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El ambiente era bueno, con una prudente cantidad de gente y música e iluminación agradable. Habían llegado como veinticinco minutos antes de la presentación, así que encontraron todo ya casi listo, con el proyector que mostraría el video ya instalado y reproduciendo algunas canciones de fondo.

Lo primero que hicieron al llegar fue dirigirse a la barra, donde después de comprar una botella de alcohol y otra de gaseosa se sentaron a platicar un rato. Por su parte, Jimin se encontraba un poco ansioso. Sus piernas se movían constantemente y su mirada viajaba por el lugar sin un objetivo en específico, solo intentando distraer sus pensamientos y lidiar con sus emociones dispersas. Ya que por una parte estaba emocionado de ver a su hermano tocar, pero por otra tenía miedo de ver a Jungkook. Tenía miedo de verlo tan malditamente cool en su presentación que con dos vasos de alcohol estuviera escribiéndole que lo perdonaba y que deseaba que volviera a pensar su propuesta.

—Soy tan lamentable... —murmuró después de un rato de monólogo interno—. No puedo dejar de pensar en él.

—Al principio es difícil pero ya verás que con unos vasos de este elixir mágico te olvidas de todo.

—Al contrario, si tomo de tu elixir me tendrás perdiendo mi dignidad de nuevo.

El más alto viró los ojos. Sin embargo alejó el alcohol de Jimin después de su advertencia. Debían ser cuidadosos, ya que aunque sabían que su amigo no es de emborracharse, uno nunca sabe qué pasará cuando se trata de un corazón roto.

—Entonces no hay alcohol para ti.

El omega hizo un puchero.

—¿Y cómo me divertiré esta noche si no es con alcohol?

—Bailaremos, contaremos chistes y quizás conozcamos personas nuevas.

Esta vez estuvo de acuerdo, así que comenzó a buscar a su alrededor alguna cara amable; pero todos parecían estar en sus propios asuntos, con su grupo de amigos o sumiendo sus penas con alcohol en la barra.

Si se esforzaba un poco podía reconocer a alguna de las personas en el bar. Las desventajas de vivir en una ciudad pequeña, es que es muy fácil encontrar gente conocida. Por ejemplo, había un grupo de chicas, a unas dos mesas de ellos, de entre las cuales una fue novia de su hermano y la otra una saliente de Jungkook. A su derecha, saliendo del baño, reconoció a un chico que andaba con los de Fever pero que después de romper con Jungkook, terminó por alejarse. Caras conocidas con historias en común, eso era frecuente en el pueblo.

—Me pregunto cómo nos describirán nuestros conocidos —habló de repente.

—¿A qué te refieres?

—Creo que habla de lo que dirán si es que nos ven por la calle; por ejemplo él —señaló con la cabeza—. Llevamos un curso de inglés juntos, solo fue a dos clases de todo el mes.

—Oh... Mi turno —exclamó sonriente, los otros asintieron, dándole paso a hablar—. Ella, apareció en...

—¡La conozco! Es ex de Jungkook.

Hoseok y Yoongi hicieron mala cara al mismo tiempo.

—Yo iba a decir que ella es la que ganó un certamen de belleza el año pasado...

—Bien, ya no hablaré de Ju... —se calló cuando la puerta del bar se abrió dando paso a un grupo animado de personas—. ¿Qué hay de él? ¿Lo conocen?

El rubio cambió de tono de voz rápidamente y señaló al más alto del grupo esperando que alguno de sus amigos pudieran decirle quién era y por qué no tenía su número aún.

Sin embargo, ni Min ni Jung lo conocían o habían visto antes. ¿Quizás era nuevo en la ciudad? No lo sabían, pero algo que sí habían concluido es que sería interesante conocerlo y que su cabello es lindo.

—¿Debería hablarle?

Hoseok fue el primero en sonreír hacia él para demostrar que estaba de acuerdo con su pregunta; luego lo siguió el omega, quien también por supuesto iba a estar de acuerdo en agregar un poco de emoción a la noche de Jimin. Pero no pudo concretar su plan, porque en ese momento el live de Facebook comenzó y el ruido de unos aplausos seguidos por la voz de su hermano saludando a la audiencia se escuchó por los parlantes.

—¡Esto es prioridad! —gritó el omega olvidando al chico nuevo—. Ya vuelvo bebés, iré a pararme frente al proyector para tomar fotos.

Los dos amigos asintieron, dejando ir al muy emocionado rubio. Así era siempre que la banda de su hermano se presentaba. Ya sea en un bar o en algún evento privado, Jimin siempre estaba en primera fila apoyando. ¿Será quizás esa la razón por la que se le hacía tan difícil despegarse del alfa? No era la razón principal, pero quizás sí una muy importante, pues en cuanto la cámara lo enfocó no pudo evitar quedarse unos segundos embobado. Amaba el aura que Jungkook transmitía al presentarse. Imponente y muy pero muy cool, con su guitarra blanca colgada del hombro y sus perforaciones brillando por las luces. Definitivamente era uno de los visuales de la banda y su típico guiño seguido de gritos era una prueba de ello.

Sin darse cuenta, ya había sacado varias fotos de él y, al ver su clásica sonrisa de lado a través la pantalla de su teléfono, volvió a sentirse como un tonto.

Bajó su teléfono y miró al piso en un intento de espabilar sus malas emociones para poder concentrarse en apoyar a los chicos sin terminar recordando el porqué de su corazón roto. Respiró profundamente y elevó su mirada de nuevo, esta vez era su hermano el que se encontraba frente a la cámara y sonrió levemente, él también se veía muy cool y apuesto. Volvió a dirigir su celular hacia la pantalla y esta vez presionó el botón de grabar, pero su video se vio interrumpido cuando alguien se paró a su lado

—Wow, son tan geniales... —exclamó.

Jimin probablemente solo hubiera asentido para no ser grosero; pero, al voltear y reconocer a la persona que habló en voz alta, decidió que quedarse en silencio no era su mejor opción. No cuando el chico lindo que vio entrar antes se encontraba justo al lado suyo, también con su celular grabando la pantalla.

playdate [km au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora