· 14: Once días ·

9 2 0
                                    

KYLE


Cuando Miriam y Sevda están distraídas hablando de no se qué serie, decido contestar al mensaje.


"No estamos juntos. Déjame ya en paz"


A los pocos minutos responde.

"Más te vale que sea verdad. Como me entere que eso no es así te arrepentirás y mucho. Porque no quieres que se lo cuente, ¿verdad?"


Me toco el pelo una y otra vez con nerviosismo. No tiene pinta de ser de estas personas que no cumplen con lo que dicen. Y no es la primera amenaza de este tipo que recibo. Sé que si se lo contase a Sevda todo esto terminaría. Pero también terminaría lo nuestro. Cuando apenas ha empezado.

Me da miedo la reacción que pudiera tener. Lo que pensaría de mí.

—¡Kyle! —el grito de Miriam hace que el corazón me vaya a mil y las mire asustado.

—¿Va todo bien? —me pregunta Sevda preocupada.

—Sí —contesto sonriendo falsamente.

Puede que haya engañado a Miriam, pero sé que a Sevda no. Ella sabe perfectamente desde hace tiempo cuando estoy bien y cuando no.

***

Cuando terminamos de cenar, Sevda y yo nos ponemos a quitar la mesa. Una vez en la cocina me pregunta lo que me esperaba.

—¿Qué te pasa? —Viene a abrazarme.

Apoyo mi cabeza en su hombro mientras inhalo su olor, mi fragancia favorita. ¿Debo decírselo?

Cuando me separo de ella, me mira con los ojos achinados.

—Cuéntame qué te pasa, por favor —me pide entristecida.

Niego con la cabeza lentamente. Me gustaría contárselo. Me gustaría ser sincero, que lo sepa por mí y no por otra persona. Pero el miedo me para.

Vuelvo al salón tras darle un beso y decirle que no se preocupe y Miriam nos observa atentamente. Desde que ha venido nos ha estado analizando. Como si supiera que algo pasa, que no estamos como siempre. Es como que intenta averiguar lo que estamos pensando en todo momento.

Está claro que no estamos actuando como siempre. Que la relación que tenemos no es la misma. Y nuestra amiga, que tanto nos conoce, se ha dado cuenta.

—¿Cómo acabó la noche al final? —nos mira risueña, intentando sacar información.

—Bien —contesta Sevda carraspeando—, me duché y luego me acosté. Lo normal.

Pero la última frase ha hecho que no parezca algo normal. Ha disimulado fatal, y Miriam está intentando aguantar la risa.

***

Mientras Sevda se está poniendo el pijama y buscando uno para nuestra amiga, yo limpio los platos mientras hablo con Miriam.

—Miriam, imagínate que estás enamorada de alguien, pero esa persona no sabe algo que tu hiciste en el pasado. Algo de lo que te avergüenzas y te da miedo contarlo, por si decide separarse de tí o te juzga. Pero por otro lado... —trago saliva con fuerza mientras evito mirarla—, hay alguien que te amenaza...

Noto su mirada pegada en mí, asustada.

—¿De qué tipo de amenaza estamos hablando Kyle? —pregunta preocupada.

—Saben lo que hiciste, tienen pruebas, y te amenazan con contárselo a esa persona y al resto del mundo. Con hacerlo público. Y... con hacerte lo mismo que tú hiciste...

Solo 20 días (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora