· 15: ¿Eso pasó? ·

Start from the beginning
                                    

Gracias por hacer que ahora me pueda divertir el triple.

Tú mataste a ese chico, yo os mataré a vosotros.

Una vida a cambio de tres.


Empiezo a hiperventilar cuando termino de leer todo. ¿Quién es esta persona? ¿Qué quiere de nosotros?

—¡Joder! —grita Kyle desesperado.

Se toca el pelo con nerviosismo mientras me abraza con fuerza. Yo en cambio no soy capaz de articular palabra, el corazón me palpita a gran velocidad. Va tan rápido que parece que se me va a salir del cuerpo. Y es que no sé qué debemos hacer ahora, lo que me crea más incertidumbre.

—Kyle joder, ¿mataste a tu compañero? —nuestra amiga se aleja de nosotros llena de miedo.

Él no dice nada, solo se agarra el pelo una y otra vez con nerviosismo.

—¡No lo sé! —grita—. Joder, no tengo ni idea de qué pasó esa noche.

Él se tira al suelo.

—Sevda —me mira y yo niego.

No me puede hacer esto. Que no lo diga por favor...

—No —me anticipo a lo que quiere decir.

—Lo mejor será hacerle caso...

Lo miro sin creer lo que está diciendo. Después de lo que nos ha costado estar juntos, de las vueltas que hemos dado, de lo mal que ambos lo hemos pasado. Tras todos estos meses enamorados en la penumbra, escondidos tras paredes evitando contar nuestros sentimientos. Y cuando por fin todo sale a la luz, cuando tenemos un pocos días para ser felices. Después de todo esto, él quiere cortar a la mínima de cambio.

—Me da igual —confieso mis pensamientos—, él, o ella, ya sabe que estamos juntos, y ya nos ha amenazado a Miriam y a mí. Ya no le importará si estamos juntos o no. Seguirá yendo a por nosotros.

Tomo aire mientras le miro a los ojos y seguidamente agarro sus manos entre las mías.

—Vamos a averiguarlo. No vamos a dejar que siga yendo a por nosotros.

Les miro buscando su aprobación. Espero que estén de acuerdo y juntos lo consigamos. Los dos asienten, no nos quedaremos parados.

***

A mi mente viene el momento de la llamada y la nota. Esa persona sabe que Kyle nos ha contado toda la verdad. ¿Cómo lo ha averiguado?

Me levanto en completo silencio ante la mirada de mis dos amigos y observo todo lo que hay en el salón. Muevo la televisión, miro dentro del jarrón que la madre de Kyle nos regaló, me agacho debajo del sofá, muevo las cortinas. Y, ¡bingo! Al agitar las cortinas algo da contra el suelo. Me agacho a ver qué es y confirmo mis sospechas al instante.

—Un micrófono —Se lo enseño y acto seguido lo meto bajo el agua para que no funcione más.

Cuando llego al salón, descubro a Kyle y Miriam revolviendo todo. En busca de más micrófonos, si había uno puede que haya más.

Una vez hemos revuelto todo el salón, y sin encontrar más, hacemos lo mismo por toda la casa. Para acabar comprobando que teníamos un micrófono en cada rincón de la casa. En nuestras habitaciones había otro, al igual que en la cocina, el baño y el pasillo de la entrada. Estábamos muy vigilados.

Llegamos al sofá y los tres a la vez nos tiramos al asiento. Les miro y se me escapa una carcajada, lo que hace que ellos también rían. No es el momento de reír, pero la manera en la que los tres hemos acabado en el sillón ha sido la misma. Y aunque no sea el mejor momento para ninguno, estamos juntos, y de esta saldremos.

—Chicas —Kyle rompe el momento—. ¿Y si han pinchado nuestros móviles también?

Intentamos entre los tres averiguar si nos ha hackeado los teléfonos o los ha pinchado para espiarnos, pero puesto que no somos expertos, no llegamos a ninguna conclusión.

Así que finalmente optamos por la solución más profesional: acudir a que los expertos lo miren.

***

Volvemos de la tienda algo más relajados. El dueño es padre de un amigo de Miriam y nos ha dado prioridad. Tras preocuparse ante esa duda que teníamos, no ha tardado nada en comprobarlo. Finalmente, no tenemos los teléfonos pinchados, cosa que agradecemos enormemente. Dice que eso es muy difícil de hacer, y todos estamos de acuerdo en que es tomarse demasiadas molestias, cosa que no hará.

—¿Cómo averiguaremos quién es? —Me atrevo a preguntar.

Ellos no me responden. Ninguno tenemos la respuesta. Y es que, siempre que está pasando algo bueno, tiene que llegar otra cosa que lo estropee.

Llevo toda mi vida siendo positiva, comiéndome el mundo, revelándome hasta contra las nubes. Siempre he pensado que tras cada puerta oscura habría algo bueno que cancelara ese color. Y lo ha habido, porque soy de las que piensa que la positividad puede contra todo. No os voy a engañar, muchas veces la positividad no ha podido vencer al monstruo de mi mente. Pero siempre ha sido más poderosa que él.

Ahora quiero que eso siga siendo así, que mi yo positivo derrote al monstruo. Pero no las tengo todas conmigo. Todos en algún momento nos quedamos sin fuerza para seguir luchando. Y eso está bien.

Solo 20 días (COMPLETO)Where stories live. Discover now