Sero Hanta

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Narrador: ______

Aquel día hacía mucha calor. Estaba en mi casa en frente del ventilador, con un top y pantalón corto, y aún así sudaba demasiado. Qué asco.

Me puse a ver mi móvil tranquilamente, cuando me llegó un mensaje.

Sero :)

Oye!!

Dimee

Vienes a la piscina?
La de mi casa, q hoy
hace mucha calor

Vale!! Me estoy ASANDO.
Literalmente

Geniaal, ps te veo
allí :D

:)

Dejé el móvil cargando y me di una ducha rápida para quitarme el sudor.

Me puse un bikini rojo oscuro, y encima una camiseta algo corta holgada y unos pantalones fresquitos. Salí con las chanclas y una mochila con protector solar y la toalla, más las llaves de casa y la cartera.

Llegué a casa de Sero unos minutos después, y toqué al timbre.

En segundos, que se hicieron bastante largos, el pelinegro abrió la puerta, con su característica sonrisa estampada en la cara.

-¡______! Qué bien que hayas venido, pasa anda.- dijo muy amigable.

Entré y me llevó hasta la sala principal. Su casa no era demasiado grande o lujosa, de hecho era una casa promedio. Pero que tuviera piscina marcaba la diferencia.

-¿Dónde dejo esto?- pregunté señalando mi mochila.

-¡Oh! Lo puedes dejar en mí habitación, y cámbiate allí si quieres también, te espero fuera.- me dijo simpático.

Me indicó dónde estaba su habitación, y luego por donde salía hacia la piscina.

Me encaminé hasta su cuarto, saqué el protector solar y la toalla, y dejé dentro mi ropa, quedándome en bikini.

La verdad es que me daba un poco de vergüenza estar así vestida delante suyo, pero la calor era insoportable así que intentaba no pensar mucho en ello.

Dejé la mochila en un rincón donde no molestaba, y me encaminé, con mis cosas en la mano, hacia el jardín donde estaba la piscina.

Al salir de la casa, Sero, ya sin camiseta, se quedó viéndome fijamente.

-¿Q-qué pasa?- dije avergonzada. Notaba como me estaba poniendo roja.

-Nada perdón, es solo que te queda muy bien el bañador.- dijo sincero, y un poco colorado.

Me sonrojé aún más, y él rio un poco.

-Gracias... Tu tampoco te ves mal- dije aún avergonzada, pero tratando de ocultarlo.

Ahora fue él quien se sonrojó fuertemente, y me tocó a mí reírme.

Pero no le había mentido. Llevaba un bañador azul oscuro de cintura baja y ya está. Dejaba ver sus abdominales bien formados, volviéndome loca.

One shots bnhaOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz