· 9: ¿A quién crees? ·

14 4 21
                                    

SEVDA


Cuando llegamos al sitio abro la boca sorprendida. Miro a mi alrededor y lo único que veo son árboles enormes, hierba, y pájaros que cantan. Levanto la vista con una sonrisa enorme y veo cómo se alzan sobre nosotros las copas de los árboles. Inhalo aire mientras el olor a naturaleza invade mis fosas nasales.

Avanzo unos pocos pasos más en busca del sonido que escucho, suena a cascada y huele a agua.

—¡Arthur! ¡Hay un lago! —Corro hacia él y tiro de su brazo para que me siga.

***

La tarde pasa entre risas, pero cada vez que río, su cara se transforma en la cara de Kyle. Porque solo quiero que él esté aquí, que seamos nosotros dos los que estemos aquí juntos.

—Me tengo que ir ya, Arthur —miro el reloj, son las siete, seguro que mi amiga está preocupada.

Él asiente y se levanta. Me mira ya de pie y me cede su mano para ayudarme a levantar. Le doy la mía y tira de mí con fuerza, con tanta energía que al subir nos quedamos a milímetros.

Su mano pasa por mi pelo y se acerca lentamente hasta mí. Hasta que termina juntando nuestros labios en un beso lento.

***

Nada más llegar al apartamento escribo a Miriam para decirle que ya estoy en casa. Cuando levanto la vista del teléfono me encuentro con un Kyle despeinado y serio.

—Estaba preocupado —me rodea con sus brazos y hunde su cabeza en mi hombro.

Yo no le sigo el abrazo, me quedo congelada ante ese acto tan inesperado. A cambio, cierro los ojos con fuerza mientras su olor entra en mí. Inconscientemente acabo levantando los brazos y siguiendo el abrazo. Pero justo en ese momento él se aparta.

—¿Dónde has estado todo el día? ¿Has comido? —intento reprimir la sonrisa que quiere salir de mí, su preocupación me parece tan tierna.

—Estaba con Arthur.

Al decir eso sus ojos se oscurecen y me sonríe falsamente.

—Espero que lo pasaras bien.

Se aleja de mí y suspiro. Ha pasado de abrazarme a prácticamente huir de mí en apenas segundos.

—Kyle...

Se gira al escuchar su nombre y yo me acerco a él. Al llegar en frente suyo, veo cómo sus ojos son ahora cristalinos, y cómo lucha con las lágrimas que pretenden asomar por sus mejillas.

—Yo preparo la cena —digo lo primero que se me viene a la mente—. Tú ve preparando el maratón para Big Bang Theory.

Le sonrío esperando que él haga lo mismo, pero eso no pasa. Como respuesta asiente y se mete de nuevo en la habitación.

***

Una vez en la cocina me muerdo el labio. La de veces que habremos estado aquí los dos, mientras uno cocinaba el otro le observaba dándole conversación. Hemos estado tan unidos... Y ahora en cambio, parecemos dos compañeros de piso desconocidos.

Termino la tortilla y la llevo al salón, donde ya me espera Kyle. Al verme llegar con esa cena sus ojos se iluminan y me mira con la ilusión que un niño pequeño mira una piruleta. Es el plato que hago que más le gusta, tortilla francesa con cachitos de jamón y queso.

Cenamos en silencio, un silencio atronador. Parece que entre nosotros se ha levantado un muro, como si ya nada fuera lo mismo.

—¿Qué tal con Belinda? —Derribo la barrera.

Solo 20 días (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora