¿Quién no conoce a Possessed?
La banda de punk más aclamada de Cleveland. Sus tres integrantes no se han hecho famosos sólo por sus rebeldes letras, sino por los escándalos que desencadenan allá donde van. Son incluso peores que los jodidos Mötley C...
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Hysteria - Def Leppard
Jax.
Dio la casualidad de que Aerosmith se encontraban también en Santiago de Chile. Steven Taylor nos escribió personalmente para invitarnos a una fiesta que estaba organizada por él mismo, así que no pudimos decirle que no.
— ¡Venir aquí y darle un abrazo a este viejo! — exclamó Steven nada más abrirnos la puerta de su habitación de hotel. Realmente aquello parecía una mansión más que una habitación.
Hicimos lo que nos pidió y nos fundimos en un abrazo con él. Admiraba a ese tipo desde que mi padre me cambiaba los pañales. Recuerdo la cantidad de veces que mi padre pudo reproducir Cryin' en su tocadiscos; se convirtió en su canción favorita porque se lanzó el mismo día en que yo nací.
— Tenéis de todo. En ese sofá de ahí se encuentra Max — dijo señalando hacia un tipo bastante corpulento — podéis pedirle la droga que necesitéis de mi parte. En aquella mesa — señaló hacia una mesa — Luciana os servirá toda clase de alcohol.
— Buena fiesta te has montado — pronunció Nick admirando todo lo que decía Steven.
— ¡A disfrutarla chicos! Os veo en un rato — desapareció para marcharse a saludar a otros tipos que no conocíamos de nada.
— Si muero esta noche de sobredosis, seré feliz porque he asistido a una fiesta ¡del puto Steven Taylor! — Nick alzó los brazos emocionado.
— ¿Por dónde empezamos? — pregunté mirando hacia todos lados.
— Yo no pienso consumir nada esta noche, como mucho unas cuantas copas — últimamente Adam parecía un abuelo.
— ¿Y qué me dices de consumir unas buenas tetas? — el pelirrojo señaló hacia una zona en la que se encontraban unas cuantas mujeres bailando.
Esperé la respuesta de Adam porque la verdad, me intrigaba saber en qué punto se encontraba con la amiga de Cassandra. Esos dos parecían una montaña rusa porque un día estaban muy arriba y al día siguiente, abajo. Aunque yo tampoco era quién para juzgarles.
— Paso tío, he venido hasta aquí para disfrutar con mis hermanos, no con nadie más — Adam sacó su lado sentimental, pasando inclusos sus brazos por nuestros hombros.
— Pues tengo un hermano demasiado aburrido — me reí por el comentario de Nick — ¿Y tú de qué te ríes? Si ahora mismo estás igual. Voy a tener que buscarme pareja para pertenecer a vuestro club.
— Todavía estamos solteros — se excusó Adam.
— Daros unos meses y estaréis hasta casados — se burló de nosotros.
— Tú podrías conocer a Tom — rodó los ojos negando.
Fuimos hasta la mesa donde se encontraba el alcohol para que nos sirvieran unas copas. Los tres nos quedamos embobados mirando a Luciana, intentando descubrir si sus pechos eran naturales porque parecían dos sandías.
