¿Quién no conoce a Possessed?
La banda de punk más aclamada de Cleveland. Sus tres integrantes no se han hecho famosos sólo por sus rebeldes letras, sino por los escándalos que desencadenan allá donde van. Son incluso peores que los jodidos Mötley C...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Amor Amor - Ultraligera
Cassandra.
Me encontraba tirada sobre unas colchonetas del gimnasio, con Dave al lado. Después de estar tantos días sin entrenar, la vuelta me había dejado agotada.
— ¿Sabes que han abierto un nuevo restaurante japonés detrás de nuestro edificio? — le pregunté porque sabía que amaba aquel tipo de comida.
— Escuché a Ethan mencionar algo sobre ello.
— ¿Te apetece ir a cenar mañana? — me miró durante unos segundos para luego apartar la mirada.
— Mañana lo tengo complicado — pude notar su nerviosismo en el tono de voz.
— ¿Acaso tienes una cita? — por su expresión pude averiguar la respuesta — ¡Tienes una cita!
— Baja la voz — me pidió —. No es ninguna cita, solo una salida de amigos.
— ¿Así llamáis los hombres a las citas? — levanté mi dedo índice —. Déjame decirte que en el género masculino sois unos cacas.
— Y vosotras unas fantasiosas — abrí la boca sorprendida —, os dejamos claro que no buscamos nada serio, pero seguís insistiendo.
Iba a responderle para mandarle a paseo, pero el teléfono me empezó a sonar. Pude ver el apodo de Jax en la pantalla.
— Hola, rubio. ¿Vas a poder pasar a por mí o prefieres que vaya yo?
— Cass, necesito que vengas a casa — la voz llorosa de Sophia me aceleró el pulso —. No sé qué le pasa a Jax, le dolía mucho el estómago.
— ¿Dónde está él? ¿Está contigo? — me levanté del suelo porque me estaba empezando a alarmar.
— Sí, pero creo que se ha desmayado — escuché cómo lloraba al otro lado de la línea, mientras que a mí me temblaba todo el cuerpo — ¿Puedes venir? Tengo mucho miedo.
— Estaré ahí en unos minutos Sophia — tomé del brazo a Dave para que se levantara — ¿Está despierto?
— No lo sé, tiene los ojos cerrados — ella no podía parar de llorar y a mí se me estaban comenzando a escapar algunas lágrimas.
— Tranquila cariño, todo irá bien.
Colgué la llamada con la vista nublada. Podía ver cómo Dave me observaba preocupado porque había empezado a hiperventilar. Necesitaba calmarme para que no me diera otro ataque de ansiedad.
— ¿Qué sucede? Estás pálida — me examinó el rostro con sus manos, pero apenas era capaz de emitir ninguna palabra —. Dime qué pasa, me estás asustando.
Me sujeté de la máquina que se encontraba a mi lado e intenté controlar la respiración por unos minutos para poder responder.