Aizawa Shota

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Narrador: omnisciente.

Aizawa y ______ estaban entrando en su cafetería favorita después de un largo día de trabajo.

-Ves a coger mesa, yo pediré los cafés.- dijo el pelinegro.- ¿Lo de siempre?

-Sí.- contestó con una sonrisa para después ir a una mesa al lado de la ventana.

La chica se distrajo mirando el móvil mientras que su novio hacía cola para pedir las bebidas.

De repente, un compañero de trabajo apareció justo enfrente de la fémina.

-Ay, hola Kito.- saludó ella amablemente.

-Hola ______, ¿cómo estás?

-Pues bien, descansando después del trabajo.

-Bien... Estás sola, por lo que veo.- se fijó el chico.

-De hecho no, mi- -pero su compañero no le dejó terminar.

-______, necesito decirte algo.- dijo nervioso.

-Oh, dime Kito, ¿qué pasa?- preguntó ella curiosa.

A todo esto, Aizawa había reconocido al compañero de trabajo de ______ y podía escuchar toda la conversación, pero prefirió no intervenir.

-Hace mucho que quiero decirte esto, pero siempre me arrepiento en el último momento...- su curiosidad no hacía más que crecer.- Pero hoy es el día, así que... ______, me gustas mucho, ¿querrías salir algún día y conocernos mejor?- dijo mientras sacaba un pequeño ramo de flores de su cartera.

La chica palideció.

-Q-que... ¿te gusto?- fue lo único que pudo decir.

-Sí.- respondió su contrario, un poco más confiado que antes.

¿Qué hago? No quiero hacerle daño, pero yo estoy con Aizawa, y lo quiero. ¿Cómo le digo eso sin herir sus sentimientos?

-¿Y bien...?- el chico estaba muy nervioso, y el silencio de la chica no lo estaba ayudando a calmarse.

Por otra parte, Aizawa no entendía porqué estaba tardando tanto en responder un simple "no".

¿Acaso está dudando de nosotros? ¿Se lo está pensando? ¿No está feliz conmigo?

-No tenía ni idea de que yo te gustaba... Pero es que, yo ya estoy- la fémina se vio interrumpida por su novio, el cual decidió entrar en la conversación al ver que su pareja estaba tardando demasiado en rechazarlo.

-¿Hay algún problema?- preguntó el pelinegro.

-¿Disculpa?- su compañero de trabajo la mira, confuso.- ¿Lo conoces?

-Sí, es mi novio. Es lo que te intentaba decir...- respondió, algo incómoda por la situación.

-Oh, ¿enserio?- Aizawa asintió, serio.- Lo siento mucho, no tenía ni idea.- se disculpó el chico, cada vez más nervioso.

Rápidamente se fue, con una risa nerviosa y el ramo de flores en la mano.

Los dos miraron cómo se iba, aunque Aizawa estaba visiblemente enfadado.

-¿Te vas a quedar ahí sentada o...?- rápidamente la fémina se levantó y ambos salieron de la cafetería entre un incómodo silencio.

Después de estar andando unos minutos que parecen horas, ______ decide hablar con él.

-Oye Shota, ¿podemos hablar?

-¿De qué quieres hablar? ¿Del cómo no le estabas diciendo nada al chico que te estaba invitando a salir enfrente mio?- respondió enrabiado.

-Sabía que estarías molesto... Vamos a hablarlo, porfavor.

-Tan solo olvídalo.

-No, quiero que lo entiendas. Estaba intentando ser amable, no quiería herir sus sentimientos respondiéndole de manera borde.- explicó ella, esperando que su novio lo comprendiera.

-Intentando ser amable, ¿no? ¿Cómo? ¿Considerando aceptar su oferta? Porque te lo has pensado muy bien.

-¡Shota! Sabes que eso no es cierto.

-Pues por eso no hay nada de lo que hablar.- dijo él, volviendo a ese silencio incómodo.

Ella intentó explicarle de nuevo que no era lo que él pensaba, pero no escuchaba. Ese malentendido se estaba convirtiendo en una discusión en medio de la calle, donde ambos expresaban su frustración ante el otro.

-No quiero montar una escena en la calle, me voy a casa. Ya lo hablaremos cuando los dos estemos más calmados.- dicho esto, empezó a caminar más rápido que antes y la dejó atrás.

La chica se sentó en un banco cercano, cansada de terminar siempre en la misma situación.

¿Porqué siempre me tengo que preocupar por los demás? ¿Porqué no puedo decir no?

Permaneció allí sentada unos cuantos minutos, hasta que notó que alguien se sentó al lado suyo.

Levantó la vista y se sorprendió al ver a Aizawa mirándole.

-¿Aún estás aquí?- preguntó el pelinegro.

-Has sido tú el que se ha ido así que, ¿que te importa?

-Verte molesta es lo último que quiero.- dijo sincero.- Vámos, habla conmigo. He sido un idiota, pero ahora sí que te voy a escuchar. Porfavor, no quiero verte así.

La fémina suspiró, y comenzó a hablar:

-Es que... Siempre inento que todo el mundo esté contento, pero siempre termino consiguiendo todo lo contrario. Y no sé como arreglarlo.- explicó, y los ojos se le aguaron.

-Está bien que quieras la felicidad de todos, pero no la puedes anteponer a la tuya propia, ni a la nuestra.- el pelinegro suspiró.- Y no lo digo por hoy, esto ya ha pasado más veces ______.

-Lo sé... Es que me siento mal, no puedo evitarlo. Siempre creo que estoy haciendo lo correcto, pero nunca sale bien.

-Estás demasiado ocupada pensando en cómo se sentirán los demás, pero dime: ¿y tú? ¿Cuando pensarás en ti?

La chica bajó la cabeza, avergonzada. Sabía que tenía razón, pero no sabía cómo cambiar su comportamiento.

-Venga, vamos a casa, allí hablaremos mejor, ¿si?- dijo mientras le tendía la mano.

-Vale.- respondió la chica, y emprendieron camino a casa.


One shots bnhaWhere stories live. Discover now