Capitulo 54

1.7K 119 13
                                    

Estados Unidos

/New York/

Adara

Me pregunto una y otra vez que tan bien estuvo lo que decidí, si fue lo mejor o no. Me cuestiono todo y llego a un punto donde me convenzo de que efectivamente, estuvo bien y era lo mejor para los dos.

Muchas personas dicen que el amor lo puede todo, pero hay veces donde se necesita más que eso, por ejemplo, la confianza y la seguridad. Decirle a Liam en la cara, gritarle que lo quería se escucha fácil, de verdad lo parece, ¿Pero cómo decirle? ¿Cómo decirle al hombre que quieres que lo quieres si nunca lo has dicho antes?

Mi orgullo no me dejó, mi inseguridad me limitó y no me animé a decirlo. También quería que él lo dijera, que fuera él primero, pero al final resultamos igual de orgullosos y tercos. También he pensado que tal vez él no sentía nada, quizá Béatrice tenía razón.

Aunque las acciones valen más que las palabras, a veces es necesario escuchar la voz de esa persona recalcando lo que siente. Y eso quería, quería que Liam me dijera que me quería, pero comprobé que eso era falso por su engaño con Anna, si me quisiera nunca la hubiese tocado de nuevo.

Soy una mezcla de tristeza, decepción e ira, todo está en mi interior y siento cómo me consume por no poder desahogarme, no poder llorar ni gritar en estos momentos. Siento como el pecho se me oprime cada vez más y me concentro en la ventanilla mientras el avión aterriza.

Salgo de ahí buscando a mis amigos y los encuentro con un cartel que dice mi nombre de diferentes colores haciéndome sonreír con melancolía. La primera que me mira es Siria que corre a mi dirección abrazándome con fuerza mientras me dice lo mucho que me extrañó. El segundo en abrazarme es Nate que me alza del suelo dándome vueltas. Me separo de él y le sonrío a Nick que abre los brazos para recibirme en un abrazo cálido.

—Te extrañé—confiesa sobre mi cabeza.—Nadie corregía mis refranes.

Me río y me separo de él con ojos llorosos.

—¿Te encuentras bien?— pregunto, refiriéndome a su herida.

—Sí, el chaleco anti balas hizo todo el trabajo— me guiña un ojo y me revuelve el cabello sintiendo felicidad felicidad tenerlos junto a mí una vez más.

—No llores— dice Siria, pasando su brazo por mi hombro.

—Estoy sensible, los extrañé. Llegué a pensar que no irían por mí.

—Somos un equipo— dice Nate.—Nos queremos, nos cuidamos y nos salvamos.

—¡Abrazo de cuatro!— grita Nick y se me vienen encima abrazándome entre los cuatros.

A los chicos los conozco desde que era una niña, he pasado casi toda mi vida junto a ellos y nos consideramos hermanos. Verlos de nuevo me da tranquilidad, son personas importantes para mí y me alegra estar con ellos de nuevo.

No mentiré, extraño a Liam y no ha pasado ni dos días, recuerdo todo lo que pasé con él desde su persecución hasta lo del aeropuerto. En el fondo sé que una parte de él me la traje conmigo y una parte de mí se quedó con él.

Lo más curioso es que en un aeropuerto nos volvimos a encontrar después de tantos años, y en un aeropuerto nos vimos por última vez.

Salimos de ese lugar subiendo en un auto. Vuelvo a ver las calles de la ciudad en donde nací y Siria pone música a todo volumen. Cantamos a todo pulmón y agradezco que no me pregunten nada sobre Liam ni nada parecido al secuestro. Me distraigo con ellos y los chicos me hacen reír a carcajadas como antes de que pasara todo esto.

Hermoso Caos (#1. Bilogía Atracciones Peligrosas)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum