· 29: Menos de una semana ·

5 1 2
                                    

SEVDA





Me pongo a calcular mentalmente nada más despertarme, necesito mantener la mente ocupada.

Fui a casa de Arthur un martes por la mañana, cené ya aquí encerrada, y me quedé dormida hasta ahora. Supongo que es miércoles por la mañana o madrugada, no lo sé, porque no he descansado lo más mínimo.

A Kyle le queda menos de una semana, y la estamos pasando así, yo aquí encerrada, y él posiblemente buscándome. Sería curioso que no lo estuviera haciendo y durmiese tan tranquilamente. Pero eso no está pasando, ¿verdad?

***

La puerta se abre, y todo se alumbra cuando enciende. Anoche estaba tan ocupada en la canción, que no examiné el trastero. Efectivamente, no hay gran cosa, solo un inodoro, que muy a mi pesar he tenido que usar ya, los escalones que llevan hacia la salida exterior, y cajas de cartón, muchas. Me pregunto qué habrá dentro, si es que hay algo.

Le susurro que tengo que ir al baño y procede a hacer lo de ayer, desatarme de manos, y no soltarme hasta que vuelva a sentarme en la silla. Llevo toda la noche planeando cómo salir de aquí, quizá le pueda dar un golpe cuando me suelte. Pero no es posible. cuando abre la puerta siempre escucho que hay alguien al otro lado. Al entrar conmigo, esa persona cierra con llave, y solo abre cuando él se lo manda. Aún no he averiguado cómo lo hace, porque no habla, ni siquiera toca nada.

Miro hacia el techo y descubro la contraseña para salir, está compuesta por ni más ni menos que cinco cámaras. Todas ellas colgadas en el techo. Este descubrimiento hace que me entre un pequeño escalofrío. Pensé que había sido algo espontáneo, pero ahora no lo parece.

—Me mentiste —le miro con odio—, esto no ha sido algo improvisado, ha estado planeado.

Me mira sin entender esa acusación repentina, hasta que sigue mi mirada y descubre a lo que me refiero. Niega con rapidez, quitándome la razón.

—Si y no —confiesa—, cuando me escribiste diciendo que venías a verme, en un arrebato de placer de poder por fin verle sufrir, preparé todo esto. No ha sido difícil, solo puse unas pocas cámaras, y ya está.

Su sonrisa hace que de nuevo un escalofrío recorra todo mi cuerpo. Es algo completamente impensable, como una persona a la que antes le contabas todo, que te ha ayudado en el peor momento, se puede convertir en alguien que te da miedo. No me entra en la cabeza cómo el aprecio y cariño se puede convertir en odio y repugnancia en pocos minutos. Siempre he pensado que no se puede pasar del amor al odio en solo un día. Pero ahora soy consciente de lo equivocada que estaba. Se puede hacer, pero esa transición te convierte en una persona pequeña, débil y confundida.

Y así estoy yo ahora mismo, con cada palabra que escupe, mi cuerpo se empequeñece aún más.

—Conoces a mi novia —me observa triunfante—, puede que no hayamos conseguido que sufra al máximo, pero sí habéis pasado malos momentos. Todo gracias a nosotros.

Al terminar de hablar sale de nuevo y aquí me deja con mis pensamientos. Pero esta vez no ha apagado la luz, cosa que mis ojos agradecen. Los rayos de luz hacen que la cabeza me duela y los ojos me escuezan, pero agradezco poder ver a la perfección, sin tener que forzar la vista.

Pienso en sus palabras una y otra vez, buscándole el sentido a todo lo que ha dicho, pero no lo encuentro. La única persona que ha estado con Kyle ha sido Belinda, pero ella... ¡Es ella!

Un golpe de realidad me atiza de lleno en la cara. Ahora entiendo todo.

***

Espero impaciente a que vuelva de nuevo aquí, para poder decirle lo que he estado planeando toda la mañana. Tengo tantas ganas de cantarle esto, necesito ver su cara, su reacción.

Por fin la puerta se abre y esta vez soy yo la que sonríe con una gran cara de triunfo. Las palabras salen de mí con gran fluidez.

—El otro día descubrí que realmente nunca se llega a conocer a nadie al cien por cien, ni siquiera a la familia. Siempre hay algo, un momento, un recuerdo, un pensamiento, que no conoces sobre las personas. No contamos nuestras vidas al completo a cada persona con la que hablamos —le miro confirmando que tengo su atención—, por eso nadie sabe todo de nosotros. Pero llega un punto en la vida en el que todo se desvela, la nube se rompe y estalla, dando a quien pille por delante, sin elecciones —hago una breve pausa, para respirar con profundidad—. Cuando el rayo nos alcanza, creemos que es el fin del mundo, que eso nos matará. Pero en realidad no es así, podemos descargarnos, y volver a empezar. Esta vez evitando nubes así.

Sus labios están en una línea recta, y su semblante es muy serio, aunque hay un pequeño temblor, demostrándome que estoy ganando.

—Ve al grano —espeta intentando demostrar que está sereno.

—Que Belinda se haya enamorado de otro no es el fin del mundo —su mandíbula se tensa—, te querías vengar de Kyle, ya lo has hecho. Hiciste que yo desconfiara de él, que nos costara más de lo normal estar juntos, que los pocos días que nos quedan los pasemos separados. Te aseguro que no lo estará pasando bien, llevo sin aparecer por casa desde ayer. Lo has conseguido, Arthur —pero no está contento con esto, quiere más—, tu novia no te quiere, pues déjala, y vive ya tranquilo. Lejos de buscar venganza, porque ya lo has conseguido, has vengado tu "muerte".

Mi discurso parece no convencerle, porque me sigue mirando como si las palabras no le hubiesen afectado lo más mínimo. Sus manos siguen sujetando mi comida, pero con un rápido movimiento lo deja en el suelo y se acerca a mí.

—Quiero que siga sufriendo —sus palabras entran en mí como cubitos de hielo y se instalan en mi interior enfriando todo mi cuerpo.

—¿Cómo? —pregunto con un hilo de voz.

Y de nuevo en su cara aparece la sonrisa de victoria, se gira con chulería y tras coger la bandeja, vuelve a salir. Le observo mientras le maldigo una y otra vez, y cuando la puerta se cierra, contengo las lágrimas con ímpetu.

No puedo dejar que me vea mal, tiene que pensar que no me está haciendo daño, que no puede conmigo. Aunque es todo lo contrario, mi estómago ruge gritándome que le de comida. La de esta mañana también se la ha llevado sin dejarme probar cacho. Mi plan de enfadarle me está saliendo muy, pero que muy, mal.

Intento soltarme por milésima vez, pero está tan apretado que lo único que consigo es hacer más daño cada vez. ¿Dónde están Miriam y Kyle? ¿Es que no saben que Belinda y Arthur son malos? ¿No lo han averiguado?

***

Mis padres me enseñaron lo que es el verdadero amor. Ellos me demostraron que existe, que si no te rindes con esa persona, y lo sigues intentando, nada saldrá mal. Desmintieron que el amor con el paso de los años se acaba apagando. Llevan juntos desde los diecinueve años, y a día de hoy, se siguen amando más que al principio. La clave del amor está en no darlo por hecho.

La llama no se apagará, si cada día echas nueva leña que avive la hoguera. Dicen que nunca debes dar por hecho que la otra persona sabe que la amas. Sino que tienes que seguir sorprendiendo, abrazando, besando igual que al principio. El error de la mayoría de las parejas es llegar al año y dejar de obsequiar, de conquistar. Pero el amor no es así, tienes que intentar que cada día esa persona se vuelva a enamorar de tí. No puedes dejar que el tiempo pase, que los "te amo" pasen de ser diarios a anuales. La llama del amor nunca se apagará, si no quieres que eso pase.

Eso hace que a mi mente venga El castillo de algodón, su belleza viene a mi mente y mi cuerpo se desplaza a ese lugar. Algún día llevaré ahí a Kyle, y quién sabe, a lo mejor alguien nos dice que estoy embarazada. Río por mi ocurrencia y ese pensamiento se queda nadando en mi interior.



***

¿Conseguirá visitar esa maravilla en algún momento? 🤔
SOLO QUEDAN 3 CAPÍTULOS!! 😱😱

Solo 20 días (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora