La liga de villanos

2.3K 89 9
                                    

¡Advertencia! Contiene insinuaciones y escenarios resumidos y no explícitos de violación y pedofilia.

Narrador: ______

Estaba saliendo de ese callejón mugriento. Por fin ese viejo verde tuvo su merecido. No quería ni imaginarme lo mal que lo debió de haber pasado esa pobre e inocente chica.

Debía salir de aquel barrio de mala muerte antes de que la policía llegara. Por suerte, no solían acercarse mucho a aquella zona, pero siempre inspeccionaban en la noche, pues era cuando más problemas habían.

Me disponía a llegar a mi casa a salvo, mañana me tocaba trabajar temprano.

Mi situación era la siguiente: mucha gente me consideraba una asesina poderosa y temible, aunque yo no lo veía de la misma forma. Yo tan solo me tomaba la justicia por mi mano, pues la sociedad para mí estaba muy equivocada con los delitos. Me refiero a que, si una persona roba en un supermercado porque necesita el dinero para poder pagarle la comida a sus hijos y la renta para tener un techo donde vivir, era un monstruo y se quedaba encarcelado la mayor parte de su vida. Sin encambio, si un violador i/o pedófilo hace algo indebido con el primer inocente que cruce su camino, primero lo creen a él y sale de rositas a la calle todos los días, perturbando a la gente.

Era injusto.

Lo que yo hacía era encargarme de esos enfermos, sin piedad alguna.

Justo cuando iba a cruzar la esquina para salir del barrio, una irritable voz me susurró por detrás.

-Esta noche te vienes con nosotros.

No me dio tiempo a reaccionar, de repente una neblina negra y lila recubrió mi cuerpo.

Cuando esa especie de niebla se despejó, me vi atrapada en lo que parecía un viejo bar abandonado.

-¿Qué cojones hago aquí y que queréis de mi?- coloqué mi mano en la empuñadura de mi cuchillo, el cual estaba guardado en un estuche que colgaba de mi cinturón.

-Tranquila fiera.- dijo divertido un chico alto y pelinegro con quemaduras en su cara y brazos.

-No queremos peleas, venimos a proponerte algo.- dijo la misma voz irritante de antes.

La voz pertenecía a un hombre delgaducho, de aspecto desaliñado y poco cuidado. Tenía cicatrices y la piel irritada, con la cara demasiado blanca que resultaba incluso extraño y el pelo azul celeste, algo apagado. Tenía manos por todo su cuerpo, incluida la cara, provocando que no pudiera verlo.

-¿Una propuesta?- asintió seguro de sí mismo- No gracias. ¿Ya me puedo ir?

-Me cae bien.- volvió a hablar el de las quemaduras.

Puse los ojos en blanco y miré atentamente al chico de las manos.

-Dejanos explicártela al menos, señorita.- el hombre que me teletransportó aquí era el que hablaba.

Suspiré. El chico de las manos, que supuse que era el líder, volvió a hablar.

-La liga de villanos se está fortaleciendo, y necesitamos ayuda de los mejores asesinos de Japón. Tú- me señaló y se acercó un poco a mí- eres una de esas. Vamos a lograr cosas grandiosas juntos si te unes a nosotros.

Toda la sala me miraba, esperando una respuesta después de aquel pequeño discurso.

-No.

Todos quedaron impactados, menos el chico de las quemaduras, él seguía con una pequeña sonrisa burlona en la cara.

-¿Qué? ¿Porque no?- el lider empezó a rascarse el cuello.

Que grima.

-Fácil: yo voy por libre. No estoy interesada en ser compañera de nadie, y mucho menos matar a gente sin ton ni son para tener poder. Nada de eso me interesa.- aclaré indiferente.

-No lo entiendo. ¡Podrías tener todo el poder que quisieras en la palma de tu mano!- el de las manos empezaba a estar tan irritado como su voz.

-Ya te lo he dicho, el poder no me interesa. Además, incluso si aceptara, tu te quedarías con mi supuesto poder, pues eres el líder y debería seguirte, cosa que no me gustaría menos.- concluí.

-Entonces, ¿porqué matas? ¡Te he visto hoy mismo en plena acción, asesinando a un señor, padre de familia!

-Ese hombre era un violador pedófilo que se aprovecho de una menor de quince años la noche pasada, merecía morir.- dije fría.

Me creaba repulsión pensar en ese hombre, y cierta tristeza al pensar en la chica y el trauma con el que estaría lidiando ahora.

-¿Entonces lo que quieres decir es que te tomas la justicia por tu cuenta?- asentí ante la pregunta que formuló el chico de los portales.

-Ahora que está todo aclarado y si mi respuesta, ¿me puedo ir ya a mí casa o pensáis retenerme mucho tiempo más?

-¿Estás segura de que no quieres pensartelo durante un tiempo antes de dar la respuesta definitiva?- siguió preguntando el desaliñado líder.- Tienes unas habilidades increíbles.

-¡Seríamos muy amigas! Además, eres muy guapa... Me pregunto si tu sangre sabrá bien.- una rubia con cara de psicópata hablo por primera vez.

La miré extrañada. ¿Mi sangre? ¿Pero qué mierdas dice?

-Estoy segura de mi respuesta, déjenme salir de aquí .- dije ya algo impaciente.

-Debemos de respetar su decisión, ¿no Shigaraki?- habló de nuevo el chico de la espesa niebla.

-Urgh es que tiene mucho potencial.- se quejó el que ahora sabía que se llamaba Shigaraki.- Bueno, tú te lo pierdes.- ahora se dirigía a mi- Cuando veas nuestros increíbles logros en la televisión te arrepentirás.

Oh Dios mío, que infantil.

Miré al de los portales para que me dejara de nuevo en la calle, él captó la referencia y vino algo más cerca mío para encargarse de ello más fácil.

Antes de que toda esa neblina me recubriera entera, me despedí algo sarcástica con la mano a las demás personas que estaban en la sala, incluido ese tal Shigaraki.

En un abrir y cerrar de ojos, estaba enfrente de mi casa.

-¿Cómo sabes dónde vivo?- pregunté extrañada.

-Llevamos varios días siguiéndote la pista para verificar si los rumores eran ciertos.- explicó aquel misterioso hombre.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo.

Se ve que el hombre de la niebla no tenía nada más que decir, pues de un momento a otro desapareció .

Mientras subía las escaleras del edificio no podía parar de pensar en lo que acababa de ocurrir.

Menuda panda de locos flipados.

One shots bnhaWhere stories live. Discover now