One shots bnha

Bakugo Katsuki

¡Advertencias! Cuando la letra está en cursiva (así) significa los pensamientos de los personajes.
One shot más largo de lo normal.

Narrador: omnisciente

Otra vez llegaba tarde. Últimamente, su esposo llegaba a las tantas de la noche, o demasiado cansado como para hacerle caso a su esposa.

Normalmente no le molestaría tanto, pero hoy había preparado su comida favorita y decorado la casa románticamente, además de vestirse bien ella. Era su aniversario, pero él no aparecía por ninguna parte.

-Ya son las 00:00...- se quejó frustrada y algo enfadada la mujer.

Decidió tumbarse en el sofá, ella también estaba cansada. Sin quererlo, se quedó dormida mientras esperaba a su marido.

Media hora más tarde, Bakugo abrió la puerta de su casa. Se quitó la máscara de su traje y las enormes y pesadas granadas que llevaba en los brazos.

-______, ¿estás despierta?- preguntó el cenizo en voz baja, pues no quería despertarla si es que estaba dormida.

Al entrar en la sala de estar, una pequeña sonrisa se dibujó en su cara al ver a su esposa dormida en el sofá.

Se sintió mal, pues había preparado todo para cenar con él. Incluso se puso el vestido que tanto le gustaba, mierda.

Se agachó a la altura de la fémina y colocó un pequeño beso en la frente de esta, para luego empezar a acariciarle el brazo con suavidad.

-Siento haber llegado tan tarde, sobretodo en nuestro aniversario, pero la faena se complicó y tuve que llevar yo al villano a la comisaría... Todo un marrón.- explicó bajito él, mientras seguía acariciándola.

Se quedó así un rato, después fue a la habitación y se colocó el pijama.

Al entrar a la cocina para coger algo de comida, se encontró la mesa decorada con velas, la mayoria ya apagadas, y dos platos enteros y ahora fríos con su comida favorita en el interior.

-Joder _____...- el cenizo de sintió culpable, pues ella había puesto mucho esfuerzo y cariño en esto y él ni siquiera se había presentado.

Era consciente que últimamente las cosas no iban bien entre ellos, sobretodo por su trabajo, pero tampoco es que él pudiera hacer mucho al respecto.

Mientras Bakugo estaba en la cocina, la chica se despertó.

La una de la mañana y aún no ha aparecido.

Enfadada se levantó y se dirigió a la habitación, se puso el pijama y se acostó, incapaz de conciliar el sueño.

Al salir de la cocina, Katsuki no vió a su esposa en el sofá como lo estaba hacía unos minutos, así que se extrañó.

-¿______?- entró en el lavabo, pero tampoco la encontró allí.

Se dirigió hacia la habitación que tenían conjunta, y se la encontró acostada y hecha bolita sobre el colchón. Ella al notar su presencia lo miró, pero no le dijo absolutamente nada.

-Hola- se limitó a decir su marido, pues no llevaba bien ese tipo de situaciones.

La fémina se giró, dándole la espalda al de ojos escarlata.

-¿Qué te pasa? Podrías saludarme al menos.- seguía callada.- ¡Contéstame!- se estaba comenzando a impacientar.

-Así que encima me gritas.- dijo ella en un tono calmado pero frío, cosa que era totalmente extraña en ella.

-Mira, sé que estás enfadada y lo siento, déjalo estar ¿vale?

-¡No, no vale Katsuki!- se levantó de la cama, enfrentandolo.- ¡Parece que es más importante tu trabajo que tú propia mujer joder!- los ojos se me empezaban a aguar, pero ella no quería llorar.