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Pasaron unos minutos en completo silencio solo mirándose el uno al otro. Taehyung ya le había contado toda la historia a Jimin, por lo que lo único que quedaba para él era esperar a ver la reacción de su hermano. Misma que no se hizo esperar más, ya que el omega simplemente se levantó del sofá y, sin decir nada más, se dirigió a su puerta y la abrió para salir de su casa.

—Hey, Jimin, ¿qué haces? —corrió el alfa detrás de él.

El rubio no respondió, solo siguió caminando sin rumbo aparente para el mayor. La calle, por supuesto, está totalmente desolada, es muy normal que en un vecindario tranquilo como el suyo no hubiera nadie a las dos de la mañana. 

—Basta, volvamos a casa.

Taehyung intentaba conciliar, pero ni siquiera lograba que Jimin lo mirara o dijera algo. Lo cierto es que el menor se encontraba muy molesto y triste también. 

Al salir de su hogar en la fría noche, no solo estaba huyendo de su hermano, sino también de sus emociones que al oír la noticia se desbordaron como un tornado. 

¿Qué podía hacer? Le acababan de contar cómo es que su alma gemela y su gran amor lo dejarían abandonado en aquella pequeña ciudad. Pues si bien una cosa eran los viajes que hacían de una ciudad a otra para tocar, en los cuales lo máximo que se iban era una semana, otra distinta era irse sin fecha de retorno y llevándose todo con ellos.

—¡No es justo! —exclamó finalmente el omega, aún sin detener su paso—. ¿Lo haces para separarme de Jungkook?

—¿Qué? —el alfa también tenía sus problemas, lidiar con el rubio ahora lo iba a llevar a su límite también—. Estamos yendo a cumplir nuestro sueño, no es justo que digas que no es justo.

—Pueden cumplirlo aquí también.

—Sabes que no es cierto.

Jimin seguía caminando, un poco más lento de cómo inició, pero seguía en su afán de huir del alfa. Tae fácilmente lo hubiera alcanzado para luego alzarlo y llevarlo de vuelta aunque hiciera berrinche. Pero no quería forzarlo a nada, mucho menos cuando está tan sensible y al borde del colapso emocional. Así que sólo se limitó a seguirle el paso aunque no tuviera idea de a donde se dirigía.

—Por favor, volvamos y hablemos con calma. ¿Sí?

—Vuelvo solo si hablamos de cómo harás para llevarme con ustedes —sentenció enojado.

—No podemos hacer eso… Sabes que apenas tenemos dinero para nosotros. Además tienes la universidad, no puedes solo dejar tu carrera a la mitad y las universidades de allá son caras…

Pero Taehyung por más que intentaba lidiar con su hermano, las palabras eran en vano. El menor no quería oír sus razones, estaba encaprichado con que era injusto y se rehusaba por completo a aceptarlo. Aquel comportamiento le pareció muy raro al alfa, pues, aunque Jimin podía ser un poco caprichoso a veces, nunca lo era tanto como para armar este tipo de escena o cerrarse en la idea de algo que sabía era imposible. 

Y, tal vez el omega también se hubiera dado cuenta de su raro comportamiento de no ser porque ahorita todas sus ideas estaban dispersas y sus emociones primaban por sobre su razón. Era su lobo quien actuaba por él, enojado y herido por la situación, completamente consciente de algo que todos desconocían aún. No podían llevarse a su soporte emocional, eso es todo lo que su lobo tenía claro.

—Tengo frío —murmuró el más alto—. Olvidé traer nuestras casacas.

—Entonces regresa —contestó seco.

—No sin ti.

—¡Entiende que no quiero que me sigas! Estoy enojado contigo, déjame, si igual al final te irás y me dejarás.

playdate [km au]Where stories live. Discover now