¡Especial Halloween! ~ Kirishima

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Narrador: omnisciente

Hoy la pareja estaba ilusionada y emocionada, ¡era la noche de Halloween!

Sobretodo el pelirrojo, era notoria su emoción. A su novia le parecía adorable, pues parecía un niño pequeño, y más aún con ese disfraz de tiburón, estaba precioso y le causaba algo de gracia.

Ella sin embargo, iba de pirata. Al chico le encantaba su disfraz, repetía una y otra vez que parecía la hija perdida de Jack Sparrow.

-Ojalá lo fuera- decía ella sonriente.

Iban agarrados de la mano por la calle, pidiendo truco o trato como si dos niños de seis años se tratasen. De vez en cuando, el de sonrisa puntiaguda corría hacia una casa bien decorada, dejándose llevar por la emoción y arrastrando, literalmente, a su novia tras él.

-¡Kirishima! ¡Cuidado, que me arrancaras el brazo!- reñia la pobre chica, aunque no podía evitar sonreír al ver la emoción en los bellos ojos rojos de su novio.

-¡Perdón! Pero, ¿has visto que casa tan bien decorada? ¡Es genial! Tenemos que pedir truco o trato aquí.

Dicho esto, empezaron a entrar a la fachada, y tocaron al timbre.

-¡Truco o trato!- dijeron ambos jóvenes a la vez en cuanto se abrió la puerta.

Una mujer de mediana edad disfrazada de bruja les dio dulces de manera muy amable, halagando sus disfraces.

-¡Muchas gracias!- dijo la chica, mientras que el pelirrojo miraba con deseo su cesta en forma de calabaza repleta de chuches.

Echaron a caminar de nuevo. Ya no habían muchas casa más a las que pedir dulces, así que siguieron con su paseo, admirando los disfraces originales de la gente que pasaba alrededor.

De un momento a otro, apareció en frente de la fémina un chico, más o menos de su edad, disfrazado de payaso asesino. En cuanto lo vió, la pirata se tornó de color blanco y, en menos de un segundo, se había dado la vuelta para huir de aquel horripilante ser.

El chico disfrazado de payaso, creyéndose muy gracioso, salió corriendo tras ella imitando una risa escalofriante a la perfección. Eso hizo que la pobre niña disfrazada de pirata se pusiera más nerviosa y entrara aún más en pánico.

-¡______! ¿Dónde vas?- el pobre Kirishima, sin entender nada, salió corriendo detrás de la chica, pero ella ya estaba muy lejos.

Nunca la había visto correr así de rápido, y es que por temor a ser atrapada por el payaso, corrió con todas sus fuerzas sin importarle nada más que huir.

Visualizó al payaso que la perseguía, le costaba seguirle el paso pero seguía tras ella.

Logró atraparlo y le agarró del brazo, obligándolo a frenar.

-¿¡No ves que está asustada!? ¡Déjala en paz y vete a molestar a otro!- enfadado, Kirishima empezó a correr de nuevo, pero ya había perdido de vista a su chica.

Ella estaba completamente desorientada. Le daba miedo girar la cabeza de nuevo por si el payaso seguía persiguendola, así que simplemente siguió corriendo hasta llegar a un restaurante.

Al entrar, todos la empezaron a rodear y preguntarle qué le pasaba, pues estaba blanca como el papel, temblando muchísimo y llorando demasiado. Le costaba respirar, pero no era por el cansancio de la carrera que se acababa de pegar, no. Era por la adrenalina y el miedo, estaba teniendo un ataque de pánico.

Un hombre, el cual la chica deducio que era el dueño del restaurante, se abrió paso entre la gente.

-Oye, ¿qué te pasa? ¿Estás bien?- se agachó a su altura, pues era bastante más alto que ella.

Habló con un tono cálido para intentar calmarla, pero no tuvo éxito su estrategia.

La fémina no se veía con fuerzas para hablar, tan solo señaló hacia la puerta con la mano temblorosa. Después de respirar un par de veces, consiguió decir algo, a duras penas.

-H-hay un pa-payaso- no podía parar de llorar y temblar.

-Ven, siéntate.- el dueño la acompaño hacia la barra principal del restaurante, donde le dió un vaso de agua.- Intenta calmarte un poco y respirar ¿si? Bebe, te ayudará.

Con la mano aún temblando, se llevó el vaso a la boca y, después de unos interminables minutos, logró calmarse un poco, aunque aún seguía inquieta.

-Gracias...- le dijo al alto hombre.

-No es nada. ¿Estás mejor?- la joven asintió.

Entonces se acordó: ¡Kirishima!

Lo había dejado tirado por culpa del pánico, probablemente la estaría buscando preocupado.

Cogió el móvil, y se regañó a sí misma al ver las doce llamadas pérdidas de su novio.

-Mierda.

Lo llamó, y al instante descolgó el pelirrojo.

-¡______! ¿Dónde te has metido? ¿Estás bien? ¿Porqué huiste así de rápido? ¿Estás perdida?- la preocupación era notoria en la voz del chico.

-Kiri... Estoy bien, no te preocupes.- iba a continuar, pero se vio interrumpida.

-¡Claro que estoy preocupando! Saliste corriendo y sin avisar.

-Lo siento...- la pobre chica estaba arrepentida, pero no podía evitar tener esa reacción al ver un payaso, realmente les tenía pánico.

El chico notó el arrepentimiento en la voz de su novia y se sintió mal. Lo estaba pasando fatal, y lo último que necesitaba ahora eran riñas y sermones.

-Esta bien. No es tu culpa, lo entiendo. Dime, ¿dónde estás?- hablaba más calmado, no quería que ella estuviera peor de lo que ya está por su culpa.

Su novia le envió la ubicación del restaurante y, en pocos minutos, el pelirrojo llegó allí.

En cuanto lo vió, la pobre muchacha se lanzó a los fuertes brazos de su amado.

Este pudo notar un ligero temblor en su cuerpo, como ella se aferraba a su cuerpo como si tuviera miedo de que los separasen, y escuchaba ligeros sollozos provinientes de su boca.

-Shhh, estás bien, estás bien...- repetía él dándole ligeros masajes an la cabeza y espalda.

-Perdón por preocuparte.- se despegó del pecho de su novio, deshaciendo el abrazo.- Es que estaba muy cerca y daba miedo, yo le tengo pánico y así reaccioné, no quería que me hiciera nada y te dejé allí, él empezó a perseguirme y me puse más nerviosa y yo...- de nuevo, fue interrumpida.

-Hey, no te disculpes. No sabía que le tenías fobia a los payasos, por eso me sorprendí. Ahora estás bien, y yo estoy aquí para protegerte, ¿si? Nadie te hará nada mientras estés conmigo, no lo permitiré.- ella asintió y le dió un rápido beso a su héroe en formación favorito, para luego agradecer al dueño del restaurante, disculparse por las molestias y salir de allí.

Decidieron volver a casa y ver La Novia Cadáver mientras comían las chuches recogidas esa misma noche, así la chica no tendría que preocuparse por la presencia de ningún payaso ni nada por el estilo.

Y mientras ______ citaba de memoria los diálogos de la película, pues era una de sus favoritas, Kirishima pensaba en la suerte que tenía al poder estar con alguien como ella.

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¡Hola hola! Sé que llegó algo tarde al especial Halloween, pero me ha resultado imposible escribirlo antes :(
Igualmente espero que os haya gustado la historia tanto como a mí.
¡Acordaos de votar y comentar!
Gracias por todo el apoyo que estoy recibiendo, os quiero :')
Dicho esto, ¡nos vemos en el próximo shot!

One shots bnhaWhere stories live. Discover now