Capítulo 11

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No había sido una buena mañana para el omega.

Louis había amanecido mareado, somnoliento y extremadamente adolorido. Cuando sirvió el desayuno a los alfas no pudo contener las arcadas que subieron por su garganta.

A la hora de almuerzo solo pudo comer dos trozos de pollo antes de vomitar todo lo que no tenía en su estómago. Harry había permanecido pegado al pequeño omega con el nerviosismo de que en cualquier momento fuera a desmayarse.

Estaba muy pálido.

Alexander parecía ser cualquier cosa menos persona. Sus alertas activadas como radares que parecían ponerlo cada vez más paranoico.

Axel se mantenía serio, con sus manos pegados en el pequeño cuerpecito que estaba acostado en el sofá y Ax había comenzado a llorar cuando Louis se quedó dormido en el sillón, como un peso muerto.

—¿Es normal esto? — Cuestionó Alexander con la vista puesta en su mamá, quién estaba acurrucado en el pecho de su padre, mientras este acariciaba suavemente la espalda del omega.

—Había estado toda la semana relativamente bien — Harry suspiró besando la mejilla de Louis.

—No iba a salvarse de los síntomas del embarazo.

—No me gusta — Ax miró con recelo hacía el suelo —¿No puede simplemente estar bien durante todo el embarazo y dar a luz sin síntomas?

Axel se rió entre dientes.

—Imposible — El alfa se sentó al lado de su pá Boo y pasó su dedo por la mejilla del omega. El más pequeño se removió entre los brazos de su alfa, sus ojitos azules revolotearon con delicadeza antes de abrirse y sonreír suavemente hacía todo los alfas. Harry lo acomodó un poco más en su pecho, mientras Alexander se movió para alcanzar las mantas que se había deslizado por el cuerpo del menor y se arrodilló.

—¿Como estás mamá? — Preguntó el alfa con el tono preocupado.

—Tengo hambre — Murmuró en voz baja —Quiero comida china y chocolate.

Ax se levantó de resorte.

—Yo puedo ir por el chocolate y los gemelos pueden ir por comida china — Se movió buscando sus cosas —No te preocupes papi Lou nosotros te conseguiremos lo que desees ¿Necesitas algo más? ¿Pastel? ¿Una hamburguesa? ¿Qué tal esas bolitas de algodón que tanto te gustan?"

—Eso suena delicioso — Louis remojó sus labios gustoso, sus ojos brillantes y la sonrisa más grande.

—Suena genial — Concordó Harry —Sin embargo creo que ahora solo deberías intentar con un poco de sopa — El alfa se rió cuando Louis gruñó.

—Alfa — Refunfuñó inflando sus mejillas.

—Omega — Besó su mejilla —Solo sopa ¿Sí?

—Podemos cocinar — Alexander se ofreció con una sonrisa, sus padres eran una ternura.

Harry se carcajeó una vez más y negó.

—Te amo cachorro — Le guiñó el ojo —Pero ustedes no se acercarán a la cocina solos.

Alexander rodó sus ojos y vió como su padre se movía con mucho cuidado para poner a su mamá sobre el sofá con delicadeza, una sonrisa adornada con los hoyuelos muy marcados antes de depositar un pequeño beso en los labios de este. Le hizo señas al alfa para que se moviera un poco y vió como el alfa mayor se arrodilló ante su omega, con sus dos manos grandes sobre el estómago del ojiazul que lograron subir la polera con movimientos cuidadosos y sutiles.

Los tres alfas mas jóvenes parecían hipnotizados con aquella complicidad con la que se movían sus padres, tan sincronizados y conectados a tal magnitud que una sola mirada bastaba para que ambos supieran lo que estaban pensando.

Viviendo entre alfas (Larry Stylinson)Where stories live. Discover now