Cuatro vidas, cuatro destinos, cuatro calvarios... unidos por la adversidad. Arrastran sus propios infiernos, cicatrices del pasado, heridas inconfesables. Son el caos, la tormenta, el fuego abrasador que devora. "Nadie elige de quien enamorarse", r...
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El instinto asesino que se vuelve imparable cuando tocan a uno de tus seres queridos, ese instinto que yacía dormido en la que llamaron "Fénix" y que ahora trata de resurgir arañando las paredes de metal donde se mantenía encerrado.
Ahora ya no hay nada que lo detenga, quiere salir y tiene hambre, este golpea firmemente a Alena quien en medio del desespero por salvar a su cuñada le entrega las llaves a ese fénix que está resurgiendo de las cenizas y que esta vez no habrá quien lo contenga.
«Debo salvarla»
Piensa cambiándose de ropa, llamando incontables veces a Alexander pero quien por culpa de un accidente provocado no puede tomar la llamada de la mujer que lo necesita, Alena se recarga de la puerta cuando un flashback de su vida en el ejército le llega.
"¡Vuelen esa mierda, no quiero ningún sobreviviente!"
Se sacude la cabeza pensando que no es el momento para alucinar, no ahora que Alexa la necesita, se hace una cola de caballo y sale de su habitación.
—Bárbara trata de llamar a Jared, su número está en la agenda del teléfono —habla en voz alta pensando que la rubia sigue en la sala entrando a la oficina de Alexander, abre la caja fuerte y toma las armas del pelinegro, recuerda como su padre le enseño a usarlas pero asegura para sí que jamás pensó que usaría esa habilidad en su vida. —Bárbara ¿Te contestó? —pregunta saliendo de la oficina corriendo con lo necesario a la sala. —¡¿Bárbara?! —grita pero no obtiene respuesta.
«¡Maldita sea!»
—¡Bárbara! —vuelve a gritar esperanzada de que pueda hallarla en alguna parte del departamento, vuelve a maldecir llevándose las manos a la cabeza, ahora no solo debe rescatar a Alexa sino a la rubia también.
"Que inicien los fuegos artificiales" Otro flashback le llega por lo que se sujeta de la barra antes de caer, esta vez no son flashback cortos, esta vez las imagenes se reproducen como si estuviese viendo una película en HD.
«No es el momento Alena, no puedes alucinar ahora» Se regaña sacudiendo la cabeza nuevamente «¡Piensa maldita sea!» No hay guardias, nadie le toma la llamada, tiene en el pecho un nudo que no se deshace, está preocupada por Alexander, por Jack, por la familia entera que en buen momento se les ocurrió desaparecer, no puede llegar así como así se repite.
"—Coronel son demasiados, no podremos contra ellos.
—No te acobardes Vasilisa, que el juego apenas comienza.
—¿Qué carajos haces Fénix?
—¡Adelantándoles su baño anual, ja, ja, ja, a bañarse perros!"
«¿Pero qué mierda?» Suelta sacudiéndose la cabeza, el dolor se vuelve insoportable los recuerdos le llegan uno tras otro, doblegándola, se lleva las manos a su cabeza soltando un grito desgarrador, grito que estremecería hasta el más cruel asesino, se pone en posición fetal tratando de disminuir el dolor pero este no cesa, el dolor que siente es como si le estuviesen rompiendo cada hueso del cuerpo al mismo tiempo, la cabeza parece que se le fuera a estallar y el ardor en la piel es como si la estuviesen quemando viva.
