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Jimin no dejaba de sonreír como bobo viendo todas las fotos que se habían tomado. Era algo nuevo para él poder hacer cosas románticas con Jeon y que estas puedan ser públicas, así que claramente aprovechó la oportunidad para dejar salir todas sus ganas acumuladas que tenía de presumir en redes. A su lado estaba el alfa, quien apenas había tocado su teléfono para contestar sus tweets y subir las fotos; él, a diferencia del rubio, era más reservado y las cosas que publicaba las hacía con mucho cuidado. Tal vez por eso el omega estaba tan feliz de que haya subido su foto a su cuenta de instagram, donde lo seguían miles de personas que ahora sabrían que su amor ya no es más algo prohibido.

—Me haces cosquillas, Koo —se quejó retorciéndose, sin alejarse por completo del alfa que dejaba besos en su cuello.

—¿Y dónde puedo besarte sin que te de cosquillas? —rió por la ternura que irradiaba el omega.

—Uhm... no sé.

El menor, quien había estado recostado sobre su espalda, giró para poder quedar frente a frente con el pelinegro. Luego solo cerró sus ojos y acercó sus labios a los del más alto, enseñándole el lugar donde debería besarlo. El contrario obedeció sin chistar, iniciando otra ronda de besos en los que el omega llevaba el control. Las manos del alfa bajaron por la espalda del más bajo acariciando su cintura y apegándose más al mismo.

Esto era algo totalmente nuevo para él también; ya que, aunque sea difícil de creer para algunos, Jungkook no estaba acostumbrado a este tipo de contacto tan íntimo. Era romántico, suave y le hacía sentir bien, no era rudo ni con la intención de ser sexo y nada más. Ama eso, sentir el control que Jimin ejerce sobre él y la forma tan intensa, pero a la vez tierna, que logra transmitirle sus sentimientos con un beso.

Sus pulgares lentamente bajaron al abdomen del más bajo, donde se quedó un rato trazando círculos. Su cuerpo se movía por sí solo, llevándolo a centrarse en aquella zona por mayor tiempo de lo debido mientras su mente seguía hipnotizada en los labios del omega y lo bien que este le hacía sentir.

—Es lindo —habló alejándose un poco—. No te imaginas cuánto esperé por este momento.

—Lo es... Perdón por haber sido un idiota.

El rubio frunció su ceño.

—Cuando estuvimos juntos por primera vez... No, incluso desde aquella vez cuando de joven te declaraste —rió—. Sé que lo hiciste por un reto de tus amigos, pero siento que desde entonces con tal de alejarme de mis sentimientos te he fallado muchas veces.

—Es tu cumpleaños, no te sientas mal por esas cosas.

—Solo quería decirlo. Me arrepiento a veces de haber perdido tanto tiempo.

—Tranquilo... —susurró—. Nos queda tiempo todavía —bajó su mirada después de mentir, sabía que en realidad no les quedaba mucho.

—Lo sé —sonrió arrugando sus ojitos, aquellos que tanto adora Jimin—. Recuperaremos el tiempo perdido.

Después de decir esto último, retiró su mano del abdomen del más bajo y procedió a entrelazar su mano con este, sellando una promesa que ahora mismo no sabía que no iba a poder cumplir como deseaba.

Jimin se limitó a asentir antes de envolver con sus manos el rostro del más alto para poder plantar muchos besitos sobre él, de esos que Jungkook secretamente adora. Lamentablemente, unos segundos después, fueron interrumpidos por el molesto sonido de llamada del celular del mayor.

—¡Ugh, qué pesados! —exclamó el omega dejando de besar a su novio—. ¿Qué no vieron tus fotos? Claramente, no queremos que interrumpan.

Habían decidido ignorar el teléfono de Jungkook; pero, cuando las llamadas que llegaban se volvieron muy intensas, no pudieron hacerlo más. Lo que llevó a tener ahora al omega refunfuñando por la interrupción. Jungkook solo rió, plantó un último beso en los labios del omega y luego tomó su teléfono para contestar la llamada.

playdate [km au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora