One shots bnha

Kaminari Denki

Narrador: Kaminari

Era una fastidiosa tarde de lluvia. Soy un chico de sol, la lluvia baja mi estado de ánimo normalmente, pero ese día era peor: había quedado para hacer un picnic con mi novia, pero nos vimos obligados a cancelarlo por el tiempo.

Molesto, me dirigí hacia la cocina donde me preparé la comida. Mis padres estaban trabajando, así que me tocaba hacerme la comida hoy.

Después de prepararme unos sencillos macarrones con tomate, mi teléfono empezó a sonar.

-¿______? ¿Va todo bien?- ella no solía llamar demasiado, así que me sorprendí un poco.

-Si, si. Es sólo que... Hoy me he quedado con las ganas de verte, pero no podemos salir afuera.- dijo en un tono apenado.

-Ya... Me da rabia. Yo también tenía ganas pero oye, ¡ya vendrán más días!- intenté ser optimista por ella, realmente odiaba sentir que estaba triste.

-Bueno... Yo había tenido una idea.- aquello despertó mi curiosidad.

-¿Ah sí? ¿Y cuál es tu idea?

-Uno de los dos podemos ir a casa del otro y estar juntos un rato viendo una peli, o haciéndonos mimos.- su tono era algo vergonzoso, y me la imaginé con el rostro algo colorado por la vergüenza.

-Me encantaría, pero si vienes aquí te mojaras igual, y no quiero que enfermes- odiaba estar poniendo pegas, pues lo único que quería era verla, pero su salud es lo más importante.

-Denki.- llamó en un tono serio- ¿Sabes lo que son los paraguas?

Me quedé con cara de tonto. No había caído en eso, la verdad.

Al final quedamos en que vendría ella a casa y pasaríamos la tarde juntos.

Estaba terminando de recoger un poco cuando el timbre sonó.

-¡Ya voy!- avisé.

Al abrir la puerta, mi chica sonrió bajo el paraguas, el cual emitía el sonido del agua chocar contra la tela.

-Pasa anda, que hace frío.- dije obligándola a pasar.

Una vez estuvo dentro resguardada de la lluvia, le planté un beso de bienvenida.

-Hola.- dijo en un tono suave y amable con una enorme sonrisa pintada en la cara.

-Hola rayito.- respondí- ¿Qué llevas ahí dentro?- señalé a la bolsa que traía en la mano.

-Había penasado en hacer una tarta, así que traje los ingredientes...- estaba un poco colorada- ¿Te apetece? Sino podemos hacer otra cosa, a mi me da igual.

Como de costumbre, quería que me sintiera cómodo, aunque eso significara no hacer el pastel que ella tanto quería preparar. Porque se notaba que queria hacerlo.

-¡Claro que sí!- una enorme sonrisa llena de ilusión aparecó en su cara.- Pero yo no he hecho demasiados, tendras que ir enseñamdome como un niño pequeño.- dije algo avergonzado.

-Ya contaba con eso, no te preocupes.- dijo burlona.

-¡Auch!- dramaticé, a lo que ella se hechó a reír.

Nos encaminamos a la cocina, donde calentamos el horno y cogimos los utensilios necesarios.

-La mejor parte es decorar el pastel, tengo ganas de que lo decoremos juntos.- dijo dulcemente sonriendo mientras batía los huevos.

La abracé por detrás, oliendo su pelo.

-Yo también- deposité un tierno beso en su cuello y cogí la harina para mezclarla.