Kaleidoscope of Death

Capítulo 116: El segundo

Veinte minutos. En lo que respecta a la situación actual, eso podría desaparecer en un abrir y cerrar de ojos.

Muchos pensamientos pasaron por la mente de Lin Qiushi, pero descubrió que ninguno podría ayudarlo a salvar a Ruan Nanzhu. Lo único que podía salvar a Ruan Nanzhu, la estaca de madera, estaba en la persona de Ruan Nanzhu, y él ni siquiera sabía si la estaca de madera podría usarse para matar a Hako Onna después de que se activara un poder. Tampoco sabía si la gasolina que pasaba por la puerta podría usarse... Todo era desconocido, y el costo de no saberlo bien podría ser la vida de Ruan Nanzhu.

Lin Qiushi sintió una indescriptible sensación de impotencia. Antes de las reglas de la puerta, era tan débil, simplemente una mantis cruzando los brazos frente a un automóvil[1]. Solo podía ser aplastado. Solo podía ver cómo moría Ruan Nanzhu.

"Yu Linlin". De repente se oyó una voz a su lado. Xiao Ji, que había estado parado lejos, se le acercó en algún momento. "¿Estás bien, Yu Linlin?"

Lin Qiushi lo miró. La frialdad en su mirada hizo que incluso Xiao Ji se congelara.

"La llave que obtuvimos de la caja fuerte antes... ¿todavía la tiene?" Sin mucho decoro, Xiao Ji señaló el quid de la cuestión. "Si Hako Onna pone sus manos en ese artículo, estaremos en malas condiciones, así que..."

"¿Así que lo que?" Lin Qiushi respondió con frialdad.

"Lo que quiero decir es, ¿no puedes hacer que te pase la llave de la rendija de la puerta..."

Antes de que pudiera terminar de hablar, Lin Qiushi lo interrumpió.

"No."

Abruptamente cerrado por Lin Qiushi así, Xiao Ji solo pudo reírse torpemente: "Está bien. Si no puedes... entonces no importa.

No importa, dijo, pero todos los demás que escucharon esto no parecían muy amigables. Esta era la llave de la puerta, después de todo. Si Hako Onna lo había enterrado, entonces sus probabilidades de escapar eran aún más bajas. Y así, la forma en que la gente miraba a Lin Qiushi cambió un poco. La simpatía se vio manchada con otra cosa.

Lin Qiushi también sintió este cambio, pero no mostró ninguna reacción. La verdad era que en ese momento, una idea bastante loca había surgido en su mente.

Había reglas para las puertas. Si solo quedaba una persona, entonces esa persona estaba bajo la protección de las puertas. Todos los demonios y monstruos que había dentro no podrían hacerle daño. Y ahora, si Ruan Nanzhu era el último que quedaba dentro de la habitación... Lin Qiushi abandonó el pensamiento a la fuerza. Sin embargo, el miedo de estar a punto de perder a Ruan Nanzhu era como una serpiente que se contraía a su alrededor, enroscándose implacablemente.

"¿Todos ustedes tienen algo que decir?"

Lin Qiushi ni siquiera se dio cuenta de que cuando dijo esto, los demás se apartaron de la mirada en sus ojos, asustados por su expresión y tono de voz.

Linlin. Sun Yuanzhou parecía querer decir algo, pero al final lo mantuvo bajo, solo suspiró. "Olvídalo... No lo fuercemos".

"¡Cómo no podemos forzarlo!" una voz aguda explotó desde dentro de la multitud. Lin Qiushi miró y encontró a Xuan Zihui, que siempre había tenido algo con Ruan Nanzhu. Estaba empezando a gritar: "¡Si ella muere, entonces nuestra llave se ha ido! ¡Yu Linlin, métetelo en la cabeza, si ella te ama, se entregaría la llave! ¡Ella no te dejaría morir aquí así!

Lin Qiushi la miró fijamente, con los ojos helados como lagos profundos.

El halcón inicial de Xuan Zihui se volvió, bajo la mirada oscura de Lin Qiushi, extrañamente tímido; incluso retrocedió un par de pasos inconscientes, tragando saliva. "Yo ... solo te estoy dando una sugerencia".