꒱ 8:00.

3.7K 296 18
                                    

Jimin sonrió coqueto al oír el apodo que su amigo nuevo había utilizado. Por alguna razón, la forma en la que lo dijo le resultó muy seductora lo cual hizo saltar a su lobo de emoción. Quizás ser muy enamoradizo era uno de sus efectos, aunque él no lo veía como uno. Claro que no lo era al grado de jurar amor eterno, como hizo con Jungkook, pero sí como para tener a su lobo dando vueltitas ante muestras de afecto y palabras con sabor a miel.

—Soy Jimin —respondió sonriente.

—Me gusta, te queda perfecto.

—¿Por qué lo dices?

—No lo sé… Jimin suena muy angelical y creo que combina con toda esa aura que emanas.

El rubio alzó una ceja, ¿acaso este chico estaba intentando flirtear con él también?

—No soy precisamente un ángel… —murmuró—. Cuando me conozcas más podrás descubrirlo.

—Me gustaría hacerlo.

Se sintió bien al oír aquella respuesta. Porque básicamente lo había invitado a conocerlo, más allá de la superficialidad de cuando te encuentras a alguien en una fiesta y la recepción fue positiva. Era un sentimiento nuevo, cargado de curiosidad y adrenalina que se siente como cuando descargas un juego nuevo y no sabes si te gustará o no, pero aún así te aventuras a jugarlo. 

No dudó más y sacó su teléfono del bolsillo y lo extendió hacia el más alto en una obvia señal de pedirle su número telefónico.

Dos minutos después, ya tenía un nuevo contacto en su lista que se agregó con nombre y apellido, seguido de un emoji de sol. En ese momento se sintió un poco nostálgico al recordar las veces que comparó a su amado, quizás no tan amado ahora, con esta estrella. 

Pero es absurdo pensar en él y en lo que pudo ser, así que sacudió su cabeza y dirigió su vista de vuelta al joven. Debía enfocarse en su presente y en la persona que está frente a él, y no seguir cavando en los recuerdos de aquella relación que jamás será. Realmente es frustrante cómo siempre olvida su propio consejo y termina pensando en el pelinegro de nuevo.

—Hey, Jimin, te están llamando —exclamó apuntando hacia el teléfono del omega, de tan distraído que estuvo ni siquiera se había dado cuenta.

—Oh… Es mi hermano.

—¡¿Taehyung?! —Jimin asintió—. ¿Puedo conocerlo? De verdad necesito decirle que amo su música.

El rubio nuevamente asintió, esta vez seguido de una sonrisa amistosa causando que Jinyoung comenzará a dar pequeños saltos de emoción en su sitio. 

Parecía un niño chiquito que acababa de conseguir un dulce. Y era gracioso porque no era una persona que a lo lejos pareciera ser del tipo tierno, es más, al inicio Jimin pensó que sería uno de esos tipos serios y con personalidad misteriosa. En ese momento el omega pensó que sería interesante andar con alguien así, alguien que lo hiciera sentir como si armara un rompecabezas cada vez que aprendía algo nuevo de él. Pero no, al final su físico de porte serio no coincidió con su personalidad eufórica y animada. Y, como si de abrir una figurita repetida se tratase, Jungkook volvió a sus pensamientos. No el Jeon de ahora que parecía sacado de Grease, sino más bien el de aquel entonces cuando a mitad de la adolescencia pegó el estirón y comenzó a ejercitarse; pero que, a pesar de ello, aún era un joven dulce con ojos grandes que parecían encerrar el mundo. 

Hizo mala cara al darse cuenta que, de nuevo, se puso a pensar en él. Era un caso perdido.

—¡Hola bebé! —saludó el más bajo en cuanto presionó el botón de contestar.

¡Mimi! ¿Nos viste? Perdón por no llamar antes, solo me dio tiempo a dejarte un mensaje.

—No te preocupes Tae —sonrió haciendo pequeños sus ojitos—. Y sí los vi, estuvieron genial como siempre. Dile a Seokjin que adoro su voz.

playdate [km au]Where stories live. Discover now