque muchas marcas han intentado ser un poco más inclusivas en este aspecto con mujeres de talla grande, tú vienes y la rompes, porque literalmente acaban prácticamente de abrir y sus ventas están elevadísima y todos están hablando de ti. Todos los reflectores están sobre ti.

—Mira debo de confesarte que aún no me la creo —ríe para hacer una pausa, pero sin mostrar emoción.— porque ha sido un sueño, que en un punto de mi vida creí que era totalmente imposible y muy lejano. Un sueño de hace mucho tiempo, literal desde que era una niña. El poder tener mi propia línea de ropa, tener una empresa totalmente rentable, poder diseñar y ahora que todo se hizo realidad es impresionante. Me alegra mucho el poder despertarme y sentir que estoy haciendo la diferencia y que cada día más mujeres llegan a mi tienda buscando; primeramente su talla, algo bonito, cómodo y que vaya conforme a la "moda" —traga saliva. Para ese punto su voz adquiere matices ansiosas.— Y observar como se les ilumina el rostro al ver que realmente hay tallas para ellas y todas las múltiples opciones que tenemos para poder sentirnos cómodas con nuestro cuerpo.  Entonces eso es lo que me motiva a seguir trabajando. A seguir diseñando. A que la mujer mexicana de talla grande sienta que hay opciones para ella, que son muy variadas, y qué solo las puedes encontrar en Adalcafa. Con nosotros.

La cámara vuelve a enfocar a la influencer y después muestran a las dos sentadas de cuerpo completo, frente a frente.

—Y no sólo las mujeres mexicanas, las de todo el mundo —comenta la influencer.— porque en este canal se habla mucho de esta inclusión que muchas marcas tocan y que juran ser alusivas a nuestras necesidades, pero que es muy desagradable que no sea a gusto también, porque de repente sí te entra la ropa, pero el cierre no te sierra —rie. La cámara enfoca también a Adamaris quien asiente mientras sonríe. — o te queda apretadísimo en los brazos o se marca mucho las lonjas. Así que sinceramente, es para mí un alivio completo y absoluto el haber aceptado su invitación a la inauguración pasada. Lo disfrute mucho y compré también muchas prendas muy variadas. Toda la colección, creo si no un poco más. De hecho no se si te acuerdas, pero lo que estoy usando —señala, refiriéndose a la blusa de satín azul, manga larga y reductora de masa muscular que está usando. —es uno de mis prendas favoritas de tu colección.

—La verdad si lo noté apenas entre  —la influencer suelta una carcajada por sus palabras.— se te mira muy lindo y realza mucho tu figura y atributos. Es maravilloso en todos los sentidos porque hace que valga la pena muchas cosas que tuve que pasar y vivir para estar aquí.

—Me gusta las palabras: resalta atributo —recalca sin borrar la sonrisa.— ¿Qué había antes de la mujer de ahora? ¿Cómo era la vida de antes de Adamaris? Cuéntanos un poco de tu vida, de tu familia por ejemplo.

El rostro de Adamaris se contrajo, porque aunque trato de me realizar la idea aquella pregunta aún no estaba preparada para hablar de ello. Sabía que tarde que temprano la prensa y por ende, todas las personas iban a enterarse de la tragedia de su vida. Sin embargo, se animó a contestar porque sentía que el tiempo en el que duraba en responder era un mal factor por lo que estaba rogando a Dios que le pusiera las palabras correctas para las preguntas que se avecinan.

—¿Qué te puedo decir de mi historia familiar? Nací en una familia constituida con mamá, papá, hermano. En la que yo era la menor. La consentida, y a la que tenían pues en un pedestal. En una familia de clase medio alta y crecí en una burbuja, digo burbuja porque mis padres me daban hasta donde se permitían o más —aclara. —lo que voy a revelar absolutamente nadie lo conoce, solo personas muy, muy cercanas a mi familia —comenta, mientras para sus adentros deseaba que cierta persona se hubiera enterado por ella de lo que estaba apunto de contar. Aún así, las facciones se suavizaron y un brillo nostálgico broto de sus ojos. — Lo que yo recuerdo es que la ropa que usaba en ese entonces eran diseñados y confeccionado por mi ángel celestial, mi bello y hermoso padre.

Los Cambios En El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora