🎸 CUARENTA Y UNO

66 4 1
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Amor Amor - Ultraligera

Cassandra.

Me encontraba tirada sobre unas colchonetas del gimnasio, con Dave al lado. Después de estar tantos días sin entrenar, la vuelta me había dejado agotada.

— ¿Sabes que han abierto un nuevo restaurante japonés detrás de nuestro edificio? — le pregunté porque sabía que amaba aquel tipo de comida.

— Escuché a Ethan mencionar algo sobre ello.

— ¿Te apetece ir a cenar mañana? — me miró durante unos segundos para luego apartar la mirada.

— Mañana lo tengo complicado — pude notar su nerviosismo en el tono de voz.

— ¿Acaso tienes una cita? — por su expresión pude averiguar la respuesta — ¡Tienes una cita!

— Baja la voz — me pidió —. No es ninguna cita, solo una salida de amigos.

— ¿Así llamáis los hombres a las citas? — levanté mi dedo índice —. Déjame decirte que en el género masculino sois unos cacas.

— Y vosotras unas fantasiosas — abrí la boca sorprendida —, os dejamos claro que no buscamos nada serio, pero seguís insistiendo.

Iba a responderle para mandarle a paseo, pero el teléfono me empezó a sonar. Pude ver el apodo de Jax en la pantalla.

— Hola, rubio. ¿Vas a poder pasar a por mí o prefieres que vaya yo?

— Cass, necesito que vengas a casa — la voz llorosa de Sophia me aceleró el pulso —. No sé qué le pasa a Jax, le dolía mucho el estómago.

— ¿Dónde está él? ¿Está contigo? — me levanté del suelo porque me estaba empezando a alarmar.

— Sí, pero creo que se ha desmayado — escuché cómo lloraba al otro lado de la línea, mientras que a mí me temblaba todo el cuerpo — ¿Puedes venir? Tengo mucho miedo.

— Estaré ahí en unos minutos Sophia — tomé del brazo a Dave para que se levantara — ¿Está despierto?

— No lo sé, tiene los ojos cerrados — ella no podía parar de llorar y a mí se me estaban comenzando a escapar algunas lágrimas.

— Tranquila cariño, todo irá bien.

Colgué la llamada con la vista nublada. Podía ver cómo Dave me observaba preocupado porque había empezado a hiperventilar. Necesitaba calmarme para que no me diera otro ataque de ansiedad.

— ¿Qué sucede? Estás pálida — me examinó el rostro con sus manos, pero apenas era capaz de emitir ninguna palabra —. Dime qué pasa, me estás asustando.

Me sujeté de la máquina que se encontraba a mi lado e intenté controlar la respiración por unos minutos para poder responder.

— Jax se ha desmayado. Tengo que ir a su casa.

JAX ROCKWELL ©Where stories live. Discover now