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Jungkook ya no respondió los últimos mensajes así que supuso que es porque se está preparando para el show. Así que se apuró en salir de casa para no hacer esperar más a Jinyoung y Hoseok que habían llegado a recogerlo hace unos minutos. Los saludó con una sonrisa y subió al auto, completamente nervioso por la aventura que se aproximaba. Sus amigos hablaron durante todo el trayecto, pero él la verdad no prestó atención a nada de lo que dijeron; no podía siquiera pensar en otra cosa que no fuera acerca de cómo le hará para mantener a sus dos personas favoritas cerca a él.

—Vino bastante gente —exclamó el castaño en cuanto bajó del auto.

—Sí... Iré a estacionar, ya los alcanzo.

El rubio asintió respondiendo que sí a ambos, estaba un poco distraído todavía. Era muy cierto lo dicho por Hobi, esta noche había bastante gente en el bar del pueblo. Ni siquiera era una festividad o una fecha importante, pero Fever había adquirido tal relevancia en su ciudad natal que incluso una simple presentación se tornaba en algo de esta magnitud.

Sin esperar más tiempo afuera, se abrieron paso entre las personas y entraron al lugar. Jimin, como siempre, iba adelante con los hombros en alto lleno de orgullo. Tener a su hermano y su futuro novio, además de sus amigos Namjoon y Seokjin dentro de su círculo cercano lo hacían sentirse importante.

—¿Crees que nos dejen pasar a la sala donde esperan? —fue lo primero que dijo el rubio una vez instalados en una mesa.

Había venido con un objetivo claro en mente y quería empezar cuanto antes mientras sentía la adrenalina aumentar en su organismo.

—No es una buena idea —respondió el alfa—. Además debemos esperar a Jin.

Lo que menos quería Hoseok era ver a Taehyung, así que cualquier cosa que los mantuviera lejos de la banda está bien para él. Pero su negativa no fue suficiente para que Jimin se rindiera, pues este aún seguía mirando fijamente hacia la puerta que separaba el recinto del lugar donde se preparan los artistas. Unos segundos después, como si fuera obra del destino, en ese momento apareció Jungkook por aquella puerta.

Solo iba a asomarse un ratito con la intención de dar una ojeada al lugar, pero quedó tan sorprendido con la cantidad de personas que los habían venido a ver tocar que se quedó en trance un rato más. Aún se sentía irreal que sus sueños estén cumpliéndose y más irreal para él en ese momento era imaginar siquiera lo que estaba por venir.

Lo mejor es que sus sueños los podía compartir. Compartía su sueño con sus amigos y también con la personita que le mueve el mundo de una forma que le asusta admitir. Lo recordó cuando observó a la distancia a Jimin siendo partícipe de su sueño y lo confirmó cuando sus miradas se unieron y una sonrisa boba se esbozó en sus labios.

Extendió su mano al aire y lo saludó. Lo gracioso, al menos para él, fue que el rubio no fue el único en ver su saludo; así que un par de personas saludaron de vuelta el gesto. El mayor solo soltó una risa y saludó a aquellas personas también antes de entrar de nuevo.

Aunque desde la perspectiva del más joven la situación se sintió diferente. En un momento tenía a Jungkook sonriéndole solo a él para luego darse cuenta de que solo saludó al aire, para quien sea que le respondiese. Eso, sumado a este ambiente, hizo que recordara cómo era su relación antes de su distanciamiento: una relación en la que Jimin lo admiraba desde lejos mientras Jungkook pasaba un buen rato con las personas que lo podían admirar de cerca.

Habían cambiado muchas cosas desde entonces, al rubio aún le costaba acostumbrarse al hecho de que ahora era, de alguna forma al menos, correspondido.

—¡Llegué! —exclamó el alfa al aire sacando al más joven de su ensoñación—. No se imaginan lo mucho que padecí para encontrar un lugar.

—Te creo, amigo. Nunca vi este lugar tan lleno de gente.

playdate [km au]Where stories live. Discover now