Touya Todoroki (Dabi)

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¡Nota de autora!: Esta historia ocurre antes de la liga de villanos.

Narrador: Dabi

-¿Preparada?- pregunté a mi novia con una sonrisa maliciosa y divertida.

-Siempre.- respondió confiada con la misma expresión que yo.

Me encantaba ser libre junto a ella, hacer lo que nos diera la gana cuando nos diera la gana y donde nos diera la gana.

Ese día íbamos a pasarlo bien en un bar donde yo estaba endaudado por apuestas. Básicamente, íbamos a robar para después destruirlo, el bar y todos los que estuvieran dentro también.

Entramos tranquilamente allí, y no pasó ni un segundo que ya me miraba el propietario con un aspecto desafiante.

-Hola, cuanto tiempo Yuuto.- dije vacilante.

-Demasiado para mi gusto, Dabi.- pronunció mi nombre con desprecio.

Su mirada se dirigió a ______, y sus asquerosos ojos la miraron de arriba abajo, deseándola.

Iba a aclararle las cosas, cuando ella me apretó la pierna suavemente indicando que no perdiera los estribos. Tenía razón, si me precipitaba todo podría salir mal.

-¿Quién es la lindura que has traído contigo?- me preguntó sin dejar de mirarla.

-Mi novia, así que mantén los ojos y la imaginación alejados de ella, haz el favor.- dije en el tono más agradable que pude.

Yuuta se rió y volvió a mirarme.

-Bueno, creo que no has aparecido aquí después de casi dos años y medio para presumir a tu chica, ¿verdad?- nos pasó a ambos vasos con licor.- ¿Tienes ya lo que me debes?

-Y yo que había venido para hablar con un viejo amigo y no para discutir.- mentí, fingiendo molestia.

______ rio a lo bajo.

-¿Quieres decir que has venido aquí con las manos vacías?- dijo el arrogante propietario de aquel bar de mala muerte.

Asentí indiferente.

-Vale, no tienes porqué conseguirme el dinero, te tengo una propuesta.

Supe que sería una burrada viniendo de Yuuta, pero lo dejé hablar igualmente.

-Adelante.

Salió de la barra colocándose detrás mío y de mi novia, entremedio nuestro.

Entonces cogió un mechón de pelo y acercó su cabeza demasiado a su cuello.

-Dejame con tu chica una noche y todo resuelto- susurró lo suficientemente alto para que yo pudiera escuchar.

Vi que un escalofrío de repugnancia recorrió su cuerpo, y la rabia me invadió en un momento. Estaba tocando a mí chica, propeniendome que dejara que se acostara con ella. Estaba loco. Solo de imaginarmelo me ponía enfermo.

Había llegado la hora de la acción, demasiada charla para mi gusto.

Lo empujé lejos de ella y me puse enfrente suyo de modo protector. Yuuta se estampó contra los taburetes de la barra y calló estrepitosamente al suelo.

-Ni se te ocurra volver a tocarla.- dije serio.

-¿Entonces no hay trato?- dijo con una sonrisa levantándose del suelo. Negué con la cabeza, aún enfadado.- Que pena... Habrá que hacer esto por las malas. No quería que acabara nos así, Dabi.- fingió tristeza.

Giré para ver a ______ que estaba levantada detrás mío, en posición de combate con esa sonrisa suya que me volvía loco.

Volví a girar hacia delante, preparándome para la batalla también. Toda la gente que había en el bar nos rodeó, uniéndose a Yuuta en el combate.

Él fue el que empezó la pelea, haciéndome levitar con su quirk y estampando me contra el techo. Desde allí arriba le lancé fuertes llamas que logró esquivar a duras penas.

Mi chica lo atacó por detrás, haciendo que perdiera la concentración y así pude bajar yo, aterrizando en el mostrador.

-¿Quieres bailar, muñeca?- oí que le decía mientras la agarraba de brazo y la hacia caer de espaldas.

Ella arrastró una de sus piernas por sus pies y lo hizo caer al suelo, aterrizando sobre su asqueroso trasero.

Habían más hombres dispuestos a atacarla ahora que estaba distraída, así que me encargue de ellos.

Ambos luchamos contra todos los que pudimos, pero nos vimos separados, yo en el bar y ella afuera, en la calle. No podía ir con ella, pero era fuerte y sabía que iba a estar bien.

Apalicé a todos, tanto en contacto físico como con mis llamas, y en unos minutos ya había cogido una bolsa llena de dinero. Corrí hacia afuera y no vi a nadie luchando, tan solo a unos cuantos hombres derrotados en el suelo, retorciéndose de dolor. Busqué con la mirada a ______, pero no la encontré por ninguna parte.

Me empecé a agobiar, y al final de aquel oscuro y sucio callejón, vi una figura femenina en el suelo.

-Mierda.

Corrí hasta allí, rezando por que no fuera ella la que estaba tirada en el suelo.

Desgraciadamente, sí era ______. Estaba en el suelo, sangrando muy malherida.

Me agaché y aparte su pelo manchado de sangre de la cara.

-D-dabi...- dijo ella con un hilo de voz.

-Shhhh no hables, no malgastes tus energías.- pedí.

-D-dabi, tu y yo sabemos que no voy a salir de esta- me dijo con una sonrisa triste.

-No... Vas a salir bien, vas a estar bien, lo prometo- noté como sangre empezó a salir de mis cicatrices.

-Te quiero mucho, eres lo mejor que me ha pasado.- con la mano débil me limpió las "lágrimas" que rodaban por mis mejillas, y algunas caían sobre su cara y pecho.

-No digas eso, vamos a conseguir ayuda.- intenté cogerla, pero ella se quejó del dolor, parecía insoportable.

La volví a dejar en el suelo, no podía soportar verla sufrir así.

-Voy a llamar a un doctor que conozco, vendrá aquí pronto, aguanta hasta que llegue ¿vale?- pedí sollozando.

Cogí el teléfono pero ella me lo apartó.

-Escúchame porfavor- pidió y cogió mis manos, así que decidí mantener toda mi atención a ella.- Vas a estar bien, tienes que seguir adelante y ser el hombre que eres por mi, ¿de acuerdo?- ahora ella empezó a llorar.

-No, no, no... No puedo hacer esto sin ti. Te amo... Por favor no me dejes, eres lo único que tengo ______, no me puedes dejar en este infierno sin ti.- apretaba sus manos con fuerza.

Notaba cómo cada vez estaba más pálida y perdía las fuerzas, hasta que dejó de mirarme, perdió ese brillo de sus ojos del que estaba enamorado.

-No... ¡______ quédate conmigo! ¡Despierta! Porfavor ______... ¡Joder!- sentí mi corazón romperse en millones de pedacitos.

Me quedé horas llorando, abrazando su frío cuerpo, y supe que nunca volvería a ser feliz después de ella.

One shots bnhaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora