Capítulo 4

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—Entonces — La voz burlesca hizo que Harry rodara sus ojos llenos de molestia —¿Cuánto tiempo te tomo llamarme?

—Mira Malik — Comenzó con un tono amenazante.

—Sí, si — Suspiró —Te conozco Hazz, sé que me llamaste para que cuide a Louis en el trabajo, al final, ¿No es el único lugar fuera de tu radar?

Harry se sentó mientras sonreía solo un poquito. Zayn realmente no le caía mal, solo el hecho de que era un alfa le hacía sentirse un poco más paranoico, pero en general era agradable.

Aunque jamás lo diría en voz alta.

—¿Entonces? — El ojiverde cuestionó con un tono más calmado —¿Lo harás?

—Por supuesto Styles, es mi mejor amigo desde que uso pañales — Habló como si fuera lo más obvio —Lo cuidaré siempre.

Gruñó colérico pero asintió satisfecho incluso si Zayn no lo veía.

—Bien — Apretó los labios —Fue un gusto hacer negocios contigo, mantenedme al tanto. Hasta la próxima Malik.

—Lo mismo digo Styles.

Y cortó.

₊ ⊹ · ₊ ⊹ ·

Harry amaba a sus hijos.

Los conocía de pies a cabeza. Podía distinguir a los gemelos incluso si fuera ciego y definitivamente sabia todo sobre su hijo menor, sin embargo, por una extraña razón, Harry no tenía idea del desayuno que cada alfa comía en la mañana.

Lo cual era una estupidez, porque él desayunaba todos los días con ellos.

Pero ahí estaba Harry, intentando recordar cual de todos comía tocino con huevos y café en la mañana, quien comía cereal y quien comía tostadas. Y si, el alfa había dejado a su omega durmiendo más este día porque aún se sentía como el mayor idiota de la existencia al haber puesto aquellos pensamientos tan horrendos a su omega, los cuales le provocaron una crisis ayer.

No era que Harry no quisiera más hijos, era solo que pensaba que ya habían cerrado aquella etapa de sus vidas, de todas formas, imaginar a su omega embarazado de su cachorro lo hacía inflar su pecho orgulloso, con aquella emoción de ver crecer a un pequeño ser en el vientre de su bebé.

Harry había disfrutado cada embarazo y este no será una excepción.

Se había levantado mucho más temprano esta mañana ya que ayer había corrido todas sus reuniones de la tarde para la mañana, despejando su horario después de las 5 y teniendo una hora con un obstetra.

Si, hoy irían a ver al pequeño cachorrito que crecían en su omega.

Sonrió con cariño cuando aparecieron tres alfas somnolientos, con ceño fruncido y cara de cansancio.

—Buenos días cachorros — Anunció el alfa mientras hacía tocino y huevos, había dejado dos cajas con jugos diferentes encima de la mesa, junto con café, té, la caja de leche y el cereal.

—Buenos días papá — Alexander habló mirando toda la cocina con una mueca —¿Y mamá?

—Lo dejé dormir un poco más — Explicó viendo a sus hijos parados mirando la mesa y luego a su padre —¿Qué están esperando? Tienen 19 y 17 años por el amor de dios, les dejé todo encima ustedes solo tienen que servirse.

Axel suspiró moviéndose por la cocina, sacando dos tazas y tendiéndole una a su gemelo, quién le sonrió mientras servía café en su taza.

Ax tomó un plato hondo y abrió la caja de cereales, logrando que unos cuantos saltaran sobre toda la mesa, tomó la leche y la echo sobre el cereal.

Viviendo entre alfas (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora