Capítulo 69: Partido hecho en el cielo

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Lin Qiushi supuso que lo más probable es que la llave estuviera vinculada a la oficina del decano. Ruan Nanzhu supuso lo mismo, por lo que los dos simplemente esperaron a que llegara la noche.

Al verlos esperando tranquilamente, Feng Yongle también calmó su ansiedad palpitante.

El día largo y sinuoso finalmente pasó. Cuando la manecilla de la hora señaló las 8, el sol se hundió en el horizonte, dejando que el sanatorio fuera tragado por completo por la oscuridad una vez más.

Ruan Nanzhu y Lin Qiushi estaban en su habitación.

A las 8 en punto, no llegó ningún sonido de tacones altos. En cambio, Lin Qiushi escuchó los terribles gritos de un hombre, provenientes de un lugar no muy lejos de donde estaban. Lin Qiushi estaba familiarizado con este grito. Era Jiang Yingrui, o más bien, el decano.

Feng Yongle, al principio de pie junto a la ventana, asomó la cabeza cuando escuchó esto. Luego habló en voz baja, "ven a ver esto..."

Lin Qiushi fue y vio lo que había afuera.

Al pie del edificio, la enfermera había aparecido una vez más en su forma destrozada. Estaba arrastrando un cadáver no identificable en su mano, cruzando lentamente debajo de ellos y finalmente subiendo las escaleras.

Aunque era imposible reconocer el cadáver real, a juzgar por su ropa, era el decano.

Lin Qiushi escuchó llorar a un niño y miró a Ruan Nanzhu, solo para ver su expresión plácida como si no hubiera escuchado nada.

Después de un momento de vacilación, Lin Qiushi le contó a Ruan Nanzhu sobre el ruido que escuchó.

Ruan Nanzhu leyó las palabras que escribió y se quedó brevemente en silencio pensando. Iré a buscar la llave al último piso. Ustedes dos espérenme en la puerta del túnel.

Al escuchar esto, Lin Qiushi negó con la cabeza en desacuerdo: voy contigo.

Feng Yongle, torpemente, "entonces yo también iré". Ver a dos mujeres correr tales riesgos por él era algo difícil de soportar.

Pero quién hubiera pensado que Ruan Nanzhu simplemente lo miraría y diría: "Puedes ir al túnel".

Feng Yongle, "..." ¿Se lo estaba imaginando? ¿O en realidad había un toque de disgusto en la voz de Ruan Nanzhu?

Feng Yongle luchó por decir algo más, pero luego Ruan Nanzhu saludó, agarró a Lin Qiushi y simplemente se fue, dejando a Feng Yongle donde estaba, sin saber si reír o llorar.

Ruan Nanzhu y Lin Qiushi subieron al sexto piso.

Hoy fue bastante diferente a los días anteriores. La enfermera ya no corría por los pasillos, ya no saltaba sin parar del edificio. Parecía haber encontrado lo que quería, y por eso estaba en paz.

Ruan Nanzhu y Lin Qiushi llegaron a la puerta de la oficina del decano.

El interior estaba oscuro y silencioso. No parecía haber ninguna rareza en juego. Ruan Nanzhu alcanzó la perilla y, con un ligero tirón y un clic, la puerta de madera se abrió ante ellos. Entró, palpando la pared en busca del interruptor de la luz.

Las luces se encendieron, iluminando todo en toda la habitación. Después de ajustar el brillo durante unos segundos, Lin Qiushi vio que el último cuadro de la imagen se había llenado.

Pero la imagen dentro del marco no era un retrato en solitario, sino que mostraba a una pareja.

El hombre vestía una bata de médico y la mujer un uniforme de enfermera. La expresión del hombre era un poco rígida, pero la sonrisa de la mujer era dulce y parecía completamente satisfecha.

Kaleidoscope of DeathWhere stories live. Discover now