One shots bnha

Todoroki Shoto

Narrador: ______

Estaba en mi habitación sin hacer nada. El día de hoy fue una mierda: en las batallas de entrenamiento me derrotaron demasiadas veces, hicieron un examen sorpresa y, para colmo, pusieron un examen para la semana que viene sobre las leyes que deben respetar los héroes. Y se me daba fatal.

Me estaba empezando a agobiar en la sala común donde estaban todos, así que decidí subir a mí habitación.

Entonces tocaron a la puerta.

-______-la voz suave de Todoroki se escuchaba detrás de la puerta.

Me levanté para abrirle.

-¡Hola Todoroki-kun! ¿Necesitas algo?- cada vez que lo veía me ponía alegre, él siempre provocaba ese efecto en mi.

-No... Bueno, es que he visto que te has ido de la sala común antes, y no tenías muy buena cara... Era para asegurarme que estás bien- dijo en un tono algo preocupado.

Sonreí inconscientemente, como una tonta. Se estaba preocupando por mi...

-¡Estoy bien! Solo me agobié un poco, hoy no ha sido mi mejor día...

-Oh, entiendo... ¿Me dejas intentar que tu día acabe mejor?- preguntó inocente.

-Calro... Pero, ¿cómo?- tenía bastante curiosidad.

-Es una sorpresa- dijo sonriente.- Nos vemos en la entrada en diez minutos. Abrigate, ¿vale? Hace frío, no quiero que enfermes.- dicho esto, salió por la puerta.

Sentía bastante curiosidad sobre qué íbamos a hacer, así que me preparé rápido. Me quité el uniforme y me puse unos tejanos largos, una sudadera beige y la chaqueta encima. Cómo era invierno, me coloqué un gorro blanco y unos guantes azul claro, más una bufanda a rayas de esos dos colores.

Al llegar allí, él ya estaba esperándome.

-Pero ya casi es la hora de cenar- dije al oler el olor que provenía de la cocina. Aunque yo no tenía hambre, no quería que él se quedara sin cenar.

-¿Tienes hambre?- negué con la cabeza- Bien, cuando lleguemos comemos algo, ¿si? No estaremos mucho rato fuera.

-Vale- sonreí.

-¿Te has abrigado bien?- preguntó, mirándome de arriba a abajo.

-Sí, ¿y tú qué?- pregunté. Tampoco quería que se refriara.

-También, además mi quirk me ayuda a entrar en calor- dijo, señalando al lado donde su poder era el fuego.

-Vale, pues nos podemos ir entoces.- estaba impaciente, las sorpresas siempre me daban algunos nervios.

Al abrir la puerta de la calle, el frío invernal me hizo estremecer.

Caminamos por un sendero unos largos minutos, donde hablamos de las clases prácticas y todas las mejoras que estamos montando tanto en nosotros como en nuestros compañeros.

-Está tras estos arbustos, cuidado al pasar.- me avisó.

Apartó como pudo los setos y, después de pasar él, me ayudó a mí.

Al alzar la vista, vi un lago no muy grande. Era muy bonito, la luna se reflejaba en el agua y me creaba sentimiento de tranquilidad.

-Es precioso Todoroki- dije admirandolo, sin poder apartar la vista de aquel lago.

-Me alegra que te guste, vengo aquí cuando me agobio o necesito pensar.- dijo mirándome.

-¿Cómo lo encontraste?- giré la cabeza para verlo. Estaba bastante lejos y escondido de los dormitorios, se me hacía algo extraño.