· 12: La borrachera ·

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KYLE


Suspiro mientras Ana gira la botella, este juego me empieza a aburrir, y Sevda está muy borracha.

—Sevda —la botella la señala—, acércate a Kyle y hazle un baile sensual.

—Vale.

Pego un bote al escuchar a ambas y Miriam me mira corriendo, niego con la cabeza. Ella me entiende y la para, pero parece que lo que le dice no le convence. Porque Sevda viene hacia mí con demasiada seguridad. Toda la que puede claro, porque anda a trompicones.

Conforme se va acercando a mí puedo oler toda la cantidad de alcohol que ha ingerido. Antes de que ella haga nada yo me levanto y la agarro del brazo.

—La llevo a casa —nuestra amiga me dice que gracias y salimos de la habitación.

—Yo quiero conquistarte —se acerca más a mí.

—Tú vas a dormir Sevda.

***

Por fin llegamos a casa y respiro tranquilo. Ha sido un camino muy duro, Sevda borracha es muy cabezona, y llevarle la contraria es un horror.

—Kyle —se para para mirarme.

—Dime, Sevda —le quito los zapatos mientras la escucho.

—Te quiero.

Levanto la cabeza alucinando y ella me mira sonrojada. Dudo si debería creerla o no por el estado en el que está. Pero su estado es lo que más me hace dudar. ¿Es verdad que los borrachos dicen la verdad?

Antes de que pueda contestar, sale corriendo. Cuando la escucho vomitar en el baño me apresuro y la sigo. Al entrar al baño la veo con la cabeza en el váter y soltando todo lo que ha bebido. Seguidamente me acerco a ella y le aparto el pelo de la cara mientras la acaricio.

—Digo la verdad —me mira con dolor reflejado en la cara—. Puede que esté borracha, pero sé perfectamente lo que siento.

Suspiro mientras la ayudo a levantarse y la abrazo. Su olor no es el de siempre, esta vez huele a ron y vodka. Tiro con lentitud de ella hasta que ambos estamos bajo la ducha y enciendo el grifo. Sevda suelta un grito al notar el agua sobre su piel pero yo la acerco más a mí. No es de la forma que me gustaría estar con ella. Siempre he soñado estar en la misma ducha que ella, pero nunca imaginé que ella estaría en este estado.

—Lo siento —le digo mientras dejo que se siga mojando.

La mejor solución para una borrachera es una buena ducha, y ella no podía hacerlo sola.

—Kyle —me mira ya más serena—. Estás muy guapo borracho.

Le miro y se me escapa una sonrisa. Aún borracha es monísima.

Los mechones empapados le caen por las mejillas, y el vestido se le pega al cuerpo dejando que se transparente un poco. Ella sonríe mientras observa cómo el agua cae. Se la ve feliz viendo el grifo. Yo estoy feliz de tenerla a mi lado mientras la abrazo.

—Yo también te quiero —susurro mientras le acerco más a mí.

Parece que me ha escuchado porque automáticamente se separa de mí y me mira con los ojos abiertos. Como respuesta sonríe y vuelve a acercarse a mí. Nuestras frentes se unen y ella acerca nuestros labios. Desde aquí puedo oler su aroma, ya no es de alcohol, ahora huele a ella. Al natural.

—Mañana te arrepentirás —susurro mientras siento su aliento sobre mí.

—Mañana seré la persona más feliz del mundo si esto por fin sucede.

Solo 20 días (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora