· 13: Ropa interior ·

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SEVDA


Cuando entro en la habitación me tiro a la cama. No me ha dolido tanto lo que Belinda ha dicho, porque soy consciente de ello desde hace mucho tiempo. Me he ido porque no quería seguir escuchándola. Paso de ella, y no dejaré que sus palabras me hieran.

—¡Venía a por mis bragas! —el grito de Belinda se escucha por todo Madrid.

Lo ha hecho aposta, Kyle no está sordo, solo quería que yo la escuchara. Y lo ha conseguido, pero esta vez ha dado donde más duele. Lo que estos días tanto me ha dolido, que se acostaran juntos. Kyle lo niega una y otra vez, pero entonces, ¿por qué iba a estar eso aquí? Quiero creerle, sé que Belinda no es buena persona, que está llena de celos, pero, ¿de qué le serviría a ella inventarse eso? ¿por qué alguien se inventaría eso?

—Sevda... —me llama tras la puerta—. Abre por favor.

—Necesito un tiempo Kyle —suelto sin pensarlo—. Por favor, déjame un rato.

Escucho sus pasos alejarse y doy por hecho que se ha ido, tal y como le he pedido.

Cuando por fin nos besamos y parece que todo puede ir bien, aparece Belinda a estropearlo todo. Y es que yo creo que al final va a ser verdad que no estamos destinados. Y que no irán bien las cosas.

Me contó Miriam que la carta que creí que Kyle había leído, no había llegado a sus manos. ¿dónde está la carta? ¿Y por qué no la ha llegado a leer?

***

Pego un bote al asustarme por el tono de llamada de mi móvil y dudo si cogerlo o no. Pero al final acabo cediendo, me vendría bien distraerme un poco.

—Hola, Sevda —me saluda Arthur contento—, ¿qué tal estás? Me han dicho que ayer te emborrachaste mucho —ríe.

—Vaya, veo que la gente es muy cotilla. Estoy bien, gracias, Arthur.

—Sevda.... quería hablar de lo que pasó el otro día.

Mierda. Había olvidado por completo lo que pasó el otro día en esa mini escapada. Había olvidado por completo que Arthur y yo nos besamos.

Suspiro con profundidad.

—Arthur, te lo dije el otro día... sabes lo que siento...

Escucho cómo me da la razón apenado y yo me muerdo el labio. No quiero hacerle daño.

—Yo pensé... —se calla de golpe—, quería hacerte olvidar a Kyle.

—Lo siento, pero el trato era darle celos, no puedes pretender que en dos días olvide al chico del que estoy enamorada. Yo te avisé, sabías todo, Arthur, lo siento mucho.

—No te conviene Kyle, Sevda. Él no te quiere.

Responde entre celoso y triste.

—Es tu rencor el que habla.

—No, es la realidad. No te quiere, ha estado todo este tiempo con Belinda, la ha dejado de malas maneras. La ha tratado mal. Contigo no será diferente.

Cuelgo el teléfono sin contestarle. No es verdad. Soy realista, nunca he estado con pajaritos en la cabeza y sé lo que es la vida. Pero sé que si ha acabado así con Belinda no ha sido su culpa. Ella no debe ser fácil de llevar, y parece manipuladora. 

***

Salgo de la habitación y busco silenciosamente a Kyle. Al llegar al salón me lo encuentro sentado en el sofá y completamente dormido. Sonrío al verle.

Solo 20 días (COMPLETO)Where stories live. Discover now