Capitulo 48

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Canadá

/Ottawa/

Adara

Abro los ojos lentamente y observo a Liam dormido frente a mí, su brazo rodea mi cintura y paso mis dedos por su cabello, con mi dedo indice acaricio su rostro y presto atención a cada rasgo de él, este hombre es totalmente atractivo por donde quiera que le vea.

Mis caricias le hacen cosquillas y frunce el ceño mientras sonrío por eso. Paso mi dedo delineando sus labios y lo atrapa con sus dientes.

—¿Por qué no mejor me das un beso?— habla con voz ronca cuando lo suelta, mantiene los ojos cerrados y sonríe así cuando se lo doy.

—Buenos días— murmuro cerca de sus labios.

—Buenos días mi dulce tormento— los abre y me quedo admirando lo oscuro de sus ojos, es un abismo de perdición total.

—¿Qué tal amaneciste?— pregunta y me jala a él por la cintura.

—Con una vista maravillosa— le sonrío con descaro y me besa, se levanta y se pone encima de mí.

—Sigue disfrutando— me besa el cuello con suavidad y me retira el cabello del pecho para tener acceso a mi piel.

Pasa sus labios por esa zona, sin prisa y con total tranquilidad disfrutando de ella. Coloco mis manos en su abdomen y con la yema de los dedos acaricio sus músculos sintiendo el calor que mi cuerpo y el suyo desprenden. Lleva una de sus manos a mi cuello enredando el collar en ella, mira el diamante rojo y lo pasa por mis labios.

—Este collar te simboliza— siento como mete la punta de su miembro y me muevo acomodándome para él.

—Es tuyo y sólo tuyo— lo suelta y me besa al mismo tiempo en que se hunde en mí con lentitud.

Que lo haga así me resulta tortuoso y sonríe arrogante cuando lo nota.

—Tenemos todo el día— jala mi labio inferior.—No hay prisa cariño.

Vuelve a besarme, su boca no se despega de la mía mientras se mueve maravillosamente en mí, sus estocadas son pasivas, delicadas y al pasar de unos minutos se me hace placentero que se mueva con tanto detenimiento, sabe como lo hace y sabe como poner mi mente a volar.

—Liam...— jadeo y encajo mis uñas en su espalda.

—Adara— menciona mi nombre igual de exitado que yo, endurece la mandíbula y observa mis expresiones faciales mientras cierro los ojos disfrutando del placer.

—Me gusta satisfacerla, Reina mía— toma mi cabello en su mano y aumenta la velocidad en sus embestidas.
—¿Quieres más lento?— susurra en mi oído y siento cómo empapo su miembro.
—¿O duro como te gusta?

Me quedo sin palabras y sigue en lo suyo mientras yo sólo disfruto de él.

Pasea su nariz por la curva de mi cuello hasta llegar a mi hombro donde deja un casto beso, siento su respiración en mi piel y me erizo cuando marca un camino de ahí hasta mis pesones que muerde con lentitud y delicadeza mientras no para de entrar y salir de mí intimidad.

Me mantengo bajo su cuerpo mientras sigue en lo suyo, arqueo la espalda y mi cabello cae en cascada en mi espalda, me muevo para provocar más fricción entre nuestros cuerpos y aprieta mis caderas encajando sus dedos. Su boca vuelve a la mía y calla los gemidos que iba dejar salir muriendo en su garganta, sus labios se mueven con adoración sobre los míos y se agita cortandole la respiración al estar unidos más de lo normal. Muerde mi barbilla y gruñe en mi oído mordiendo el lóbulo de mi oreja.

Hermoso Caos (#1. Bilogía Atracciones Peligrosas)Where stories live. Discover now