🎸 TREINTA Y DOS

99 4 1
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Il ballo delle incertezze - Ultimo

Cassandra.

Nos encontrábamos frente a las puertas del hospital.

Las últimas horas habían sido horribles porque en lo único que era capaz de pensar era en aquella enfermedad. Las posibilidades de contraerla eran demasiado altas, pero ambos teníamos esa diminuta esperanza de que fuera otra cosa. Apenas habíamos hablado aquella mañana porque la preocupación de ambos, era notable.

Se podía decir que ahora, Roma, se había convertido en la ciudad más triste, al menos para mí.

Entramos por las puertas sin soltarnos la mano. El silencio todavía reinaba entre nosotros, pero no hacía falta decirnos nada para saber cómo nos encontrábamos. Odiaba ver a Jax tan vulnerable.

— ¿Ya sabes cuál va a ser tu próximo diseño de uñas? — le pregunté cuando nos sentamos para esperar.

— Algo con el color de tu pelo — hizo un intento de sonrisa, pero fue más bien una mueca.

Fueron los minutos más eternos de mi vida, hasta que un doctor pronunció el nombre de Jax. Las piernas me temblaban al andar. En mi vida había estado tan nerviosa como en aquel instante.

— Señor Rockwell, he estado revisando los resultados de la biopsia a la que se sometió y ha dado negativo. Actualmente, no se ha encontrado ningún tumor maligno.

Solté todo el aire que tenía contenido dentro de mí. Las lágrimas se amontonaron en mis ojos, necesitando soltar todo el miedo que me había invadido. Apreté con tanta fuerza la mano de Jax, que probablemente le rompería algún hueso.

— Aún así, mirando los análisis de orina, hemos encontrado restos de Ketamina. Es una droga demasiado fuerte aunque su consumo no sea habitual y muy difícil de eliminar del organismo.

Apreté los dientes por no soltar ningún comentario. Todos le habíamos advertido acerca del consumo que hacía de las drogas. Y me asustaba que pudiera ser una adicción extrema, puesto que yo no estaba todas las horas del día junto a él para comprobarlo.

— Existen algunas clínicas donde podrán ayudarle. Por lo que he mirado en tu informe, es usted de Cleveland, ¿cierto? — Jax asintió porque había parecido perder el habla —. Bien. Le he adjuntado un documento con algunas de esas clínicas. Son de las mejores, así que debería considerar ingresar en alguna de ellas.

Estaba contenta porque se había descartado el principal problema, pero tenía un malestar en el estómago puesto que otro problema había aparecido, uno del que en realidad, todos éramos conscientes.

Dimos las gracias al doctor antes de marcharnos de la consulta.

— Lo haré.

Su voz detuvo mi paso apresurado hacia la salida. Pensaba que se opondría ante lo que le habían aconsejado, pero me había equivocado.

JAX ROCKWELL ©Where stories live. Discover now