playdate [km au]

꒱16:01.

No habían intercambiado ni una sola palabra desde que salieron del departamento de Jungkook. Ahora que estaban en una situación similar a la de hace un año, Jimin intentaba recordar qué es lo que había tenido que hacer para que se arreglaran las cosas y todo volviera a la normalidad. Sin embargo, no pudo recordar nada específico y eso le hacía sentir inquieto, pues temía que no iba a saber qué hacer para que las cosas con su hermano no se pusieran incómodas.

También estaba preocupado por Jungkook, probablemente sea con él con quien Taehyung esté más molesto ya que de lo poco que delató, haberlo lastimado fue lo más remarcable. ¿Debería mentirle? Decir que fue él quien buscó al guitarrista y que este lo lastimó al rechazarlo... Aunque si lo pensaba bien, eso no era una mentira, solo era ocultar el resto de la historia donde tenían sexo durante su celo y el coqueteo que vino después.

Tal vez hacer eso era lo mejor, confiaba en que al menos debía salvar a Jungkook para proteger la banda que su hermano tanto se esforzó en sacar adelante. Además, Taehyung lo adora, si se echaba mayor parte de la culpa al menos no iba a estar mucho tiempo molesto. Con eso en mente, se atrevió a abrir la puerta de su habitación en dirección a la del alfa, listo para enfrentar lo que tuviera que decirle.

—¿Tae...?

Cuando entró encontró sobre la cama del mayor algunas prendas dobladas, ropa interior y hasta su cepillo de dientes. Unos segundos después salió Taehyung del baño con su toalla en la mano, parecía que estaba empacando y eso lo hizo sentir muy mal y pensó lo peor.

—No te vayas de la casa, por favor —sollozó—. Perdón...

Taehyung elevó su mirada y lo miró confundido. En ese pequeño lapso de tiempo que sus miradas se conectaron, el rubio fue capaz de notar lo rojos que se encontraban sus ojos y las marcadas ojeras que colgaban de estos. ¿Había llorado? Sus mejillas estaban rojas, al igual que su nariz. Definitivamente había llorado.

—¿Qué? —habló con voz ronca—. Solo volveré con Jungkook, me quedaré con él hoy, y quizás mañana, para cuidarlo.

—Ah... —respondió avergonzado—. ¿Estás bien? —completó secándose las lágrimas.

El contrario no respondió, lo único que se escuchó en la habitación fue la nariz constipada del rubio producto de su pequeño llanto de hace un rato. Los últimos días se le había hecho muy sencillo echarse a llorar por cualquier cosa, con esa sensación de ponerse sensible ante la más mínima provocación; así que, era más que obvio que después de todo lo sucedido en la última hora, sus emociones las tendría a flor de piel.

Para Jimin, era normal llorar... ¿Pero Taehyung? ¿Él por qué estaba llorando? ¿Qué tanto daño le había causado su "traición"? Por supuesto que esas preguntas le venían a su mente debido a que el omega ignoraba por completo la otra razón del estado de ánimo del alfa.

—Lo estoy —sentenció cerrando el cierre de su bolso.

No respondió nada más, solo se colgó el equipaje al hombro y procedió a salir de la habitación. Jimin, indignado, lo siguió sin esperar un solo segundo.

—¡Hey! Vine a hablar contigo y me ignoras de esta forma —ahora más que triste, se sentía molesto.

—Perdón, no estoy de ánimo —respondió sin detener su paso.

—Me dijiste que íbamos a hablar en la casa. Quiero saber qué tienes para decirme, no soporto esta incertidumbre.

El mayor se detuvo al bajar el último escalón y se dio la vuelta. Cuando dijo no tener ánimos, no había mentido. Ahora mismo, se sentía de la mierda. Su novio terminó con él y su mejor amigo lastimó a su hermano. No estaba seguro de cómo sentirse respecto a Jimin, pero se sentía triste porque no le había contado, aunque el porqué era obvio. También se sentía traicionado, quién sabe cuánto tiempo había estado ignorando algo tan importante como que su mejor amigo y compañero de banda estuviera saliendo con su hermano y alma gemela. Lo peor es que nadie parecía comprender sus razones, se sentía como el estúpido villano en una historia que no parecía tendría un final feliz.