¿Quién no conoce a Possessed?
La banda de punk más aclamada de Cleveland. Sus tres integrantes no se han hecho famosos sólo por sus rebeldes letras, sino por los escándalos que desencadenan allá donde van. Son incluso peores que los jodidos Mötley C...
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Stay - Ghost ft Patrik Wilson
Cassandra.
Para cuando Jax llegó, ya se encontraba algo borracho. Lo que me hizo pensar que aquellos mensajes me los había enviado por estar en ese estado, pero lo resté importancia.
El problema estaba en que ahora, yo también estaba borracha. Cada vez me apetecía estar más cerca de él, así que en un arrebato de confianza, apoyé mi cabeza sobre sus piernas en el sofá. Le sentí tensarse ante mi gesto, pero no dijo nada.
Habíamos estado viendo un documental en Netflix que se llamaba 28 días paranormales e incluso habíamos hablado de un fantasma llamado Adam. Como era de suponer, él se había encargado de defender a su amigo a pesar de que yo tenía argumentos suficientes para demostrar que era un capullo.
Y ahora, nos encontrábamos charlando sobre algo que me tenía con la piel de gallina, pero que a la vez me alucinaba.
— Te juro que lo vi con mis propios ojos — su expresión me hizo que ver que estaba hablando en serio —, el vaso se movió.
— ¿Estás seguro de que no estabas drogado? — Jax negó.
Como fueran verdad todas esas experiencias paranormales que le habían sucedido en su casa, por muy masoca que sonara, quería ir a vivirlo en mi propia piel.
— ¿Y no crees que puede ser alguien que quiera decirte algo? — desde mi posición, pude notar cómo tragaba. No sabía si había tocado algún tema sensible — Lo siento, cambiemos de tema mejor.
Me incorporé para no incomodarle más. Parecía que su mente ahora estaba en otro lado, por lo que aproveché para dejarle solo unos minutos e ir en busca de algo de comida. Con tanto drama, al final ni siquiera había cenado.
Estaba encendiendo el horno cuando vi su cuerpo apoyarse sobre la encimera de la cocina.
— La verdad es que siempre que me han pasado esas cosas, he pensado en una persona — me puse de pie para quedar a su altura o al menos intentarlo porque era imposible por su estatura —, en mi padre.
El corazón se me congeló porque no sabía que su padre hubiera fallecido. Sentí la necesidad de abrazarle, así que lo hice. Pasé mis brazos alrededor de su delgado cuerpo. Supe que no se esperaba esa reacción por mi parte porque pude notar cómo su torso se tensaba. Aun así, abrió sus brazos para rodear mi cuerpo y yo para estar más cómoda, apoyé mi cabeza sobre su pecho, pudiendo escuchar los latidos fuertes de su corazón.
— Lo siento.
Fue lo único que conseguí decir. Me sentía demasiado bien en aquel espacio que habíamos creado. El olor que emanaba su perfume me había nublado los sentidos, era perfecto, era muy él y podía convertirse en mi aroma preferido.
