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Los gallos de los vecinos habían comenzado su canto cuando el auto del mayor estacionó al frente de su hogar. Lo peor es que, para él, la faena estaba todavía lejos de acabar. Luego de bajar del vehículo, dio la vuelta hasta el asiento del copiloto donde se encontraba su hermano profundamente dormido, a quien, después de abrir la puerta, tuvo que tomar en brazos para llevarlo adentro.

—Espérenme aquí —habló a las dos personas que iban en los asientos de atrás—. Lo dejo en su cama y luego los llevo a sus casas.

—Ya —respondió Hoseok, quien aún estaba un poco receloso con el hermano de su amigo pero a su vez sabía que debía ser cordial.

Lo último que pasó con Taehyung fue su ruptura con Yoongi y su pelea con Jimin, si bien el alfa no se había visto involucrado, simpatizó bastante con sus amigos como para que su desagrado por el mayor se fuera tan rápido.

Para su dicha, o quizás no tanto, él fue el primero en ser dejado en su casa, lo cual hizo muy notoria la intención oculta del conductor de dejar al alfa primero para que pudiera quedarse con el omega a solas luego. Por supuesto que se dieron cuenta ya que era ilógico que dejara primero a quien vive en el lado contrario de su casa y un poco más lejos que Min; sin embargo, estaban muy cansados como para reclamar.

—Gracias —cerró la puerta—. Cuídate Yoo, estamos en contacto. Adiós, Taehyung —esto último lo agregó con una voz muy seria.

—También cuídate Hobi, descansa.

—Adiós —hizo un gesto de despedida antes de acelerar sin esperar un segundo.

Ni una sola palabra fue pronunciada a partir de ahí, la situación era bastante incómoda como para querer decir algo y arruinarlo aún más. Además, ni siquiera sabían qué decir, ni siquiera el mismo chofer que había planeado la situación para quedarse juntos tenía pensado algo. Después de su pequeña conversación en el hospital, apenas intercambiaron miradas que retiraron, rápidamente, por su nerviosismo. ¿Hablar sobre su relación? Querían hacerlo, pero no sabían ni cómo empezar. ¿Pedir disculpas por cómo acabaron las cosas? Ya lo había hecho muchas veces, quizás era muy tarde para solo dedicarse palabras y no acciones. ¿Hablar sobre el clima? Cliché.

Continuaron así, en silencio, hasta que el auto se detuvo esta vez en la casa del omega, a quien le tomó unos segundos reaccionar y salir de su ensoñación. Con prisa, intentó abrir la puerta y salir corriendo de lo incómodo que era estar a solas en el auto de tu ex, con quien aún tienes muchos sentimientos y ganas de que todo volviera a ser como antes.

Tal vez hoy no era el día, aún no estaba listo para hablar sobre lo que alguna vez fueron, lo que son ahora y lo que serán en el futuro. Esa conversación difícil deberían tenerla cuando no estuviera con tanto sueño, ni con tantas ganas de tirarse encima del alfa y dejar que sus fuertes brazos lo envuelvan.

Em... adiós.

Abrió la puerta después de tragar en seco, nervioso por lo que había estado pensando hasta hace unos segundos. No debía dejárselo tan fácil, ya había sido muy benevolente hoy con olvidar su situación para consolarlo en el hospital.

—Espera —se atrevió a hablar—. Yo... Sé que es tarde y debes estar muy cansado, pero me gustaría hablar.

El más bajo fingió un bostezo, para intentar zafarse del asunto con la excusa de que estaba muy cansado como para hablar.

—Sé que estás fingiendo —murmuró dolido—. Conozco tus bostezos, no te ves así de lindo cuando bostezas de verdad.

—¡Oye! —se quejó, ganándose una risa ligera del contrario.

Al darse cuenta del cumplido, intentó ocultar su inminente sonrojo. De verdad había pasado un buen tiempo desde que Tae intentaba ser coqueto con él; pero su coquetería le duró sólo un minuto, porque luego nuevamente retomó su serio semblante e hizo un nuevo intento para que hablaran.

playdate [km au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora