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Jungkook volvió con el ceño y labios fruncidos en una mueca y, aunque tenía mucha curiosidad, Jimin prefirió no preguntar. Su manager no reaccionó bien con la noticia, era de esperar. Tal vez le regañó o le dio un buen sermón y por ello la cara larga de su pareja. Claro que en ese momento se le pasó por la mente la idea de que lo haría dejar su banda hasta el momento en el que, sin querer, leyó el mensaje que mandó Jeon a su chat grupal.

Su pequeño descuido de hace dos meses los trajo a esta situación de incertidumbre y renuncias. Jimin iba, en un futuro, a pausar su universidad y Jungkook, su carrera. Son tan jóvenes... ¿realmente hacen una buena elección al decidir ser padres?

Cuando hablaron, hace unas horas atrás, sobre cómo deberían tomar su decisión, a la conversación entraron temas como el dinero, su salud mental, estudios, metas, amor, entre otras cosas. Encontraron soluciones para muchos de ellos, menos para la parte de "metas", pues era todavía incierto lo que pasaría con Jungkook y su carrera musical. Sin embargo, a pesar de ello, las otras razones tenían mucho peso y su ilusión por conocer al bebé que crecía dentro del omega fue más grande que pensar en qué pasará con el guitarrista. Como dos ilusos pensaron que eventualmente todo se solucionaría, que encontrarán la forma de llevar un balance entre la vida de padre y la de músico. Como un balde de agua fría le cayó leer aquel mensaje.

No quiso leer nada más y se encogió en los brazos fuertes del alfa, intentando huir de los pensamientos negativos y dejar que su aroma dulce lo tranquilice. Su pareja, después de unos minutos, terminó de teclear y guardó su teléfono, ignorando por completo que Jimin leyó parte de su conversación y que ahora se estaba sintiendo muy culpable por dentro.

—¿Quieres comer algo? ¿Quieres ducharte? ¿Ver algo en Netflix? Netflix and chill? —bromeó.

Desde que acordaron tener al bebé, a pesar de todo lo que eso implica, Jungkook no había dejado de mostrar excesiva consideración hacia el rubio; buscando hasta lo más mínimo para que este estuviera cómodo y mimado. Por supuesto que eso tuvo al omega fascinado las primeras horas, pero, ahora que sabe las consecuencias de sus decisiones, el sentimiento se volvió un poco amargo.

—Estoy bien —susurró aún en los brazos del mayor—. Solo quiero estar aquí contigo todo el día.

—Recuerda que en la noche debemos ir a la cena así que no podrá ser todo el día, pero mañana te prometo nos quedaremos en cama hasta que tu mamá nos regañe.

El menor asintió, sin más ganas de hablar sobre el futuro, a pesar de que solo estaban hablando del día siguiente. Al menos por hoy quería permitirse disfrutar el primer día del resto de lo que será su embarazo y luego su vida como papás. El lado bueno es que tendrá al alfa con él en todo momento, también que estará su mamá al lado y que ahora cuenta con el total apoyo de su hermano. Debería estar feliz, ¿cierto?

Pero, en las siguientes horas, se dio cuenta de que no podía ser completamente feliz sabiendo lo que sabe sobre la banda. Miraba a su novio y a su hermano, ambos actuando como si todo estuviera bien para que, seguramente, su mal ánimo no le llegase a afectar a él o al bebé.

Lo peor es que se estaba saboteando a sí mismo con estos pensamientos, ni siquiera durante el trayecto en auto hasta el restaurante logró disipar estas preocupaciones. Y, a pesar de que sus amigos no dejaban de hablar cosas bonitas sobre el embarazo y la familia que formarán, no podía permitirse disfrutar, incluso el mismo sentimiento de culpabilidad lo hacía sentirse más culpable aún.

Jungkook estaba siendo un sol con él, tan atento y amoroso que pareciera que nunca hubieran peleado o estado distanciados. Por momentos ese cariño que le transmitía el alfa lo llevaba a bajar la mirada y sonreír al ver su abdomen; también, de vez en cuando, imaginaba cómo sería su bebé o cómo lo llamaría si fuera niño o niña. De verdad sus pensamientos y emociones eran un caos, entre estar feliz y sentirse culpable, una mezcla de emociones intensa, en parte producto de las hormonas del embarazo, que felizmente Jeon lograba apaciguar.

Al llegar al restaurante, las vibras cambiaron un poco. Todo era tan dorado y elegante que de verdad hizo sentir que se trataba de una verdadera celebración; al fin y al cabo eso es, ¿no? Una celebración por la dulce espera.

—Creo que es la primera vez que estamos todos juntos —habló la mayor una vez todos estuvieron sentados—. Será una velada hermosa, no tengo ninguna duda.

—Gracias por invitarnos —habló Yoongi tímido, con el brazo de Taehyung sobre sus hombros.

—Yo tampoco tengo duda alguna de que será una noche inolvidable —exclamó luego su hermano, mirando con poco disimulo a Jeon.

Hubiera sido más acertado tener algo de duda al menos, porque, por supuesto, no todo podía salir cien por ciento bien. Tantas personas y tanta culpa de parte del protagonista en algún momento causarían un problema.

Al menos, hasta antes de que llegara la comida, todo estaba marchando bien. Hablaron hasta por los codos y las sonrisas no faltaron en ningún momento. Incluso eso sirvió como impulso para que el rubio pudiera dejar atrás sus malos pensamientos por un momento y se sintiera más seguro con la decisión que tomaron, porque, a pesar de sentirse culpable con las consecuencias, no estaba arrepentido.

Quizás por eso no quiso preguntar todavía sobre la banda, porque estaba de acuerdo en que si esa era la única forma de estar juntos durante el embarazo, entonces estaba bien que Jungkook hiciera eso. No sería sano continuar su embarazo sin su alfa al lado, ni tampoco sería justo que en un momento tan delicado para él lo alejen de su soporte familiar, como lo es su mamá y otros parientes, mudándose a Seúl.

Solo esperaba que los sentimientos de culpa en algún momento desaparecieran y que también, las represalias en la carrera de su chico no sean mayores. Todavía está presente el sueño de que cuando su bebé crezca, pueda llevarlo o llevarla a los conciertos de su papá con una camiseta que diga "sí, el guitarrista es mi papi" o "la/el más pequeña/o de Fever" o algo así.

Pero... ¿si ahora Jungkook perdió cualquier oportunidad de cumplir sus sueños? Oh no, nuevamente los pensamientos negativos.

Sacudió su cabeza, solo necesitaba distraerse. Para ello intentó desconectar sus pensamientos un momento y unirse nuevamente a la conversación que, de forma amena, llevaba su familia. Eso hasta que su teléfono comenzó a recibir notificaciones de Twitter, llamando su atención. Debía ser por el post de Jungkook, ya que lo etiquetó en sus cuentas públicas, no debe ser nada malo. Eso pensó, por lo que decidió ignorar hasta que leyó una mención rara. Elevó sus ojos, nadie estaba con su teléfono, así que lo más probable se deba a otra cosa. Con su curiosidad a tope, quitó el bloqueo a su celular y entró a una de las notificaciones.

Tal vez no debió hacerlo, ¿ahora qué excusa daría para justificar a su novio la forma tan abrupta en la que cambió su aroma a uno amargo a partir de la serie de tweets que leyó?

playdate [km au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora