· 5: Juego sucio ·

Start from the beginning
                                    

Le miro con seriedad y él me recibe con los ojos achinados.

—¡Buenos días! —Belinda se acerca a nosotros y besa a Kyle en la comisura del labio.

Suspiro y me voy a la cocina tras coger de la mano a Arthur.

***

La parejita feliz aparece también detrás nuestro.

—¿Qué quieres desayunar precioso? —pregunto a Arthur con una sonrisa.

—¿Te puedo desayunar a ti? —contesta mirándome pillo. Sonrío forzadamente y niego con la cabeza.

—Anda tonto —le doy suavemente en el brazo, ante la atenta mirada de Kyle.

Pasamos el desayuno con mucha tensión. Kyle y Belinda están acaramelados continuamente. Y yo intentando darle celos con Arthur, aunque no parece funcionar, porque estando Belinda presente pasa de nosotros.

Arthur me sigue el rollo aunque no lo hayamos hablado, y es Belinda la que continuamente está pendiente de nosotros.

Kyle termina de desayunar y su acompañante le mira con atención.

—Te has manchado —suelta con una risita tonta.

Él le pregunta que dónde e intenta limpiarse. Pero yo no veo que esté manchado en ningún sitio, así que niego diciéndole que está bien.

—Yo te limpio —Belinda se tira hacia él y le besa con pasión, haciendo que así limpia la supuesta mancha que dice tener.

Abro los ojos asombrada mientras observo a la pareja. Al principio él está desconcertado pero luego le sigue el beso con ansias.

Miro hacia mi vaso evitando seguir mirándolos. Pero no puedo, soy incapaz de ver cómo se siguen comiendo la boca. Así que dejo mi desayuno de un golpe en el fregadero y me voy con rapidez a mi habitación.

Al llegar al cuarto la rabia me consume y tiro al suelo lo primero que encuentro. Veo cómo la lamparita de noche se hace trizas en el piso. Así está mi corazón ahora. Kyle lo ha cogido y lo ha tirado al suelo haciendo que se rompa en mil pedazos. Tal y como yo acabo de hacer con la lamparita.

Y es que una vez que algo se rompe ya no se puede recomponer. Porque hay cosas que son imposibles de pegar, una vez se pegan ya nada es igual. Ya ha cambiado, no todo encaja. Puede que incluso sobre una pieza que no sabemos donde va pero parece no ir en ningún lado. Puede que a los dos días vuelva a romperse de nuevo y tengamos que sustituirlo por otro. Pero en cambio, eso no se puede hacer con un corazón. No se puede comprar otro, no se puede sustituir. Una lamparita se sustituye, un corazón no.

—¿Estás bien? —Arthur entra en la habitación y se acerca a acariciarme el brazo.

Le contesto diciéndole que sí, que se me había caído, pero parece que no he sonado muy convincente.

—No estás bien, Sevda, ¿es por Kyle y Belinda verdad? —sin siquiera contestarle ya sabe lo que respondo. Porque se acerca a mí y me abraza mientras yo rompo a llorar—. Sé que te has pasado la noche llorando, que me trajiste aquí porque él la trajo a ella, que intentas darle celos conmigo. Se nota a leguas que estás loca por sus huesos.

—Lo siento... —sorbo por la nariz mientras me separo para mirarle, porque es lo único que puedo decir. No quería utilizarlo para darle celos, pero es lo primero que se me ocurrió.

—El amor es muy complicado. Sé lo que estás viviendo. Sé cómo te sientes —hace una pausa, pensando bien lo que decir después, y lo que sale de su boca me deja de piedra—.  Yo te ayudaré.

—¿Harías eso? —pregunto con miedo e ilusión a la vez, la sonrisa que asoma por mi cara demuestra las ganas que tengo de dar celos a Kyle.

—Yo no tengo ninguna oportunidad ya, solo me queda ayudarte a conquistarle. Quiero que seas feliz Sevda, y si eso implica ayudarte a dar celos a otro, lo haré.

Lo abrazo con lágrimas en los ojos pero un gran nudo en la garganta, ojalá fuera él el dueño de las mariposas de mi estómago, todo sería tan fácil...

—Lo siento muchísimo Arthur...

—Tranquila, pasará —me sonríe—. Ahora quiero que te sientes en la cama y cruces las piernas.

Hago lo que me dice sin entender nada. Mientras yo me coloco él apaga la luz haciendo que solo esté iluminado por un pequeño halo de luz que entra de la ventana.

—Muy bien —dice con suavidad—. Ahora cierra los ojos. Inspira —lo hago—. Expira, que dure un poco más que la inspiración.

Él lo hace mientras me da indicaciones y los dos vamos a la vez inspirando y expirando.

Mi mente se pone en blanco y solo escucho la voz de él, me concentro en nuestra respiración y mi corazón va calmándose. Todo mi cuerpo empieza a relajarse y los hombros ya no me pesan como antes.

—Ahora, ya que estás relajada, tracemos un plan.

***

Una vez se han ido Arthur y Belinda a prepararse, nos quedamos los dos solos.

—¿Qué te ha pasado esta mañana? —me pregunta con cara seria.

—Nada, me he despertado con el estómago revuelto.

—¿Anoche bien con Arthur no?

—Genial, la mejor noche de toda mi vida —miento con un gran nudo en la garganta. Y tras decirle eso me doy media vuelta y me meto en mi cuarto a prepararme.

A los pocos minutos me llama por teléfono Miriam, y pese a que lo que menos quiero ahora es hablar, decido descolgar.

—¿Qué tal la resaca de Kyle? —ríe.

—Genial, ha dormido aquí ella.

—¿Qué? —levanta la voz—. ¿Se han acostado?

—Pues ella ha gritado mucho, así que...

Escucho cómo suspira al otro lado de la línea y un gran nudo se posa en mi garganta, pero no puedo dejar que eso me gane.

—Arthur me va a ayudar, esto es la guerra Miriam —declaro con seguridad.

Mi amiga me aconseja una y otra vez que no lo haga, que no es buena idea y no acabará bien. Pero llegados a este punto, eso lo sé. Solo queda que nos divirtamos.

Le cuelgo para poder prepararme tranquilamente y abro mi armario en busca de lo más bonito. Mi vestido negro de palabra de honor. Cada vez que Kyle me ha visto con este vestido me ha dicho lo mucho que le gustaba. En cambio hoy lo luzco con Arthur.

***

Escucho la puerta sonar y salgo apresuradamente de la habitación, Arthur me ha avisado de que estaba llegando. Por lo que supongo que es él.

Abro con una gran sonrisa y le observo con atención, lleva  un pantalón negro con una camisa azul marino. Y para qué mentir, ese conjunto le luce fantástico.

***

Esto se ha convertido en un juego muy peligroso 😱😱
Gracias por seguir leyendoo! 💖

Solo 20 días (COMPLETO)Where stories live. Discover now