One shots bnha

¡Especial Midoriya!

Esta historia está hecha en la infancia de los personajes.

Narrador: omnisciente.

______ va de camino al parque, con su pelota favorita entre las manos.

Cuando llega, ve a un niño pecoso con el pelo verde sollozando, y no puede evitar pensar que parece un brócoli triste.

Se siente mal por él, así que decide preguntarle que es lo que le pasa.

-Hola- dice ella con una sonrisa.- ¿Porque estás llorando?- pregunta con curiosidad.

-¿H-hum?- el pecoso levanta la mirada, para ver a una niña con la mirada llena de curiosidad enfrente suyo.

-¿Te has hecho daño?- insiste la desconocida.

-N-no.- dice él enrte sollozos.

-¿Entonces que ocurre?

-Hoy es mi cumpleaños, pero...

-¿¡Es tu cumpleaños!? ¡Muchas felicidades, brócoli!- dice ella con un grande sonrisa.

-¡No me llames brócoli!- reprocha el peliverde, molesto.

-Perdón, pero es que no sé como te llamas, y tu pelo me ha recordado a un brócoli.

-Me llamo Midoriya.

-Bien Midoriya. ¿Dónde están tus amigos? ¡Tienes que celebrarlo!

-Ese es el problema... Habíamos quedado aquí, pero nadie se ha presentado.-el pobre chico está a punto de llorar otra vez.

-¡Que malos! Eso no son amigos- dice ella, enfadada con esos desconocidos.

-Bueno...- Midoriya agacha la mirada y, de nuevo, lágrimas empiezan a resbalar por sus mejillas llenas de pecas.

-¡Pues no lo vas a pasar solo, me niego a eso! Venga, ¿a qué te apetece jugar?

-¿Eh?- el pecoso vuelve a levantar la mirada, viendo a esa extraña con una sonrisa estampada en la cara.- No tienes por qué hacer esto, enserio.

-¡Claro que sí! Venga jugemos a la pelota. ¿Te apetece jugar al mata conejos?

El cumpleañero, maravillado por la simpatía de esa chica, sonríe con ganas y empieza a jugar con ella.

Los chicos empiezan a jugar, se divierten y ríen sin parar.

Para a mala suerte de pequeño Midoriya, mientas corría para que su nueva amiga no lo pillase, se tropieza con una piedra y cae a suelo.

-¡Midoriya! ¿Estás bien?- ______ se apresura a alcanzarlo y se agacha para asegurarse de que su amigo no se ha hecho daño.

-Sangra...- el peliverde inetntaba no llorar.

-Ven, levántate. Vamos a limpiarte la herida a la fuente.

Con su ayuda, el pecoso se levanta y juntos van a a fuente para limpiar su herida.

-¡Ay!- se queja el chico cuando ella pasa la mano por su rodilla para limpiar mejor los restos de arena.

-Lo siento, lo siento.- está concentrada en ayudar a su nuevo amigo.- ¡Ya está! Ha sido un pequeño rasguño, dentro de poco ni te acordarás de él.

El peliverde espera que así sea, y ambos empiezan a jugar de nuevo.

-¡Espera!- la chica para en seco al darte cuenta de un detalle muy importante que no habías pensado.

-¿Que pasa _____? ¿Estás bien?- preocupado, Midoriya la gira para mirarla cara a cara.

-Sí, tan solo dejame pensar un momento. Humm...